Deuda venezolana y los “fondos buitres”

El desplome de los valores venezolanos arroja cotizaciones a precios que buscan los especuladores de altísimo riesgo, los cuales apuestan por un cambio político, contando que al llegar un nuevo gobierno se produzca una renegociación de deuda, que les dejaría ganancias en el futuro.

Por ALEX VALLENILLA

Luego que las calificadoras de riesgo más reconocidas colocaran a Venezuela y a Pdvsa en “default selectivo”, se procedió a realizar los pagos de los intereses atrasados de al menos unos 300 millones de dólares, para los bonos 2019 y 2024, cuyo retraso superó los 30 días de gracia establecidos en los contratos. Pese a ese esfuerzo, a calificación “default selectivo” persiste, debido a que se debe seguir con el cronograma de pagos de cupones en los próximos cinco años, con lotes en promedio de unos 9 mil millones de dólares.

PDVSA, la petrolera venezolana está en graves problemas tanto de liquidez, como de producción. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está reportando un nuevo bajón de producción de petróleo, que se estima en unos 300 mil barriles diarios (mbd) menos, ubicando la producción petrolera venezolana en unos 1,8 millones de barriles diarios. Hasta ahora Pdvsa no lo ha confirmado, ni voceros del gobierno se han pronunciado, sin embargo el cártel ha determinado estos volúmenes al hacer seguimiento a los despachos venezolanos. Esta caída significa menos ingresos, estimados según el precio actual de la cesta venezolana, en unos 5,4 mil millones de dólares menos, lo que permite determinar las graves circunstancias para el año venidero.

¿ Buitres o zamuros?

Al aparecer lo que comúnmente llaman “bonos basura”, llegan los que medran de esas catástrofes.

Hasta ahora los bonos venezolanos se han desplomado en sus precios a valores propios de lo que se conoce como “bonos basura”, con títulos entre 28% y 35% de su valor, luego que Fitch Ratings bajara la calificación de “RD” a “C”. Como toda crisis, estos valores ofrecen sendas oportunidades en este momento para adquirir  “fondos buitres”. Los inversores de altísimo riesgo y la propia Pdvsa, estarían comprando estos títulos en cantidades, con el propósito de ejecutar ganancias a futuro. Un inversor de alto riesgo compra los valores venezolanos a precios tan bajos como el 28% de su valor, el propósito es esperar probables cambios políticos, producto de la misma situación volátil que existe  en que un país con hiperinflación, escasez de bienes y servicios, de gasolina y sin dinero efectivo. Los especuladores estiman que es inevitable un cambio político o de gobierno y apuestan a ello.

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En la especulación de que ocurran cambios políticos, se cuenta que la adversidad que tiene el oficialismo en cuanto a popularidad, lo llevaría a unas elecciones tras una situación económica mucho más paupérrima que la actual, debido al bajón que sufren las reservas internacionales y la caída de ingresos por baja de producción petrolera. Siempre según esos cálculos de los especuladores, se toma en cuenta lo que ocurre con el dólar Dicom, sistema que suspendió la última subasta prevista y que ha obligado a que los sectores que eran protegidos, el de alimentos y medicinas, migren a importar alimentos y medicamentos con el dólar paralelo. Ello traería como consecuencias que haya cambio de gobierno y derivaría en una situación de renegociación o reestructuración de deuda. El sólo hechode que se proceda con un gobierno nuevo, el precio de los bonos de deuda comenzarían a subir de manera súbita, arrojando gigantescas ganancias a quienes en la actualidad se están arriesgando a tenerlos en sus carteras, sin tener que ser parte de la renegociación o reestructuración.

Poco impacto

en grandes tenedores

Luego de ocurrido el pago señalado anteriormente, la administración Maduro recibió el aliento de China; previo, Rusia negoció una reestructuración de la deuda que se tiene con Rosneft, la petrolera rusa. Los asiáticos estimaron que Venezuela aún tiene capacidad de pago y no se esperan sacudidas en los mercados globales debido a que los títulos venezolanos se encuentran en fondos cotizados conocidos como ETF, en que se crean carteras de inversión o paquetes derivados, usando como fundamento bonos de deuda, acciones, materias primas, entre otros activos, cuya fluctuación de precios de los productos base, junto a la demanda y oferta del ETF, ayudan a determinar su precio. En el caso de los bonos venezolanos, por ejemplo el ETF, iShares JP Morgan USD Emerging Markets Bond (EMB), uno de los más grandes en este tipo de mercados, tiene en su composición apenas 1,3% de su peso, sobre la base de los valores de la deuda venezolana, por lo que el impago de deuda o la actual calificación de “default selectivo”, no tiene un impacto significativo en el fondo, debido a que la cartera está ampliamente diversificada con otros valores que dan cobertura a las pérdidas que generen en estos momentos los valores venezolanos, mientras sigan en baja, el ETF los va desincorporando, en caso de una reestructuración por algún cambio fundamental, como el ejemplo anterior, el ETF aumenta su exposición en estos valores, ayudando con la demanda a que suban de precio.

Así se ha determinado en otros fondos cotizados, en que el volumen de deuda en este tipo de productos financieros, el peso de los títulos venezolano se ha ido disminuyendo debido a los temores de impago, que al ocurrir no signifique mayores problemas para tenedores de bonos en mercados importantes.

El impacto en la región

A pesar de que en el mundo financiero, debido a que los mercados de derivados han logrado establecer esa especie de cerco a la crisis venezolana, de modo que no altere o impacte los valores internacionales, sigue latente el golpe en la región. El “Efecto Venezuela”, se hace sentir, no precisamente en los mercados, sino en la frontera colombiana, con el éxodo de venezolanos, en la frontera con Brasil por la misma razón.

El impago de deuda que traería mayores complicaciones, sobre todo al sector petrolero, tendría un impacto directo sobre las islas del Caribe y países que se benefician del petróleo venezolano. La disminución de producción de gasolina, afectaría 38% del oriente colombiano que se surte con la gasolina nacional que llega a ese país a través de las redes de “bachaqueros”.

Deuda en bolívares

Además del impago a tenedores extranjeros, el gobierno tiene deuda interna, en bolívares, de la cual no se preocupa, ya que al emitir dinero sin control alguno, con la hiperinflación que ha generado, borra o disminuye enormemente el valor de esta deuda en bolívares, luego que la moneda nacional se desploma en los mercados de divisas.