Mayoría no puede comprar comida en Venezuela

El costo de los alimentos se ha disparado de manera considerable que el común con sueldo mínimo apenas puede cubrir 2,5% de lo que requiere un hogar de cinco personas, la situación con los bancos se agrava y Maduro no logra conseguir recursos financieros.

Hambre, desnudez y enfermedades que habían sido superadas en los gobiernos de finales del siglo XX, azotan a la población venezolana. El salario mínimo del venezolano, el pasado mes de enero de 2018, se ubicó en 1,80 dólares al mes, el más bajo registrado en la historia de Venezuela. Para el pasado mes de febrero, el mismo se ubicó en 3,72 dólares, tras el aumento de salarios que aplicó la administración Maduro y gracias a que el dólar paralelo registró una caída de -15,37%, teniendo como principal causa la altísima inflación que no permite que exista una demanda de bienes y servicios, ergo, de divisas, por precios inalcanzables, el dólar en el mercado paralelo bajó a 214.655,43 bolívares desde 253.636,36 el pasado mes de enero, pero acumula una gigantesca subida de precio de 5.588,75% en los últimos doce meses, lo que borra cualquier aspiración de un ciudadano a tener una vida sostenible en este país, usando como moneda base el bolívar.

La tragedia económica hace que el precio de la comida esencialmente, sea imposible de cubrir por los trabajadores. En la edición anterior se explicaba que esta situación ha generado la salida masiva de venezolanos. Según el Cendas, la canasta alimentaria familiar (CAF) cerró en febrero de 2018 en 37.517.912,10 bolívares, con el último decreto de aumento que dio el Ejecutivo, el venezolano apenas puede cubrir 2,13% del costo de la misma, lo que refleja la gravedad de la situación que se vive. Todo el salario de un trabajador no alcanza prácticamente para comprar ninguno de los productos de la CAF, sobre todo cuando una sencilla botella de salsa de tomate cuesta 400 mil bolívares y una de mayonesa pequeña  235 mil bolívares. Esto explica por qué los trabajadores huyen del país.

La subida del valor de la CAF es similar al avance de precios del dólar paralelo, el aumento registrado en el último año es de 5.536,01%, lo que indica que existe una indexación de precios de los alimentos en Venezuela a la tasa de cambio no autorizada por el gobierno, en vista de la escasez de divisas que atraviesa el Ejecutivo, lo que motivó que el propio vicepresidente Tarek El Aissami, días atrás dijera que ya no se podía seguir importando alimentos, si no que se dependerá de la producción nacional, la cual apenas genera cerca de 5% de la demanda nacional porque la industria venezolana se encuentra también paralizada por los efectos de la crisis económica. El Estado venezolano que venía con un esquema de subsidio a través de los programas Mercal, Abastos Bicentenarios y Pdval, ha dejado de surtir a la población por la escasez de divisas. Los abastos y bodegas que terminaron desapareciendo de manera progresiva, fueron reducidos a una bolsa con algunos víveres y una caja con unos 15 productos a través de estructuras en los barrios denominadas CLAP y controladas por agrupaciones activistas pro oficialistas Unidades de Batalla Chávez (UBCH). El pasado miércoles en el estado Vargas se producía una protesta de habitantes de uno de los sectores de la entidad, puesto que se le estaba cobrando 400 mil bolívares por la caja a los habitantes, según el precio oficial, alegaron los encargados de vender la dotación. En Petare, también salieron a realizar protestas los habitantes de José Félix Ribas, quienes alegaron que la caja de alimentos llegó sin aceites, harinas y sin leche en polvo. La crisis económica golpea fuertemente a los hogares venezolanos sin excepción, sólo quienes tienen altas posiciones en divisas en el extranjero pueden dar cobertura al costo de la vida en Venezuela.

Sector financiero “zombie”

La crisis no solo golpea al trabajador común, la banca venezolana se sigue resintiendo. La exagerada emisión de dinero inorgánico que emplea la administración Maduro a través del Banco Central de Venezuela (BCV), causa estragos en el sistema financiero. Los bancos sufren los rigores de la crisis y se comienza a reportar el cierre de agencias en los pequeños poblados del interior del país. Los costos operativo de la banca son elevados y la rentabilidad no es suficiente, el principal negocio de los bancos que es la actividad crediticia, está fuertemente afectada por la hiperinflación, mientas los bancos en general apenas logran aumentar la cartera de créditos en un año en poco más de 400%, la inflación está proyectada en 9.905% según el consenso de los economistas, mientras el avance de precios actual supera 5.000%. Esta situación hace que las entidades financieras pierdan rentabilidad ante el ajuste de precios, lo que no permite sostener operaciones en poblados en que los volúmenes de negocios son bajos y los costos operativos, sobre todo para dispensar dinero en efectivo, que debe ser transportado de manera especial y con pago de seguros, siguen al alza al ritmo de los precios generales. La banca reduce personal, mantiene agencias cerradas que no reciben las remesas de dinero efectivo.

La crisis que sufren los bancos, la comienzan a padecer los pensionados. Más de dos millones de personas jubiladas, ahora deben hacer intensas y largas colas para cobrar el beneficio estatal. Los pagos deben realizarse con dinero efectivo, la totalidad del monto de la pensión y de manera parcial, para ello el Ejecutivo dispuso realizar pagos según termine el número de cédula del beneficiario. Esta modalidad desató protestas en varias partes del país, por parte de los ancianos, quienes tomaron calles en reclamo al pago de lo que en otrora celebraban era la mejor pensión que en algún gobierno se les había pagado, actualmente lo que cobran no alcanza ni siquiera para pagar un kilo de queso o de carne, sin embargo por el hecho de poder disponer de algo de dinero efectivo, los “abuelos” se resignan a las largas colas.

Régimen sin recursos

La crisis no se detiene. La producción de Pdvsa sigue disminuyendo y la caída ya se ubica en una producción de apenas 1,5 millones de barriles diarios de petróleo (Mbdp), la situación de las sanciones contra los funcionarios venezolanos, no les permite realizar negociaciones con entes financieros que evitarían también ser sancionados por EEUU, hay retrasos con el pago de deuda por el orden de 1,7 mil millones de dólares y una de las esperanzas que el oficialismo hasta ahora ha tenido es con la criptomoneda “petro”, también ha sido objeto de medidas restrictivas por parte de la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump anunció que cualquier ciudadano norteamericano, así como cualquier empresa que realice negociaciones con esta criptomoneda estaría ayudando a financiar a la administración Maduro, por lo que a través del Departamento del Tesoro se prohibió usarla en operaciones de compra y venta, quienes lo hagan también serían objeto de sanciones.

Esa decisión dejará por fuera de los principales brokers y casas de intercambio del mundo, la posibilidad de llevar adelante operaciones de compra y venta, del petro en el extranjero, sin embargo dado el anonimato que permite el uso de las criptomonedas, no es tarea fácil para las autoridades llevar adelante el rastreo. Hasta ahora en el explorador de bloques de ethereum, criptomoneda de la que se partió para crear la que el oficialismo empuja, sólo se registran muy pequeñas operaciones de transferencias a dos carteras digitales adicionales a las que había en principio, la casa de cambio que sostendría las operaciones del petro, Ether Delta, mantiene sus operaciones fuera de servicio, el petro sólo ha captado “intenciones de compra”, no hay nada confirmado.

@alexvallenilla