A man votes during an unofficial plebiscite against Venezuela's President Nicolas Maduro's government, in La Paz, Bolivia, July 16, 2017. REUTERS/David Mercado

Hay que mirar la gesta del 16 de julio para recomponer la Unidad

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Todo indica que las elecciones regionales del pasado domingo 15 de octubre dejaron más preguntas que respuestas. Al menos en el sector opositor, reina un clima de incertidumbre frente al avance del Gobierno y la fragmentación de la unidad. Para el internacionalista y doctor en Ciencias Sociales, Félix Arellano, en exclusiva para El Nuevo País, el avance del régimen se debe, entre otros elementos, a una campaña del Gobierno, particularmente a través de las redes, para desmoralizar a la unidad democrática.

Según el internacionalista, un alto porcentaje de la responsabilidad en los resultados obtenidos la tiene el Gobierno al promover la abstención. “Yo me atrevería a afirmar que la misma conexión rusa que se dice intervino en las elecciones norteamericanas, la vivimos nosotros a través de una campaña mediática y sistemática en las redes sociales. La hábil campaña del Gobierno para paralizar, deprimir la unidad, encontró nicho en algunos electores”, precisó Arellano.

Entre ese grupo que se pudo haber visto influenciado, se encuentra “la oposición de un sector de la oposición de no querer participar”, entre otras cosas, por la desconfianza que genera el ente electoral, y que luego del domingo, dio más razones a este sector para no querer considerar esa vía.

“Las elecciones permitieron comprobar fehacientemente, tanto a los venezolanos como al mundo, que el árbitro electoral que tenemos es autoritario y parcializado”, dijo.

Sin embargo, sostiene también que la ausencia de una unidad sólida y disciplinada, fue uno de los elementos que influyó y que tuvo resultados muy delicados. “Se requiere mayor unidad y mayor transparencia. Tanto en acción como en discurso. Cuando eso ocurra, volverá a ver una comunicación entre el pueblo venezolano y su dirigencia.”.

En este sentido, aseguró que la prioridad es lograr un CNE equilibrado y unas condiciones confiables.“Veo difícil convocar muy pronto elecciones con un CNE que ha demostrado ser tan desequilibrado, tan irracional e ilegal”.

Arellano cree que la oposición debe hacer una retrospectiva y mirar la gesta del 16 de julio como el mayor ejemplo de unidad y trabajo en equipo.

“Lo que se está perdiendo hoy, es ese trabajo colaborativo y operativo que se vivió ese día. Toda esa gente que trabajó, sin beneficio alguno, sin esperar nada a cambio, quiso encontrar una salida pacífica. Fue un evento simbólico, pero demostró el espíritu democrático de la población”.

Emigración por hambre

Aunque no es posible medir la influencia de la emigración en los resultados de las elecciones, Arellano sí considera que es un factor en juego, pues según él, la actual ola de emigración en el país es por hambre.

“La primera oleada fue de empresarios, gente con recursos, profesionales de altísimo nivel. Pero la actual ola de emigración es de población humilde, gente que no encuentra posibilidades de empleo, y en donde se incluye un alto porcentaje de jóvenes”.

Reiteró que el Gobierno tiene pocos recursos, pero los poco que tiene los dedica y concentra en campaña y corrupción. “Es experto en jugadas tramposas, y frente a eso, la jugada es el trabajo en equipo”.

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