La Asamblea Nacional debe proceder a nombrar un nuevo CNE, un nuevo Defensor del Pueblo y un nuevo Contralor, previa consulta al TSJ en el exilio, y luego las elecciones presidenciales.
La mayoría de los partidos de la MUD optaron por no ir a las elecciones municipales y lo lamento. Argumentan que el CNE es tramposo, pero ¿es que antes no lo era? Contestan que la trampa esta vez fue más grande. ¿No será que no estábamos preparados como en 2015? Se culpa a la abstención y en verdad caímos en casi 2,5 millones de votos, lo que confirma que hubo falta de liderazgo y de una narrativa para convencer a los cientos de miles de opositores que se quedaron en casa. Sin asumir responsabilidades y con ese argumento del todopoderoso CNE se desmoviliza más al electorado. Grave.
En todo caso, si no vamos a dar la pelea electoral, entonces, ¿qué hacemos? Se habla de “rescatar el voto como instrumento de cambio” en abstracto. Por eso creo que este es el momento para que la Asamblea Nacional (AN), que tiene toda la legitimidad nacional e internacional, comience a actuar como rectora e instrumento de esta lucha política. Basta de pasar leyes, sacar comunicados y presentar informes.
La AN es un ágora donde están todos los partidos políticos de la oposición. Tiene un mecanismo muy claro para la toma de las decisiones así como atribuciones constitucionales que cumplir.
Comencemos diciendo que la AN debe declararse en sesión permanente. Hay asuntos pendientes de gran importancia, entre ellos el nombramiento de las cabezas de los poderes que están usurpando funciones. El caso más evidente es el de las rectoras del CNE que tiene sus períodos vencidos.
Hay varias razones para seguir este rumbo. La primera es que hay un mandato que tiene la AN, con base a la consulta popular del 16J, que le conmina para que “proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución” y en el caso de las rectoras eso que no sucedió deben adelantarse prontamente. La segunda es que el Grupo de Lima más EE.UU. y la Unión Europea han planteado la conveniencia de que se realice esta renovación. Cuando señalan que “consideran urgente la revisión del sistema electoral, incluyendo en particular, la renovación del CNE con miembros nombrados por la AN…”.
Pero allí no se puede quedar la AN. El nombramiento espurio de Tareck Willian como Fiscal General ha dejado el cargo de Defensor del Pueblo formalmente vacante, por lo que se debe proceder a nombrar uno nuevo. También deben accionar ante el TSJ en el exilio para que se declare como inválido el nombramiento del Contralor General actual, por no haber sido nombrado por los dos terceras partes de la AN como dicta la Constitución y proceder a nombrarlo. Así con un nuevo Poder Electoral, un nuevo Poder Moral, es decir un nuevo Defensor del Pueblo y un Contralor, más la Fiscal en el exilio, y la AN, no controlados el pranato, se podrá proceder a llamar a elecciones con base a que la AN declaró que Maduro había abandonado el cargo. ¡Fantasías! Pueden clamar algunos, pero con la opción electoral dinamitada y la calle fría, esta opción de lucha frontal, templará a la dirigencia opositora y movilizará las fuerzas democráticas aquí y afuera del país.