Carlos Alarico Gómez: Los principios de la dignidad y el respeto de El Correo del Orinoco

Banda LA LECTURA

– El artículo del historiador y periodista Carlos Alarico Gómez, escrito para
aparecer en la revista Zeta el próximo 27 de junio en fecha bicentenaria del
nacimiento del Correo del Orinoco, fue adelantado en su publicación para brindar al
lector un solaz de tradición y esperanza en esta Semana Santa, en que la mayoría de
los venezolanos permanecerán en sus casas, con más tiempo para la lectura y
recogimiento. Se trata de un aniversario cuyo sólo ejemplo confirma las fuerzas
latentes de libertad en un pueblo que luchó, lucha y luchará por disponer una prensa
libre y libertaria.

 

Bicentenario de
El Correo del Orinoco-

Por.- Carlos Alarico Gómez*

El Correo del Orinoco surgió el 27 de junio de 1818 como medio para propagar
las ideas independentistas, por cuyo motivo es considerado el medio primigenio del
periodismo venezolano. Su fundador fue Simón Bolívar, quien lo utilizó para que
sirviera de artillería del pensamiento, razón por la cual fue escogida por los
profesionales de la prensa para celebrar el DÍA DEL PERIODISTA.

Los primeros periódicos
del continente americano

El periodismo empezó en Boston con la aparición del Boston Newsletter (1704),
seguido de la Gazeta de México y de Noticias de la Nueva España (1722), Gazeta de
Guatemala (1729), Gazeta de Lima (1743), Gazeta de La Habana (1764), El Correo de
la Trinidad Española en Puerto España (1789), El Periódico en Santa Fe de Bogotá
(1791) y la Gazeta de Caracas (1808). El clima de modernización que generó la
aparición del periodismo en América produjo un impulso extraordinario en la
formación de la opinión pública, dando origen a la pasión por el conocimiento y a la
formación de grupos orientados hacia la liberación del hombre, lo que creó una
matriz de opinión sustentada en la igualdad democrática.

El periodismo en la Venezuela independiente

En el mes de junio de 1811 fue fundado en Caracas El Publicista, que fue un
semanario editado en una imprenta que donó Simón Bolívar para que se divulgara lo
tratado en las sesiones del Congreso. El 5 de julio de 1811 Francisco Isnardi fue
designado para colaborar con el diputado Juan Germán Roscio en la redacción del
Acta de la Independencia, la cual fue publicada el 11 de julio en el N° 2 de El
Publicista. Circularon veintidós números entre julio y noviembre de ese año.

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Entre tanto, Miranda prefirió colaborar con El Patriota de Venezuela, el cual se
convirtió en el órgano informativo de la Sociedad Patriótica, fundado por Vicente
Salias y Antonio Muñoz Tébar en 1811, aunque solo pudieron editar siete números.
Nada se sabe del número 1º. Un ejemplar del Nº 3 se encuentra en la “Colección de
Folletos Venezolanos” de la Universidad de Harvard y un original del número 7 está
en manos del coleccionista Rudolf Dolge, fechado el 18 de enero de 1812.
No fue sino hasta que el Libertador regresó a Venezuela en diciembre de 1816
durante la Segunda Expedición de Los Cayos, cuando se planteó de nuevo la idea de
editar un periódico. Su meta se acercó a la realidad gracias a la victoria de Manuel
Piar en la batalla de San Félix efectuada el 11 de abril de 1817, en la que venció al
general Miguel de La Torre, acción que le permitió a Bolívar entrar en Guayana el 25
de abril para completar la libertad del territorio guayanés; y para establecer una
imprenta que le permitiera librar una campaña entre la población alfabetizada, que le
sirviera de efecto multiplicador para generar una opinión pública favorable a la
independencia. A tal fin, le solicitó a José Miguel Istúriz que trajera una imprenta
desde Jamaica y ordenó al contador del gobierno en Angostura el 31 de octubre del
año 1817 que le pagara la cantidad de 2.000 pesos que gastó en su adquisición.
En la creación de El Correo lo respaldó Fernando Peñalver, quien regresó de su
exilio en Trinidad en 1817 y lo ayudó a conformar un equipo de redactores de primera
línea entre los cuales estaban Francisco Antonio Zea, José Rafael Revenga, Francisco
de Paula Santander y Juan Germán Roscio, quienes se unieron al impresor Andrés
Roderick para afianzar la fundación de El Correo del Orinoco, hecho cumplido el 27
de junio de 1818 en Angostura.
En realidad, la idea de usar la imprenta como “artillería del pensamiento”
había sido persistente en Bolívar. Pensaba que era el único modo de lograr “la mayor
suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de
estabilidad política”, conceptos que desarrollará ampliamente durante su discurso de
instalación del Congreso de Angostura, aunque la situación era tan complicada
entonces que no pudo darle esos logros a su propio país en la dimensión que hubiera
deseado.

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Al principio, Roderick manejó la imprenta para editar un “Boletín” en el cual
se publicaron proclamas y decretos del gobierno, tales como la “Ley sobre repartición
de bienes nacionales entre los militares de todas clases de la República de Venezuela”
(10-10- 1817), “Proclama de Simón Bolívar a los pueblos de Venezuela” (30-12- 1817),
el “Bando de Juan Vicente Cardozo” (06-02- 1818) y el “Boletín del Ejército
Libertador de Venezuela” (19-03- 1818), entre otros.

Los contenidos

En el Correo se publicaron los grandes logros políticos y militares de la época,
sin desmedro de noticias relacionadas con la prensa, la literatura y el deporte. En lo
primero aparecieron noticias sobre la aprobación de la segunda Constitución de la
República de Venezuela (N° 37 del 21 de agosto de 1819), Batalla de Boyacá en la que
Bolívar obtuvo la victoria sobre el general José María Barreiro dándole la libertad a
la Nueva Granada (N° Ext. Del 19-09- 1819); Ley Fundamental de la Unión de los
Pueblos de Colombia (N° 114 del 29-09- 1821); Ley sobre manumisión de esclavos (N°
116 del 15-08- 1821); la “Entrada del Libertador Presidente de Colombia en la capital
de Caracas” (N° Ext. Jueves 12-07- 1821).
En lo referente a noticias sobre el periodismo aparece el decreto sobre
“Libertad de Prensa” en el N° 36 del 7 de agosto de 1819, dejando constancia de que
“El derecho de expresar sus pensamientos y opiniones de palabra, por escrito o de
cualquier otro modo, es el primero y más estimable bien del hombre en sociedad”
(Ley sobre la Libertad de Imprenta, en N° 121 del 08-12- 1821).
En lo literario se pueden leer artículos como “Diferencia entre el demagogo y el
patriota”, firmado por José Rafael Revenga y publicado en el N° 67 del 17-06- 1820;
“Amor de la Patria”, de Santiago Rotalde (29-07- 1820); “Diálogo entre un
independiente y un constitucional sobre el armisticio”, por José María Salazar (N° 94
del 03-02- 1821).
Y en el caso del deporte, se reportó la primera competencia hípica la cual fue
celebrada en Angostura el sábado 29 de abril de 1820 -reseñada en el Correo del
Orinoco N° 33 del 27-04- 1820 como “Desafío de caballos”, con un aviso en el que se
informaba que: “Se correrán el sábado 29 del corriente, cerca de la mesa, á las 4 de la

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tarde, los dos caballos abajo mencionados, con sus respectivos cabalgadores: el de Mr.
Monsanto, ‘Bargas’, corrido por el mayor Manby, del batallón de Albión; contra el de
Mr. Brown, ‘Devereux’, corrido por el general Power, de la Legión Irlandesa.
Angostura, á 27 de abril de 1820”. El evento fue un éxito. El nuevo deporte había
nacido bajo las premisas de la libertad y de la igualdad, impulsado por quien muy
pronto llegaría a ser el Libertador de cinco naciones. Este deporte será de gran
utilidad, ya que sirvió de distracción a los soldados, lo cual fue muy importante en
aquellos días en que se necesitaba mantener en alto la moral de la tropa.
El año 1820 se publicó la noticia sobre el “Armisticio” (Correo del Orinoco N°
38) y el “Tratado sobre la Regularización de la Guerra” (N° 39), lo que generó una
expectativa de paz. Parecía que estaba cerca el final de las penurias que le había
costado al país la vida de casi un 40% de su población. Como consecuencia del
Armisticio acordado entre Bolívar y el mariscal de campo Pablo Morillo, el
Libertador y su estado mayor tomaron la decisión de mudar la sede del Gobierno a
Cúcuta, por cuyo motivo se le ordenó a Roderick que se trasladara a esa ciudad, lo
que hizo por vía fluvial, descendiendo en Maracaibo para seguir por tierra. Al frente
del Correo del Orinoco quedó el impresor Thomas Bradshaw, sustituido al poco
tiempo por William Burrell Stewart, pero la situación en el Zulia era muy tensa y tuvo
que permanecer allí, lo que aprovechó para fundar el periódico El Correo Nacional
(1821-1822), primer medio surgido en esa región. La adhesión de Maracaibo a la
causa republicana y la orden del general Rafael Urdaneta para activar la imprenta
que llevó Roderick a Angostura -que había sido traída desde Filadelfia-, hicieron que
permaneciese en Maracaibo. El primer número de El Correo Nacional salió el 9 de
junio de 1821, redactado por José Demetrio Lossada y más tarde por el presbítero
Mariano de Talavera y Garcés.

El cierre de El Correo

El Correo del Orinoco dejó de existir el 23 de marzo de 1822, poco después de la
desaparición de la Gazeta de Caracas el 3 de enero de ese mismo año. El diario nacido
en el Orinoco tuvo una vida de apenas cuatro años, pero sentó las bases de un
periodismo digno y de vocación libertaria, el cual se ha mantenido a pesar de los
constantes vaivenes políticos que han tratado de influir en su conducción. Desde su

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primer número, que abrió con un “Boletín del Estado Mayor General del Ejército
Libertador” en el que se anunciaba el triunfo del general José Antonio Páez en la
Campaña de Los Llanos, hasta su última edición, El Correo trabajó siempre apegado
a los principios de dignidad y respeto.

 

 Carlos Alarico Gómez es profesor universitario con estudios efectuados en Venezuela, Italia y Estados Unidos, donde obtuvo sus títulos de licenciado, magister y doctor. Entre sus obras se destacan Miranda periodista, El papel de los medios en el Bloqueo de 1902,

Vida y tiempo de Renny Ottolina, El Museo de la Radio y El origen del Estado
democrático en Venezuela. Ha sido condecorado con las órdenes Andrés Bello, Andrés
Eloy Blanco, Francisco de Miranda y Cacique Yare. Obtuvo el “Premio Municipal de
Periodismo” en los municipios Sucre (1990) y Baruta (1991), así como el Premio
Iberoamericano de Periodismo (1996). Ha ejercido el periodismo en El Mundo, Radio
Caracas, Revista Élite, Radio Suave, Radio Monagas, El Diario de Maturín y El
Regional de Valencia. Fue corresponsal de International News de Londres en Caracas
y de la revista Doble Seis de Caracas en Estados Unidos. También dirigió los
departamentos de Prensa y Relaciones Públicas en el Ministerio de Educación, la
Universidad Pedagógica, la Universidad Simón Rodríguez y la Cantv. En el mundo
empresarial fue gerente corporativo de comunicaciones en Pequiven y Meneven,
gerente general de la Fundación Pampero y director de Diseños Plain Art.
Actualmente es colaborador de la revista Zeta.

 

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