El Tribunal Constitucional de Bolivia suspende los artículos de la Constitución que prohibían la reelección de Evo Morales, lo cual le permite a este relegirse para un cuarto mandato, según explica el periodista boliviano Fernando Molina.
Por Fernando Molina
Evo Morales tiene carta abierta para reelegirse. El Tribunal Constitucional de Bolivia aceptó el recurso que un grupo de parlamentarios de su partido presentó en septiembre para suspender los artículos de la Constitución que prohibían dos reelecciones continuas consecutivas y, por tanto, impedían que el presidente Evo Morales participara en las elecciones de 2019.
El Tribunal encontró que estas cláusulas afectaban los derechos políticos de Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, así como de todos los demás políticos cuya reelección estaba limitada, y consideró que estos derechos tenían prelación sobre las restricciones constitucionales.
Todos los líderes de oposición se manifestaron en contra de la decisión en diferentes tonos. El principal retador de Morales en la elección de 2014, Samuel Doria Medina, lo consideró “un golpe de Estado” y advirtió que convertiría a Bolivia en “una nueva Venezuela”. Los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa hicieron hincapié en la ruptura del orden democrático que en su opinión produce esta decisión judicial. Otros, como el alcalde de La Paz, Luis Revilla, se enfocaron en la necesidad de formar una alternativa “seria” a la candidatura de Morales, que las encuestas reconocen como el mejor candidato del MAS y todavía el más potente de todos, pese a que ha caído bastante desde su cómoda mayoría de 2014, la última vez que venció a la oposición en las urnas.
La decisión ha sido objetada por varios juristas como una “aberración jurídica”, por la cual el Tribunal Constitucional no interpreta, sino que cambia la Constitución, sustituyendo las vías que la propia Constitución establece para su enmienda, que son todas electorales. De inicio Morales había intentado habilitarse para una nueva candidatura presidencial, que en caso de ganar lo llevaría a un cuarto mandato consecutivo, por el método señalado por la ley, el referendo constitucional, pero su iniciativa perdió por estrecho margen en 2016.
Después de eso, persuadido por las encuestas de que perdería cualquier votación sobre la reelección, decidió optar por la consulta al Tribunal Constitucional, una salida por la que ya optaron en el pasado algunos mandatarios centroamericanos.
Al justificar su veredicto, el Presidente del Tribunal Constitucional repitió la línea del oficialismo sobre este cambio de la norma electoral, señalando que la habilitación de Morales solo amplía un derecho, el suyo, sin quitarle a los demás su derecho de vencer al Presidente en la urnas. “Será el pueblo el que finalmente decida”, señala insistentemente la vocería gubernamental.