-AD y Primero Justicia, también Voluntad Popular si renuncia a inmediatismos, pueden resolver entre los dos el urgente problema de la unidad. Los demás son marineros que quieren navegar sin barco, dicho sea en la hora de la verdad, que está encima
A la mamarrachada electoral de abril se le está atribuyendo más importancia de la que merece y la discusión sobre el tema distrae a la Oposición del problema real, que es el de la unirse para actuar con eficacia en los días meses siguientes a ese evento esperpéntico. No se trata de ser abstencionista a todo trance. (En política no se pueden adoptar posiciones rígidas, pues lo que hoy no es conveniente mañana puede serlo). Se trata de ocuparse de lo que es oportuno en cada circunstancia. Y lo oportuno ahora es prepararse para el esfuerzo que la comunidad internacional hará para derrocar a Maduro. Un esfuerzo que tiene todas las probabilidades de ser exitoso puesto que lo mueve la Historia: la economía, en este caso la explotación de los yacimientos de energía en las bocas del Orinoco, esperada por una economía global que necesita cosas así para salir de un prolongado y ya peligroso estancamiento.
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La variopinta banda que hoy mandonea en Venezuela será expulsada de una u otra manera y la oleada de indignación mundial que levantará la grotesca farsa electoral de abril creará las condiciones propicias para hacerlo. El clima de opinión mundial será tal que cualquier recurso parecerá bueno para lograr ese objetivo. Por esa misma fecha en La Haya se producirá el fallo sobre la delimitación de aguas entre Venezuela y Guyana, seguramente propicia a Guyana. La postración en que la deja el chavismo, arruinada y hambrienta, no le permitirá a Venezuela más que emitir dolorosos quejidos. La atención estará en las cargas de comida que de paso serán un oportuno subsidio para los agricultores del Medio Oeste americano. No sé si por entonces habrá algún evento deportivo estupidizador de multitudes que ayude a distraer la atención, modo de que la explotación de gas y petróleo en aguas esequibas se inicie sin perturbaciones, dando lugar a un auge económico en la zona que de todos modos ayudará a Venezuela estimulando especialmente la zona oriental de ese país, que es la más atrasada. Quizás al final todos saldremos ganando.
Todo esto importa un carajo a los dirigentes políticos de medio pelo que se debaten en la MUD, espacio en el cual sólo hay tres partidos propiamente tales: Acción Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular, con la observación de que este último se resiente de inmediatismos y vacilaciones que pueden serle fatales. Los partidos son lo real en el sistema democrático que se relanzará en tiempo relativamente breve, y sus dirigentes son los que cuentan, por más cariño que le tengamos a algunos marineros que sin barco pretendan navegar. Marineros con barco tenemos a Ramos Allup, Borges y López, repitiendo la observación de que éste último derrocha su potencial en un inmediatismo más temperamental que estratégico.
Ramos Allup, el más claro y por eso mismo el más detestado (la gente detesta la verdad), lo ha expresado con la debida aspereza: o vamos juntos o no vamos juntos. Lo importante es ir juntos. Así quizás podamos hacer algo, mientras separados lo que nos puede pasar es que nuestros libertadores extranjeros nos impongan un prolongado régimen militar.
Qué vaina con estos compatriotas míos, que la política es que no les entra en la cabeza.