El diputado Williams Dávila señala que la Comisión Mixta para la Defensa de la Soberanía venezolana, designada por la AN, está tomando cartas en el asunto sobre nuestra legítima reclamación sobre el Esequibo.
Las dictaduras están acostumbradas siempre a crear falsos positivos para ocultar sus desmanes y al mismo tiempo proseguir en su decisión totalitaria para controlar la sociedad. A la carta tiene el instrumento de la guerra sucia y la hambruna como armas políticas para subyugar a la disidencia.
Por supuesto que el mundo de hoy día no es aquel previo a la Segunda Guerra Mundial, donde la Liga o Sociedad de las Naciones (1920-1946) poca efectividad tuvo para evitar esa conflagración mundial. El derecho Internacional Público, el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, conforman un cuerpo legal que por medio de tratados, convenios, acuerdos, etc. orientan la acción resolutiva de los Estados cuando hay controversias y diferencias limítrofes, entre otros aspectos. Venezuela siempre, sin desplantes provocadores, ha mantenido una posición doctrinal y principista muy clara en materia internacional.
La democracia ha dejado un legado de seriedad y responsabilidad en el ámbito de las relaciones exteriores. Es de recordar aquí cuando el Presidente Raúl Leoni no asistió a la Conferencia Interamericana Extraordinaria en Río de Janeiro en noviembre de 1965, porque el gobierno del Brasil entonces no era producto de unas elecciones democráticas, y un país que se perciba de serlo, como lo era Venezuela, no podía convalidar con su presencia a un gobierno de orígenes ilegítimos.
Invocando similares principios Leoni, antes de abril del mismo año, se opuso en la OEA a la ocupación de la infantería de marina de EEUU de República Dominicana, sobre todo, porque se trataba de una ocupación unilateral, y constituía un hecho violatorio de Carta de la OEA. Venezuela abogó por una solución pacífica de la crisis, siempre dentro del Derecho Internacional Público.
Esta fortaleza en la invocación de principios del Derecho Internacional fue abonando la percepción y la convicción, más que justificada, de que nuestro país contaba con un gobierno americanista, integracionista y serio que se ajustaba a las leyes, y que hacia respetar los tratados internacionales firmados, independientemente de los intereses que se afectaran en el ejercicio del cumplimiento de las leyes.
Justamente, al final del mandato del presidente Leoni se estableció en el mapa oficial de Venezuela un rayado sobre la zona en reclamación del Esequibo y, en concordancia con este hecho, tuvo ocasión la firma del Acuerdo de Ginebra producto de numerosas reuniones y gestiones sobre la materia para resolver la controversia limítrofe.
El texto de dicho acuerdo contempla la aspiración de las partes a que la controversia sea amistosamente resuelta de forma práctica, aceptable para ambas partes.
Sin desmanes chauvinistas ni guerreristas, la Comisión Mixta para la Defensa de la Soberanía venezolana sobre Territorio Esequibo y sobre su Fachada Atlántica, designada por la Asamblea Nacional, está haciendo lo conducente para informar al cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, la ONU, las FANB, el IADEN, sobre el Acuerdo de declarar inaplicable la decisión adoptada por el SG-ONU, de fecha 30 de enero del año en curso de remitir nuestra justa y legítima reclamación sobre el Esequibo a la CPI.