El exlíder de izquierda Héctor Pérez Marcano advierte sobre la urgencia de que la oposición democrática reconstruya la unidad nacional e implemente una estrategia subversiva acorde al rechazo internacional al régimen.
El régimen montó la trampa perfecta. Si no participas en el proceso electoral, adelantado y sin transparencia, decretas la victoria de Maduro por “forfeit” y si decides participar cohonestarás una farsa cuyo resultado conocemos de antemano. Es decir “si te pela el chingo te agarra el sin nariz”.
Sin embargo, pese a lo farsesco de la conducta, tanto del régimen como de la oposición, creo que el panorama político se ha aclarado. Ello permitirá que el pueblo venezolano se dote de una estrategia que, prescindiendo de los intereses partidistas y personales, permitan desarrollar las formas de lucha que nos permitan derrocar al régimen tiránico.
Se ha aclarado que el estribillo de “la salida constitucional, pacífica y electoral” ya no tiene sentido, luego hay que abandonarlo. El régimen ha sepultado definitivamente tal posibilidad, por tanto de aquí en adelante la lucha de la oposición debe tener UN CARÁCTER SUBVERSIVO. Recordemos que Maduro afirmó, después de la derrota en las elecciones parlamentarias del 2015, que de allí en adelante irían a elecciones CUANDO TUVIERAN SEGURIDAD DE GANAR. Por ello liquidaron el revocatorio en 2017. Si nuestros dirigentes opositores recuerdan esa afirmación de Maduro se habrían ahorrado los viajes y los trasnochos y preocupaciones en la Dominicana.
No se puede negociar sobre salida electoral cuando el régimen sabe que perderá cualquier elección. Los dirigentes del régimen no son tan bolsas como para negociar su derrota.
¿Cuáles son entonces las tareas de la dirección opositora? En primer lugar y urgentemente RECONSTRUIR LA UNIDAD NACIONAL. Reconstruida la UNIDAD NACIONAL trazar una estrategia de carácter subversivo que esté acorde con el rechazo internacional al régimen y con el bloqueo económico que ya se vislumbra.
Esa política subversiva deberá estar dirigida al aislamiento interno para complementar el aislamiento internacional. Ello implica lograr la Unidad Nacional.
Las nuevas formas de lucha subversiva deben ser tales que permitan crear el clima de DESOBEDIENCIA CIVIL contemplado en la Constitución Nacional. Si estamos frente a una guerra asimétrica -el régimen tiene la cooperación de Rusia y China- debemos plantear públicamente una alianza que internacionalmente equilibre la asimetría, como lo propuso el economista Kaufmann.
Un ejemplo histórico: Lo que comenzó en 1957 (21 de noviembre) con una huelga universitaria y continuó con una agitación permanente creó el clima político que permitió convocar a la Huelga General que llevó al derrocamiento de la dictadura perezjimenista el 23 de enero de 1958.