Maduro y los suyos alegan que votar por ellos es votar por la prosperidad… pero, ¿la prosperidad de quién?
Si no fuera tan siniestros, daría hasta risa. Ahora, los voceros de la hegemonía roja, comenzando por Maduro y sus más estrechos colaboradores, andan repitiendo que votar por Maduro es “votar por la prosperidad”. Y me pregunto: ¿por la prosperidad de quién? No puede ser la de Venezuela, porque estos personajes han terminado de arruinar al país, en medio de una bonanza petrolera. Entonces, repito: ¿la prosperidad de quién?
La respuesta no es difícil de identificar: la de quienes han depredado y siguen depredando todos los recursos que puedan, razón principal de que el pueblo venezolano esté sumido en una catástrofe humanitaria con el barril de petróleo en 60 dólares. Sí, la prosperidad de los boli-plutócratas, en sus diferentes variantes: boli-burgueses, boli-chicos, boli-testaferros y boli-jerarcas. Votar por Maduro en las pretendidas “elecciones presidenciales” es votar por el continuismo de la corrupción avasallante, fuente de la riqueza sideral de la boli-plutocracia.
Exministros y otros altos funcionarios en los tiempos de Chávez, y algunos que se quedaron con Maduro y después se fueron (o los fueron), vienen señalado que el “hueco” de las finanzas públicas en el siglo XXI, puede montar a 400 mil millones de dólares. Es decir 400 mil millones de dólares que no aparecen en ningún presupuesto, ni siquiera de manera formal. Incluso varios de estos exministros y altos funcionarios han denunciado parte de estos desfalcos ante la Fiscalía. Y claro, nada ha pasado en cuanto a las referidas denuncias, ni pasará, mientras la hegemonía siga en el poder.
Es probable que se trate de una de las avalanchas de corrupción más grandes en la historia del mundo. Y no hay un ápice de exageración al respecto. Cuidado si la cifra no es mayor, y considerablemente. Por eso, los boli-plutócratas son gente tan prospera… Su “buena suerte” y su “éxito” no tienen nada que ver con el trabajo productivo. Al revés. Son prósperos porque han destruido la actividad productiva de Venezuela, comenzando por la petrolera.
Y vale la pena precisar que esa prosperidad depredadora no tiene únicamente a “beneficiarios rojos”. No. Es policromática. Desde hace años viene siendo así y me temo que lo sigue siendo. Las imbricaciones son densas, por eso la retórica estridente de no pocos es una falsedad para mantener apariencias o para tratar de engatusar a los incautos.
El potencial de prosperidad de Venezuela ha sido asolado o derruido. Maduro representa esa realidad. El que se quiera confundir, sus motivos tendrá…