Por Valentina López
Desde mucho antes de cumplir su sueño como primer mandatario de una de las naciones más poderosas del mundo, Donald Trump estuvo rodeado de polémica. Ahora que ha visto materializado su deseo de gobernar a los Estados Unidos (EE.UU.), ha saltado a la palestra pública el entorno de Trump, marcado por sus diferencias con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la ola de despidos en su staff de la Casa Blanca.
Para analizar el referido entorno del presidente norteamericano, la revista Zeta conversó con Andre Rodríguez, analista político y director de operaciones de la agencia de relaciones públicas de Florida «Influence Communications, cuya especialidad se basa en el ámbito político, puntualmente en las campañas electorales, lo que comprende la asesoría de varios candidatos a nivel local, estatal y federal.
Los roces de Trump con el FBI
“La administración del presidente Donald Trump, como persona y como individuo en los últimos días ha tornado más su atención hacia el FBI”, resaltó Rodríguez, asegurando que el mandatario ha sido mucho más crítico hacia las funciones de esta institución, “especialmente enfocándose en Robert Mueller, investigador especial del FBI, sobre si existió o no un trabajo en conjunto entre Rusia y la campaña de Donald Trump para elegirlo presidente”. Recordemos que Trump nunca ha ocultado su simpatía hacia Vladímir Putin, su par ruso. Igualmente, el estadounidense niega tener inversiones en territorio ruso. Sin embargo, las dudas sobre la cercanía de sus relaciones con Moscú germinan justo cuando todos se preguntan cuáles son los vínculos reales entre la campaña política del 2016 de Donald Trump y Rusia.
Los ataques del presidente Trump al principal organismo de investigación criminal de los EE. UU., y sus posibles nexos con Rusia, se han desatado en los últimos días. El mandatario ha recurrido a su herramienta de comunicación favorita, su cuenta en la red social Twitter, para esto. Sobre este punto, Rodríguez señaló que “el presidente, si observamos los últimos días, ha dirigido tuits directos hacia la persona de Robert Mueller, tratando de desacreditar un poco el nombre de este investigador. Se cree que los resultados no sean los más positivos y tampoco existe una fecha precisa que determine cuando pueda terminar esta investigación”. Sin embargo, el analista político asegura que el entorno del presidente presume que ya se está aproximando una conclusión a la investigación.
Paul Manafort, que fue uno de los jefes de campaña en la parte inicial de Donald Trump y ha sido relacionado con el cabildeo en Washington de la empresa venezolana Citgo, sí tendría lazos con el exmandatario ucraniano y conocido aliado de Putin, Viktor Yanukóvich. “Al igual que otros funcionarios de diferentes niveles que estuvieron involucrados en la campaña, han llamado incluso a declarar al hijo de Donald Trump y se espera que en algún momento, el mismo Trump sea llamado a rendir declaraciones. Ante esto, el presidente lo que ha hecho en los últimos días es agudizar su ataque hacia el FBI, buscando denigrar a la institución y a este investigador especial (Mueller)”, expone Rodríguez, convencido de que el propósito se basa en ganar la batalla de la opinión pública con respecto a esos anhelados resultados.
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“El presidente Trump se imaginaba que a raíz del memorándum que realizara el miembro del Congreso, Devin Nunes, donde explicaba que todas esas investigaciones estaban basadas en hechos ilegales que se fomentaron en la campaña de Hillary Clinton, la trama no fuese a ningún lado y no hubiese forma de demostrar ningún tipo de relación, pero ahora que se acercan los días en los que se desvelarán los resultados se ha incrementado su ataque hacia el FBI y sobre todo hacia el agente especial Mueller”, dijo el director de Influence Communications.
En medio del complejo escenario tomó lugar la llamada «matanza de Parkland», el asesinato en San Valentín de varios estudiantes de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida. En esa oportunidad, trascendió que el FBI tenía en su poder desde hace varios meses amenazas de Nikolas Cruz, el exalumno que disparó contra los otros jóvenes, cuyas pretensiones de arremeter contra sus compañeros eran conocidas. Rodríguez afirmó que Trump se ha aprovechado de este lamentable incidente para tratar de demostrar que el FBI cuenta en su haber con serias fallas como institución.
Una administración volátil en la Casa Blanca
“Esta administración, la de Donald Trump, se está caracterizando por la volatilidad de los miembros que conforman su gabinete. Inicialmente su promesa de campaña era la de traer a los mejores del mundo privado y político, a las mejores personas para concentrarlas como parte de su mundo. Por eso trajo personas como Rex Tillerson, una persona que viene del mundo financiero, del petróleo, del mundo de los negocios”, añadió el analista, antes de asegurar también que “Tillerson, como mucho, no ha seguido la línea dura que tiene el presidente Trump, una línea que tal vez conozca solo él. Una vez prometió que sería lo mejor de lo mejor, pero parece que se ha equivocado y ahora está trayendo nuevo personal”.
Como un aparte interesante, Rodríguez señaló que el presidente americano quiere que todo su personal se mantenga apegado a esta línea “dura” y que, por esa razón, muchas personas han salido de su administración, “pero es que también está el problema que tiene con el fiscal general Jeff Sessions, a quien ha atacado públicamente y ha estado en descontento con él en varias oportunidades”. Eso porque Trump considera que no ha hecho nada para evitar la investigación con el FBI en manos de Robert Mueller.
Rodríguez sostuvo que Trump ha orquestado un desfile de personas entrando a la Casa Blanca. Por ejemplo, uno de los casos más sonados fue el de Reince Priebus, quien era jefe de despacho hasta que fue sustituid por John Kelly, quien venía de ocupar la cartera de secretario de Seguridad Nacional. “Ahora cambia al secretario de Estado. El motivo de esa alternabilidad es porque no ha seguido las mismas ideas de Trump, no tiene la misma mentalidad del presidente, él quiere una persona con una línea mucho más fuerte, con el asunto de Corea del Norte, que sin duda alguna, es una de sus puntas de lanza también”, refirió.
Rodríguez concluye indicando que Trump confía que Mike Pompeo, el nuevo secretario de Estado, fortalezca las relaciones internacionales a la vez que asiente el lugar privilegiado de EE. UU. ante el mundo para entablar relaciones y acuerdos más beneficiosos para Washington. “Con Pompeo, que viene del mundo de la CIA y la línea más conservadora del partido Republicano, no del mundo de los negocios, Trump espera a una persona más alineada con sus políticas e ideales”.