Por.- Valentina López
La álgida dinámica en Venezuela nos ha obligado a reencontrarnos con términos ya pasados, hasta que el régimen toca a tu puerta, sin permitirte mayores alternativas más que la de luchar con resistencia. Los venezolanos se han consumado ante un presente que aborrecen por las desventuras de la tiranía. La palabra “transición”, se ha convertido en un precepto familiar para unos ciudadanos ávidos de recobrar la libertad y bonanza que caracterizó al país. Justamente, la «Tertulia Zeta en Venezuela» que se realizó en El Nuevo País, sirvió de escenario a una conversación amena que se adentró en los temas de interés nacional, bajo la conducción de Sergio Contreras, gerente general del medio, quien destacó que, «el 2018 trae profundos retos para Venezuela».
En esta oportunidad, la periodista y Directora de la revista Zeta, Jurate Rosales y el diputado al Consejo Legislativo e integrante del partido político Voluntad Popular, Cipriano Heredia, conversaron ampliamente sobre la transición en Venezuela y experiencia europea, tema propicio en las coyunturas que se vislumbran en el panorama político venezolano y que sin lugar a dudas nos arroja a un posible escenario.
Jurate, mujer de historia, valiente, en extremo lucida y con un verbo que embriaga por su honestidad, relató las luchas de la democracia en su país de origen, Lituania, país soberano del norte de Europa, narrando por ejemplo, que la declaración oficial de nación, se produjo el 11 de marzo alrededor de los años 90 y fue justamente en ese instante cuando comenzó la verdadera lucha por la democracia y la libertad.
Rosales recordó las elecciones donde el partido comunista lituano de la época, habría determinado separarse de los comunistas de la Unión Soviética, así como la travesía de algunas personalidades emblemáticas y protagonistas de la política de esa potencia.
Sin duda, Jurate es un relato viviente que deja entre sus memorias de importante valoración, las remembranzas de lo que cuesta luchar por una democracia sin igual. Reveló según su vasta experiencia, que la salida de gobiernos dictatoriales, radica en la franca unidad.
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“En esa época, la solución nació de una sola vertiente, la absoluta unidad de toda la nación, hasta que eso no exista, la situación se complica. La idea es unirse, unificarse en una sola voz o en la voz de la gran mayoría de una nación, eso ya es ganancia”. Con respecto al tema electoral, próximo a celebrarse en abril de este año, sentenció, “lo llaman elecciones, pero en realidad no es así”.
Por su parte Cipriano Heredia, reconocido luchador en un tiempo que precisa y exige compromiso, explicó con envidiable dominio los rasgos y eventos que han trazado la historia democrática en Venezuela, en especial a lo que se refiere a las transiciones de un poder absolutista y el camino al empoderamiento de la ciudadanía y sus dirigentes hacia la independencia, paseándose por los regímenes de Juan Vicente Gómez, el papel que jugó Eleazar López Contreras en la historia venezolana y la gloriosa generación del 28, que todavía hoy, funge como un majestuoso precedente en la lucha actual que concierne grandes sacrificios.
Trasladando esa lucha de poderes a la actualidad, expresó, «la única forma de salir de esto es con un cambio político y eso va a ocurrir este 2018. Tiene que fijarse una ruta de acción para lograrlo, pues existe una conciencia internacional de que esto es un régimen que ha avanzado de manera acelerada hacia un sistema dictatorial».
Heredia expresó sus consideraciones sobre los comicios presidenciales, «con la abstención en las elecciones el gobierno se `reelegiría` y no se llegaría a `ningún lado`. Hoy en día lo están catalogando como un régimen autoritario con tendencia al totalitarismo. ¡Y eso por supuesto no gana amigos, salvo los que andan en lo mismo en el mundo!».
De ambas posturas rescatamos el ahincó por resarcir la democracia, la libertad, las garantías y el respeto a la Constitución de la República, sin miramientos, ni distingo de posiciones que limiten el esfuerzo que demanda una nación empobrecida y a todas luces desasistida por un Estado que subyuga los derechos de un pueblo con historia de lucha arraigada por las creencias de la libertad.
Con certeza, ellos como la suma de un grupo importante de la sociedad, refuerzan la intencionalidad de batallar como ya lo hicieron otras generaciones en Venezuela y fuera de ella, por la democracia, que pareciera verse sesgada por un totalitarismo que intenta adueñarse hasta cercenar las libertades electorales. En la tertulia con Jurate y Cipriano, de acuerdo al valioso relato de estos, las líneas que dividen el desproporcionado poder que transgrede los derechos de los ciudadanos y que amilana sin contemplaciones la libertad anhelada, terminan por desaparecer. Hasta la próxima Tertulia Zeta.