Informe Caritas-Venezuela ante la ONU

Maduro arremete contra la organización Caritas y ve conspiración donde solo hay verdad: los venezolanos están sumidos en una dramática situación de hambre que ya es mortífera. Las cifras que presentó Caritas en el Consejo de Seguridad de la ONU no tienen otra interpretación que la de una apremiante emergencia nacional.

Por MACKY ARENAS

Más allá de ideologías, de posturas e impostu-ras, el trabajo de Cáritas se refleja en cifras y resultados. Más que pedir un canal humanitario, ahora piden cooperación internacional. El canal humanitario ya va siendo insuficiente a juzgar por las dimensiones adquiridas por la crisis.

Fue lo que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, números en mano, presentó ante la ONU dejando de una pieza a tirios y troyanos. Ya había dicho que Venezuela era una “amenaza” para la estabilidad de las Américas. Esta vez, en una reunión informal del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, defendió que ningún país “puede ignorar lo que está sucediendo en Venezuela” ni ser “complaciente con la violación sistemática de los derechos humanos” por parte del Ejecutivo.

Lea tambiénCaritas denuncia alerta por desnutrición infantil

Apoyado en las cifras del impactante informe de Cáritas, el ex canciller uruguayo aseguró que “la muerte, la pobreza y el sufrimiento son responsabilidad directa de este Gobierno, de su ineficiencia, de sus actividades criminales y de su corrupción” y pidió a la comunidad internacional actuar sin demoras contra el régimen venezolano al que supone un “factor esencial de desestabilización social y política en la región”.

Según el informe, un 62% de los supuestos beneficiarios de la bolsa de alimentos llamada Clap dice no haber visto jamás alguna. A pesar de que existe un aumento muy significativo y súbito de lo que se conoce como déficit nutricional agudo en los niños venezolanos -con delgadez extrema- el Estado, el cual tomó el control del sistema alimentario, lejos de garantizar el derecho a la alimentación de la población, se ha convertido en un vendedor más de alimentos, en un circuito comercial donde se mueve mucho dinero. El exvicepresidente de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, se lanzó a decir una vez: “No, los CLAP nunca fueron con fines alimentarios, fueron con fines políticos”.

Lo que revela Caritas

La prioridad de la Iglesia Católica es la salvaguarda y protección de la vida humana y en ello se enfoca su institución mundial. Aunque el gobierno la ve como amenaza, lo cierto es que siempre ha estado dispuesta -como lo es ahora- a brindar ayuda silenciosa y eficaz. La directora de Cáritas, Janeth Márquez,  recordó al estado venezolano que la labor realizada por el organismo internacional “no tiene tinte político”.

Lea tambiénVenezuela presente en el viaje papal

Cáritas va más allá de cifras: cada número corresponde a una vida, con nombre y apellido… Y Márquez reveló a RCL (el portal católico venezolano), otras cifras inéditas que no figuran en ninguna de las publicaciones oficiales del organismo: la mayor parte de la población abarcada de manera directa por Cáritas está en situación de pobreza “y el 80% de ella está conformada por chavistas”, que reciben con cariño la ayuda integral de la Iglesia, muchas veces sin tener la más mínima idea de dónde proviene.

Márquez, socióloga que acumula una dilatada experiencia de más de 28 años en labores sociales de la Iglesia en América Latina, espera que “2018 sea el año para la solución de las problemáticas sociales más graves de Venezuela”, por lo que adelantó que consolidarán alianzas con organismos globales a los que les une el deseo de salvar el mayor número de vidas humanas. Insistió en la necesidad de “hablar con el corazón y no con las vísceras” y reiteró la disposición del organismo que permanece “a la orden del Estado para salvar vidas”.

A pesar de la dificultad para documentar cifras, Cáritas es la que aporta los datos más fidedignos y útiles para calibrar la verdadera dimensión de la desnutrición y mortalidad infantiles. En 2016 murieron 11.400 niños en Venezuela antes de cumplir el primer año. En 2007 murieron 4.000 niños. Un dramático incremento. La red de médicos que se desempeñan en los hospitales, hablan de un 80% de los niños que mueren en estado de desnutrición, aunque no sea necesariamente el hambre la causa de esa condición.

Susana Raffalli, consultora en Seguridad Alimentaria y en Gestión de Desastres, respondió así ante la pregunta de ProDavinci en torno a si la señal que habría que enviar es de alarma: “No para decir que el país está en una situación de emergencia humanitaria, pero podemos decir que los grupos de población que viven en pobreza extrema si lo están. Absolutamente…. La alarma es la situación que están viviendo las familias más pobres del país, donde se ha podido tomar el pulso”.

Entre 2015 y 2016, hubo un aumento del 65% de las madres que murieron durante el embarazo o el parto. Son niños que quedan sin sus madres. La fórmula láctea está costando 350.000 bolívares y se necesitan cuatro en un mes.

Los grupos de alimentos se han ido reduciendo para las familias. Básicamente es un patrón de alimentación basado en un tubérculo y algún tipo de cereal, maíz o arroz. Desaparecieron la proteína, los vegetales y las frutas. Quedaba algo de granos, pero en las más recientes mediciones sólo el 27% de las familias dijo comer granos. No es sólo la hiperinflación, sino la pérdida del acceso a los productos de la industria alimentaria, que ha sido secuestrada por el Estado.

Es un hecho que hoy producimos el 30% de los alimentos que consumimos. A su vez, ese 30%  está regulado por un sistema de cuotas, a partir de noviembre de 2016. Las empresas del sector alimentos, por ejemplo, están obligadas a vender una cuota de su producción al Estado, que en el caso de algunas de ellas varía entre el 50% y el 60%. “Pero, además de la cuota –agrega Raffalli-, a través de las guías de distribución el Estado dice: ‘hoy quiero margarina aquí, mañana leche en polvo allá’. Las fuentes primarias de oferta alimentaria están cada vez más disminuidas”. ¿Cómo se compensaba el déficit?, explica Nicolás Espinoza Barrios, experto agroalimentario: “Con las importaciones. Pero entre 2013 y 2017, esas importaciones cayeron en 73%”.

La merma en la oferta alimentaria al país fue reconocida en mayo por Iván Gil (ministro de Agricultura y Tierras) y más recientemente por Delcy Rodríguez (presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente), en una entrevista a la cadena Al Jazeera. No obstante eso, Maduro se atreve a señalar por “conspiración” a Cáritas.  Cómo debemos llamar, entonces, a las desbarajustadas políticas que han paralizado la producción, asolado el campo, expropiado fincas, despilfarrado los recursos para importar alimentos y desaparecido el efectivo de los bancos?

Puede que Cáritas sea una organización confiable en España…En Venezuela todo lo vinculado a la Iglesia católica está contaminadoenvenenado por una visión contrarrevolucionaria y de conspiración permanente”, espetó Maduro al periodista Evole, de La Sexta. Sólo la ignorancia en estado delirante puede poner en duda la credibilidad con que trabaja Cáritas en el mundo entero. Pero Maduro lo hizo, dejando al atrevido conductor de Salvados con la quijada en el piso. Y no es para menos: en España, Caritas recibe apoyo en donaciones de todos los sectores y hasta los mismos ateos la marcan como beneficiaria en sus declaraciones anuales de impuestos. Y es que el problema no es ideológico, sino de eficiencia y confianza.

“El hambre, asegura Raffalli, es una emergencia de instalación lenta. El plazo para salvar vidas es muy corto”.