Por las malas políticas económicas de sus gobiernos en Irán y Venezuela el pueblo protesta

En Irán -que tiene la segunda mayor reserva de gas del mundo- y en Venezuela -que tiene las mayores reservas de petróleo del orbe- el pueblo protesta por las malas políticas económicas de sus gobiernos.

Por Danilo Arbilla

Parece una pregunta tonta, ¿verdad? Si se siguen las publicaciones sobre ricos y famosos y se pone atención en las pantallas de cine o TV., uno ve que los reyes y reinas del petróleo son los dueños de la pelota. Yates, mansiones, edificios, pinturas, obras de arte, equipos de fútbol, básquet. Nada es ajeno ni inaccesible para ellos. Los petrodólares les salen por las orejas.

¿Será que es tan así? Porque en Venezuela e Irán el pueblo se lanza a las calles en protesta por la escasez, la subida de los precios, el desempleo y la ausencia de alimentos y productos básicos. Dicen que tienen hambre e incendian y mueren en las calles. Y sin embargo se trata de dos países que juntos tienen más petróleo que el resto del planeta, (además de ser  dos conocidísimas democracias, certificadas por el Papa Francisco por un lado y por las máximas autoridades del Islam, por el otro).

¿Cómo es posible? Irán tiene la segunda mayor reserva de gas del mundo y es la cuarta en reservas de crudo. Venezuela es quizás el país con mayores reservas de petróleo del orbe.

En Irán  su presidente Hasan Rohani dice que el gobierno acepta las protestas pacíficas y que hay orden de no reprimir, pero impide el acceso a las redes sociales y ya van 12 civiles asesinados a balazos.

Lo de Venezuela es único. Maduro anuncia un nuevo aumento del 40% del salario mínimo más un 30% en los tickets de la cesta familiar, lo que implica más de 70% de incremento. En los hechos es algo menos de lo que crecieron los precios en noviembre: 81%. La inflación acumulada era a esa fecha del 2.700%.

Con el aumento el salario mínimo integral (con los tickets) es de 797.510 bolívares, con los que el venezolano puede adquirir 7 dólares americanos en el mercado libre. Leyó bien: 7 dólares, y ahora deben ser menos.

Hay un detalle: los que cobran ese aumento son los funcionarios, encabezados por los militares, que son los seguidores -cada vez menos- del chavismo. Quizás muchos de ellos – aunque no todos seguramente- puedan comprar algún dólar a la cotización que rige para el Estado -10 Bs. por dólar- o por lo menos al precio flotante que rige para empresas del orden de 3.300 Bs. por unidad norteamericano. Si uno puede comprar a esos precios y después vender en el mercado libre el aumento compensa. Debe haber algunos cuantos allegados, amigos y sustento de Maduro, que pueden hacerlo. ¿No?

¿Cuál es la explicación para esa paradoja? Desde una punta a la otra Rohani y Maduro coinciden: el responsable es Trump. Pero no todo ha de ser culpa de él: ya la culpa venía del imperialismo yanqui.

Lo que ocurre es que Trump se transformó en un “comodín” para un montón de gente: derechistas vergonzantes, reaccionarios genuinos, empresarios oportunistas, timoratos y acomodaticios, fascistas de derecha e izquierda, comunistas, progresistas autoritarios y populistas, y todo ese rebaño de pusilánimes y genuflexos que transita el camino de lo políticamente correcto. Despotricar contra Trump queda bien.

Es cierto que la gestión del presidente norteamericano deja mucho que desear, y el tono y las formas mucho más. Pero de ahí que tenga la culpa de la hiperinflación de Venezuela o el desempleo en Irán es exagerado.

Cabe la pregunta de si la culpa no será de Maduro y de Rohani. La estupidez tiene límites.