Jesús Israel Fernández, analista po-lítico, exasesor de la Comisión de Economía y agricultura del extinto Congreso Nacional y actual miembro del Frente Amplio Social (FAS), señala que jamás pensó que Venezuela llegaría a tan impresionante derrumbe en todos los componentes y sectores de la nación. “Doscientos años atrás por efecto de la guerra de independencia el Libertador Simón Bolívar condujo la migración al oriente venezolano, hoy asistimos a una diáspora inducida por un gobierno inhumano que ha producido la peor de las miserias: el hambre y la muerte por efectos de falta de alimentos y medicamentos. Hoy el país espera de sus hijos y de sus instituciones que antepongan sus intereses individuales para reconstruir un país para el futuro de nuestros descendientes”, dijo.
“En Venezuela no existen perspectivas de un cambio a corto plazo en el mejoramientos de las condiciones de vida de los venezolanos. Cada día se observa con mayor preocupación el desequilibrio que ha tomado la situación país. El hambre es un flagelo que se acentúa aún más en los sectores bajos y medios de la población; la hiperinflación ha empobrecido al sector de los trabajadores y prestadores de servicios, el país se ha dolarizado frente a una moneda nacional que se evapora al ritmo de las oscilaciones monetarias”, añade Fernández.
-La política oficialista al tratar de mantener el poder por vías no convencionales ha creado un rechazo nacional e internacional, que insta a gobiernos y organismos del mundo a tomar acciones en contra de su programa de sometimiento y dominación de la sociedad venezolana.
-La economía -continúa- no tiene reparo si no se produce un cambio de modelo en toda la estructura del país. Es inequívoco que existen signos y símbolos de una economía de guerra, y los partidos políticos y sus líderes se aprecian en una incoherencia inaceptable por sus erráticas decisiones. Sin embargo, de ésta coyuntura debe salir una organización y un liderazgo que reconstruya al país, restituyendo la Constitución y restableciendo la democracia.
-Usted estuvo recientemente en Colombia y trató el caso venezolano. ¿Con cuáles personalidades y sectores políticos se reunió y que puntos específicos se tocaron en esas reuniones?
-En Colombia tanto el gobierno como la oposición observan el conflicto venezolano con gran preocupación. Colombia no tiene las posibilidades en estos momentos como las que tuvo Venezuela en los años de apogeo cuando grandes oleadas de hermanos colombianos llegaron a nuestro país y se integraron sin ninguna restricción en el sector laboral, de salud y educativo.
-Esas características culturales, económicas y de amplitud política de ese entonces, de esa Venezuela de ayer, no existen hoy en Colombia, de allí lo preocupante que es para el gobierno del actual presidente Juan Manuel Santos la diáspora venezolana, una migración por ser Colombia la principal salida al resto de Latinoamérica y hacia otros destinos como Estados Unidos y Europa.
-El sector político -apunta Fernández- que actualmente está haciendo propuestas con relación a la migración, es el sector que creó la coalición del “No” en el plebiscito del proceso de paz, encabezado por los partidos políticos Centro Democrático, el partido Conservador, varias ONGs y personalidades de varios sectores demócratas colombianos, que hoy son quienes en el próximo 11 de marzo irán a elecciones nacionales, a Cámara Exterior, Cámara y Senado, en las cuales se definirá el candidato presidencial de esa coalición opositora entre Iván Duque, Martha Lucia Ramírez y Alejandro Ordoñez y en ese mismo evento se elegirá a Juan David Vélez como representante a la Cámara Exterior, un político con conocimientos de la coyuntura política regional y mundial, de las condiciones de los colombianos en el exterior, con propuestas actualizadas acordes a las necesidades y prioridades de sus connacionales en el mundo. Estas personalidades plantean que en Colombia las condiciones están dadas para lograr un cambio de gobierno de mayor amplitud, progresista y participativo, que ha venido impulsando el expresidente Álvaro Uribe Vélez y varios candidatos al congreso de la república.
-¿Cómo visualizan en Colombia la crisis humanitaria en Venezuela? ¿Están informados de lo que sucede en cuanto a alimentos y medicinas?
-Con suma preocupación porque no existe un plan estratégico para atender esta coyuntura, el norte de Santander cada día se ve alterado y se evidencia la miseria y pobreza de miles de venezolanos que buscan cualquier oficio para lograr sobrevivir. Las incógnitas diarias son: ¿qué pasa, qué ha pasado, que está pasando en Venezuela, un país con tantas riquezas? La parada o frontera es un corredor humanitario donde se ha formado un mercado de vida por el paso, ya que allí se movilizan decenas de miles de ciudadanos, emigrantes, desplazados buscando subsistencia para llegar a otros destinos. La observación del ciudadano local y de regiones más cercanas a Cúcuta es su testimonio del porque están viviendo esta crisis, por las consecuencias del modelo político existente en Venezuela, incapaz de generar estabilidad social, de allí la pugna del presidente de allá y de acá, opinando sobre la alteración de la democracia, del conflicto de intereses creado por la crisis humanitaria en Venezuela, la depresión económica de Colombia, el funcionamiento anormal de la frontera y la pugna de organizaciones delictivas por el control social del tránsito humanitario. Los alimentos y medicinas han creado un aumento de la demanda en ambos rubros. Las medicinas, algunas se restringen al solicitar récipe de médicos que ejercen en Colombia y los alimentos se ofertan de acuerdo a sus escases y se movilizan al lado fronterizo, donde el precio es más ventajoso.
-¿Cómo ha afectado a Colombia el asunto de la migración de venezolanos en ese territorio?
-La afectación de esta migración en términos estructurales y funcionales del estado colombiano, aún no se ve afectada de forma alarmante por no tener una cuantificación adecuada, pero al acentuarse la crisis en Venezuela como se tiene pronosticada, es obvio que va a alterar la tranquilidad de los colombianos y éstos sabrán responder a tal situación. Sin embargo, esto sucederá después de las elecciones presidenciales de este año, tanto en Venezuela como en Colombia.
-¿Usted considera realmente que la OEA y la ONU tomaran carta en el caso de la crisis humanitaria de Venezuela con mayor contundencia y harán torcer el brazo del gobierno de Maduro?
-No existe país en Latinoamérica que pueda resistir tres (3) o cinco (5) millones de desplazados que emigren hacia sus fronteras sin crear una inestabilidad social, incluso política, y ese diagnóstico lo tienen claro los organismos multilaterales, el Banco Mundial el Fondo Monetario Internacional y por supuesto la OEA y ONU, organismos cuyo propósito actual es actuar en desarrollar planes de contingencia y a la vez promover acciones de corrección desde donde se origina el problema. Estos organismos actúan aparentemente con lentitud, pero tienen respuestas y soluciones cuando los intereses regionales están en disputas. El debate en estos organismos cada día se hace más contundente y da claros reflejos que hipotéticamente pueden presionar y actuar- concluyó Jesus Israel Fernández.
Rex Tillerson en busca de una salida política
Sobre la reciente visita de Rex Tillerson, secretario de Estado de los EE.UU., Jesús Israel Fernández también emitió sus opiniones.
-Fue una gira que se le puede atribuir varias lecturas, el nivel del enviado por el gobierno de EEUU indica la importancia y necesidad, la cual ha recibido pocas críticas negativas y al contrario buena aceptación por la atención otorgada de los países y gobernantes con quienes ratificó la política bilateral de los EEUU contra el narcotráfico, contra el terrorismo y la presencia e influencia de potencias extranjeras en el sector comercial y militar de la región- indicó.
-Un enfoque preliminar es ubicar la crisis venezolana en el concierto global donde participan aliados de Venezuela y de EEUU directa e indirectamente de forma activa y pasiva en una salida a la crisis del país. En este escenario donde existe una pluralidad de opiniones e intereses, surge la más significativa del Secretario de Estado: “En la historia de Venezuela y otros países suramericanos, muchas veces el ejército es el agente del cambio cuando las cosas están tan mal y el liderazgo ya no puede servir a la gente”, dijo Tillerson. Una fuerte opinión que altera la paz de los acreedores despertando una incertidumbre de con quien tratarían en el futuro cercano la gran deuda venezolana adquirida a China, Rusia y otros países que han financiado un país en perspectivas de default. En síntesis: un Estado como el de Venezuela inmerso en una crisis humanitaria con un rechazo de la mayoría de la nación, no le queda otro camino que negociar una salida política y el señor Tillerson anda en vías de construir una negociación, una salida o en menor grado un acuerdo concertado.
Twitter: @Alconde