La diáspora venezolana ha encontrado muchas formas de entregar lo mejor de sí al país de acogida. En este caso, un grupo de jóvenes venezolanos en España han creado la Asociación Dr. Clown Sonrisa, un grupo de payasos de hospital que intentan alegrar un poco la amarga estadía de los pacientes en Madrid.
Para saber un poco más de esta iniciativa, hemos hablado en exclusiva con Álvaro Moreno, Responsable Ejecutivo de la Asociación Dr. Clown Sonrisa en Madrid, quien se define como “un profesional venezolano más, que llegó a este país con una motivación de venir sólo por unos meses a terminar mis estudios de posgrado, y la verdad es que me fueron surgiendo en el camino un mar de oportunidades que decidí aprovechar. Gracias a ello he conocido a una cantidad de personas maravillosas de diferentes lugares, de los cuales he aprendido y he podido compartir cada momento. Yo me defino como un profesional en constante aprendizaje, siempre en búsqueda de cosas nuevas y que realmente me sirvan de provecho a mí y a los que me rodean. Soy además un servidor público nato y hacia eso me oriento con cada trabajo y cada actividad que llevo a cabo”, aseguró.
La Asociación tiene a penas unos meses, cuando estos jóvenes venezolanos detectaron la necesidad de implantar esta iniciativa en el país que les ha dado la oportunidad de comenzar una nueva vida. “Dr. Clown Sonrisa nace en mayo de 2017. Aun y cuando existen organizaciones similares, la idea de las visitas a hospitales por parte de una serie de profesionales que combinan la risa con la terapia médica, no está muy asentada en Madrid, y en general en España. De forma particular, nos fuimos reuniendo amigos que en Venezuela han desarrollado esta labor en otras fundaciones, y traemos no solamente la técnica sino también las ganas de hacer una bonita labor. La labor del payaso de hospital es tan complicada como gratificante. Debemos hacer uso de una serie de técnicas de abordaje de cada situación, de cada escenario y cada caso en particular. Debemos ser sumamente cuidadosos y saber cuáles son los límites. Es complejo asimilar una risa en el rostro de una persona que está sufriendo, pero es la recompensa más loable que podemos recibir”, explicó Moreno.
El entusiasmo de la juventud es una de las características principales de quienes dirigen esta Asociación. “La directiva la conformamos un grupo de amigos venezolanos emprendedores, que nos hemos ido conociendo en diferentes momentos; somos 7 en total. Su presidente es Luis Arteaga, un abogado de 30 años, apasionado por la ecología, la naturaleza y el voluntariado. Roberto Rodríguez, es un Ingeniero Informático que tiene varios años residenciado en Madrid y ha logrado una serie de contactos importantes porque gestiona una red de “Venezolanos por España”. Roberto es el responsable de la logística de las Jornadas. Luego está Jonathan Marco, que es nuestro coach motivacional. Jonathan se encarga de dictar la clase de superación personal en nuestros talleres de formación y es un capital muy importante para nuestra organización porque al igual que Luis y Roberto, posee una creatividad infinita. Alejandro Mendoza Bisulli y Argenis Allen, son dos clowns que han trabajado como voluntarios anteriormente para otra organización similar en Venezuela, y son ellos quienes se encargan de las dinámicas del taller, relacionadas con la personificación y la construcción de un clown; actuaciones, tipos de dinámicas lúdicas e improvisaciones en escena. Finalmente, la parte más seria, se ve representada por nuestro médico especialista, Richard Rocha, quién tiene un espacio importante en la organización porque es el encargado del área médica; aquí entra en juego el qué hacer y qué no hacer; las patologías más frecuentes que se encontrarán nuestros voluntarios; cómo tratar estas patologías desde el punto de vista de la risa y el tema de la seguridad hospitalaria. Yo soy el responsable del área institucional y de las comunicaciones de la Asociación y junto con Roberto, nos encargamos del manejo de las redes sociales”, expresó.
Pero no son solo ellos. Esta maravillosa iniciativa va creciendo día a día. “Actualmente hacemos vida en Dr. Clown un total de 15 venezolanos, entre los siete miembros de la directiva y los voluntarios. Este número pronto se incrementará hasta sobrepasar los 50, porque ya tenemos un listado de 40 voluntarios que se quieren incorporar a nuestra organización, y probablemente para la primera quincena de diciembre de 2017, cuando llevemos a cabo nuestro segundo taller de formación, se formalice su incorporación”, explicó Álvaro.
Además de la labor social que hacen estos jóvenes, también es importante resaltar la forma como esta iniciativa contribuye a la inserción de estos venezolanos en España. “Desde un principio ese también ha sido un objetivo a cumplir. Hacer que un grupo de venezolanos se interesen por una causa que los vincula con personas españolas que se encuentran atravesando por una situación difícil, habla muy bien de las intenciones de nuestros compatriotas en suelo español. De una u otra forma, evoca un poco las necesidades de superación y deseos de retribuir en algo humanamente gratificante, las oportunidades, la generosidad y los afectos que nos ha brindado este país a los venezolanos. Sensibilizarse significa conocer las necesidades, no sólo ver lo que tenemos a la vuelta de la esquina, sino ver más allá de lo obvio, detenerte a pensar en las necesidades humanas, idear cosas, utilizar la creatividad, y eso es precisamente lo que estamos poniendo en práctica. Queremos derribar ese cerco que existe de que somos de dos culturas distintas, porque, las necesidades humanas pueden ser tan iguales en América, como en Europa. Se trata de algo más que lo tangible; se trata de afecto. Nos ocurrió algo muy emotivo durante nuestras primeras jornadas de formación, y es que afloraron una cantidad de sentimientos al momento de que nuestros voluntarios se expresaban para decirnos qué sentían y por qué querían hacer esta labor, y sin pretender llenar ese vacío que lógicamente se ha formado en la mayoría de las familias venezolanas que se han visto tocadas por la distancia, hemos intentado generar una cercanía, lo más próximo a sentirnos como una segunda familia para esas personas”.
Finalmente, Moreno envió un mensaje a todos aquellos que deseen realizar voluntariado. “El mensaje es muy corto porque es muy simple: que se animen, que no sientan ningún tipo de temor. Que den algo que poseen de gratis pero que al mismo tiempo tiene mucho valor, el amor. Cuando hay ganas de hacer las cosas, no hay barreras. Y para quienes atraviesan momentos de dificultad, el mensaje es que hay que luchar sin descanso, nunca olvidar los buenos momentos por los que merece la pena esa lucha. Entender que existen ángeles en la tierra que son capaces de ayudar sin mirar a quién. Y que nunca hay que borrar la sonrisa del rostro, porque definitivamente es la mejor medicina, como reza nuestro eslogan. Estaremos en donde podamos estar y entraremos en la vida de las personas hasta donde nos lo permitan”, finalizó.