No hay peor ciego que el que no quiere ver. Quienes no ven una salida no ven que el gobierno no encuentra como salirse del hueco en que se encuentra: sin pueblo, sin dinero y sin aliados internacionales.
Desde este «Balcón del Ciudadano» no se puede dejar pasar por alto el laberinto sin salida en que se encuentra Nicolás Maduro, quien en su lenta agonía sigue dando traspiés buscando una salida, sin importarle llevarse de por medio al país. Su caída no está en un madrugonazo al estilo del 4F ni por una invasión desde el norte, sino por su incapacidad para gobernar.
Esta semana el régimen recibió varios zahirientes golpes en lo financiero, político y social con la masacre ocurrida en una instalación policial que dejó 68 muertes, cuando el Estado tiene la responsabilidad de garantizar la vida de los privados de libertad. Lo sucedido, sin duda, le ha hecho doblar las rodillas, salvándose solo por la campana de la Semana Santa.
El primero de los golpes ha sido la “descertificación” por las principales calificadoras de las criptomonedas. Las páginas webs de calificación de proyectos de Ofertas Iniciales de Moneda (ICO) como «icoindex.com»o «icobench.com» han colocado notas sumamente bajas a la oferta del Petro, alegando en primer lugar el cambio en la cadena de bloques al pasar del Ethereum anunciado por Maduro, a la cadena de bloques del NEM, cambio que resultó sospechoso para analistas. Como resultado, el «petro» ha sido calificado por estos analistas como una estafa, lo cual obliga a los interesados en este proyecto a no invertir en él. A esto se añade que Maduro intentó sin éxito lanzar el Petro dentro de la OPEP.
El segundo escardillazo fue la declaración de San Petersburgo realizada en el marco de la Unión Interparlamentaria Mundial, en la que expresa su respaldo a la Asamblea Nacional como único ente legislativo del país y garantía de la lucha democrática y denuncia el carácter inconstitucional de la Constituyente, lo cual deja claro el fraude de la convocatoria electoral.
En el ámbito social, lo ocurrido en los calabozos de la Comandancia General de Policarabobo amerita, en primer lugar, la destitución de la Ministro del Poder Popular para el Servicio Penitenciario, debido a que lo sucedido no es nuevo ni es una situación aislada; pues, según innumerables denuncias, «todas las comisarías de policía de Venezuela están viviendo condiciones de hacinamiento, falta de alimentos y enfermedades».
El vía crucis oficial cierra esta semana no tan santa con una orden de restricciones económicas del gobierno Suizo y la prohibición de venta, suministro, exportación y tránsito a Venezuela de armas y bienes que puedan utilizarse para la represión interna. Mientras, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de los EE.UU impuso sanciones a otros cuatro altos funcionarios gubernamentales del (IVSS); (Banavih), (Sundde) y del exjefe de la Oficina del Tesoro Nacional de Venezuela. En total van 56 funcionarios, entre ellos miembros del Alto Mando Militar, ministros o las rectoras del CNE, como parte de los esfuerzos constantes para poner de relieve la mala gestión económica y la corrupción endémica que han sido características del régimen.