Reelección o juicio

Los propios chavistas están recortando las opciones políticas al presidente Nicolás Maduro. El caleidoscopio de los problemas internos del chavismo vs.  nadurismo, agrega cada día otra faceta más a los crecientes impasses del partido gobernante.

Las contradicciones entre miembros del Gobierno muestran día tras día el enfrentamiento entre chavistas y maduristas. Esta semana destacaron las que se refieren al trato de los venezolanos que huyen de Venezuela ante el desastre provocado por estos gobernantes.

Iris Varela, considerada la mejor amiga de los pranes en el ministerio de Prisiones, Diosdado Cabello, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y marginado miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, y otros despotrican de quienes optan por buscar mejor futuro fuera de Venezuela, pero la diáspora y su repercusión mundial  obligaron al presidente Nicolás Maduro a ordenar a embajadores y cónsules venezolanos en el mundo que ayuden a sus compatriotas. «Si los venezolanos que se han ido a otros países sienten que son víctimas de xenofobia, cuenten con las embajadas y el gobierno bolivariano para denunciar esos hechos», afirmó Maduro.

Algunos recordaron al fallecido presidente copeyano Luis Herrera Campins, quien ante reacciones como esa, sentenciaba: ¡Tarde piaste, pajarito!

Eso vale para las promesas de resolver los problemas económicos si lo reeligen, mientras los que participan en las subastas de divisas complementarias siguen sin recibir esas divisas y tienen que seguir atados al mercado negro en el que el equivalente a un dólar supera los 200 mil bolívares.

La contradicción con el trato a los que se van del país incluye a periodistas como el expresidente de Venezolana de Televisión (VTV) Jordán Rodríguez, y sus compañeros del canal, Rafael Ortega Mata y Ronald Moreno, quienes insultaron a los que migraban, pero también se fueron. Los dos primeros están en Chile y el tercero en el “odiado” imperio. Lo que más duele a los chavistas que se quedan, son las fotos que los tres difunden en las redes sociales, mostrando que fuera de la Venezuela actual se vive mejor.

Chavistas como Rafael Ramírez, Jorge Giordani, ex ministro de Planificación, y la fiscal Luisa Ortega Díaz, quienes compartieron responsabilidades con el desaparecido Hugo Chávez, están aportando a la discusión mundial verdades irrefutables contra el madurismo.

Ramírez dijo el domingo en su ya acostumbrado y largo artículo en el diario zuliano Panorama que el último informe de gestión de 2013 refleja claramente los resultados del trabajo realizado en PDVSA que para ese año producía  3,01 millones de barriles por día; exportaba 2,425 millones de barriles día y destinaba 590 MBD al mercado Interno. El expresidente de PDVSA, demandado en Estados Unidos por presuntos sobornos, también dejó claro que el actual gobierno siempre tiene una excusa, sea la corrupción o la conspiración.

 Presos van y presos vienen como si la culpa fuera del comandante Chávez y sus decisiones anteriores. “Los que estuvimos a su lado: ministros, oficiales, compañeros estamos en la obligación de hacer una raya roja. Hasta acá fue el Gobierno del Comandante Chávez y de 2013 hacia adelante, el Gobierno del Presidente Maduro”, recalcó Ramírez.

Giordani reapareció el lunes pasado con artículo en el diario Panorama en el que mostró sus críticas al desempeño del gobierno de Maduro en materia económica.

“La indisciplina financiera, opuesta a cualquier criterio de buena administración, constituye el nudo central de cualquier régimen cambiario y su correlato para alcanzar una debida estabilidad de los precios. Anunciar recursos que nunca llegan a destino, el uso de una retórica vacua y cansona, termina por mostrar esa forma de manejo de los siempre escasos recursos.
“De la práctica del derroche, se pasó en estos cuatro últimos años, de seguida a una conducta irresponsable en el uso de dichos recursos como si fueran ilimitados, terminando en lo que tenía que suceder, en la pérdida de una conducta reputacional por parte del gobierno, dejando de lado los necesarios efectos ordenadores en términos de una política macroeconómica fiscal, cambiaria y monetaria ajustada a los tiempos que corren. Al no tomar decisiones a tiempo, al anunciar lo que se va a decir que luego queda en el aire, al cambiar el discurso de manera permanente saltando de una cosa a la otra, los cambios sucesivos en los voceros en el área económica han terminado por darle un tratamiento inconsistente en el tiempo a la política económica”, precisó Giordani.

No es casualidad que ese artículo del ex ministro de Planificación sacado del cargo por Maduro el 17 de junio de 2014, fue encabezado con la frase de Simón Rodríguez: “Nadie hace bien lo que no sabe, por consiguiente, nunca se hará República con gente ignorante”.

Luisa Ortega Díaz aseguró en una entrevista radial en Colombia que recibió presiones del entonces presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello para incriminar al líder de Voluntad Popular en los asesinatos de Bassil Da Costa y Juan Montoya, el 12 de febrero de 2014. En consecuencia, Leopoldo López debería quedar en plena libertad, pero el Gobierno no responde a la petición de defensores y familiares.

Reelección cuestionada

En el Gran Polo Patriótico (GPP) no hay apoyo total a las pretensiones reeleccionistas de Nicolás Maduro. La guerra del  carnet del PSUV y el carnet de la patria parece surgir por la aparición del grupo Somos Venezuela, brazo político del madurismo.

El PCV ha sido más claro: «En Venezuela no hay socialismo, ni se está construyendo el socialismo. En Venezuela sigue habiendo una sociedad y un sistema capitalista, dependiente y rentista», por lo tanto este fin de semana decidirán cuál es el candidato que consideran apropiado para la presidencia.

La idea de Diosdado Cabello de proponer que con las presidenciales se realicen nuevas elecciones parlamentarias, alegando vacío del poder legislativo, complica más los lapsos estrechos de un cronograma electoral que van remendando cada día. Eso desatará más rechazo a la reelección presidencial, advierten observadores.

Por encima de todo lo que muestran los medios impresos, radiales, televisivos y redes sociales oficialistas, lo cierto es que al presidente Nicolás Maduro no lo quieren en Chile a donde está invitado a la toma del poder de Sebastián Piñera en marzo.

Tampoco lo quieren en la VIIIª Cumbre de Las Américas que se realizará en abril en Perú y su compañero de partido y presidente de la Comisión Constitucional de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Hermann Escarrá, le recomendó que si no está invitado no vaya para evitar  un  alto costo político.

El pasado 22 de enero, los 28 países de la Unión Europea aplicaron formalmente sanciones contra siete funcionarios venezolanos, y en las siguientes semanas se sumaron otros países y ya son 41 los que apoyan sancionar al régimen que aspira a su reelección.

Varios expertos consideran que hay suficientes pruebas para que la Corte Penal Internacional (CPI) enjuicie al presidente Nicolás Maduro.

El Tribunal Supremo de Justicia en el exilio, recibió el pasado lunes una petición de la fiscal Luisa Ortega Díaz para que emita  una orden de captura a Interpol contra el presidente Nicolás Maduro por recibir sobornos de la compañía Odebrecht.

Desde Ginebra, al inaugurar una reunión de disidentes de varios países organizada por la ONG Human Rights Watch, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo: “Las sanciones son la herramienta diplomática más fuerte que tenemos, así que pido a los Estados que introduzcan más sanciones, más amplias y más fuertes”  contra el gobierno de Venezuela.