Juntos reconstruiremos a Venezuela

El exministro de obras públicas, exdiputado al Congreso Nacional y exgobernador del estado Falcón, José Curiel señala cuáles son las medidas que deben implementarse de inmediato para frenar el drama actual.

Unas pocas cifras pueden resumir la situación de pobreza, angustia y dolor que sufre el pueblo venezolano con las malas políticas económicas implementadas por el régimen chavomadurista. Según el Centro de documentación y análisis para los trabajadores (CENDA) el ingreso promedio del trabajador, es decir, el salario mínimo más el bono alimentario expresado en dólares, era de un poco más de 250 dólares mensuales en 1998. Como resultado de la incapacidad, de la corrupción y concepción marxista del régimen, el salario se fue derrumbando hasta llegar hoy, enero de 2018, a menos de 5 dólares. ¡Es decir, 50 veces menos!

Por eso hoy unos 4,5 millones de venezolanos comen sólo una vez al día y a veces cada dos. El 80% de la población que vive en Venezuela come sólo dos veces al día y otros comen de la basura. Según Caritas 280.000 niños pueden morir este año de desnutrición.

Se suma a esto el hecho de que más de la mitad de los hospitales venezolanos no tienen agua potable, ni realizan operaciones. Y lo más dramático es que han reaparecido enfermedades que habían sido erradicadas hace años, como la malaria y la difteria.

El próximo gobierno democrático que asuma las riendas de este país destruido por la ineficacia y la corrupción deberá tomar medidas de emergencia, entre otras:

1) Aceptar la ayuda humanitaria ofrecida por diversos países e instituciones del mundo, que este gobierno inhumano se niega rotundamente a aceptar.

2) Un plan de alimentación escolar inmediato para combatir la desnutrición infantil y promover la asistencia escolar.

3) Impulsar un vasto plan de reconstrucción de escuelas, hospitales y vías para mejorar los servicios públicos y generar empleos rápidamente.

4) Promover de inmediato la inversión privada nacional e internacional para aumentar la oferta de productos y mejorar empleos productivos, o sea, todo lo contrario a la política nefasta del régimen actual.

Aparte de las ya mencionadas medidas de emergencia que son de capital importancia que se implementen para frenar la mortalidad infantil y de los ciudadanos por la grave escasez de medicinas, considero que es indispensable implementar a mediano plazo -en todas las instituciones escolares del país- la educación cívica y la educación para el trabajo.

¡Juntos reconstruiremos a Venezuela!