Para abril de 2017, existían 62 agrupaciones con fines políticos en Venezuela (entre nacionales y regionales). De ese grupo, y por imperativo del Consejo Nacional Electoral (CNE), 59 partidos optaron por renovar su militancia, de los que solo 22 lograron cumplir el proceso de recabar el 0,5 % de los electores inscritos en al menos 12 estados del país: Los otros 37 partidos quedaron invalidados y sin oportunidad de participar nuevamente en alguna elección en Venezuela.
Como plataforma política, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había quedado exenta de la renovación por haber participado en las elecciones parlamentarias de 2016 y obtenido más del 1 % de los votos del registro electoral, pero fuera de esta consideración, solo cinco partidos de la alianza opositora lograron superar la renovación de su nóminas: Avanzada Progresista (AP), Un Nuevo Tiempo (UNT), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Acción Democrática (AD).
Por el ala independiente, habían logrado validarse el Movimiento al Socialismo (MAS), el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), Nueva Visión para mi País (Nuvipa), Partido Unión y Entendimiento (Puente) y Unidad Política Popular (UPP89).
Posteriormente, y con la elección de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), cinco partidos políticos entraron en un estatus de “ilegalidad” por no haber postulado candidatos a las elecciones municipales de diciembre de 2017, lo que los obligaba a tener que asistir a una nueva jornada de validación el 27 y 28 de enero de 2018.
Voluntad Popular fue el primero en manifestarse y optó por no renovar su tarjeta ante el órgano comicial al igual que el Partido Unión y Entendimiento (Puente). Dicha decisión les costó quedar “ilegalizados”.
Luego le siguió la Mesa de la Unidad Democrática, quien por decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), quedó excluida del proceso de validación alegando que en su nómina existe “la doble militancia”.
Acción Democrática y Primero Justicia, por su parte, habían decidido asistir a la jornada de validación del 27 y 28 de enero, pero la tolda aurinegra no logró recabar las firmas necesarias. Debía entonces asistir a una jornada de reparos como lo estable la ley, pero el CNE no permitió que concurriera a la fase de reparación, por lo que el partido quedó “cancelado”.
Ante este panorama, en el cual sobreviven solo 17 partidos -dos de la alianza opositora: AD y UNT, luego que Avanzada Progresista quedará fuera de la Unidad por postular a Henri Falcón a la presidencia, El Nuevo País conversó en exclusiva con Bernabé Gutiérrez, secretario de organización de Acción Democrática.
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-¿Cuál es el estatus actual de la tolda blanca ante la decisión de no postular candidato a las elecciones presidenciales?
Desde el momento en que nosotros decidimos no participar en las elecciones presidenciales, en no tener candidato y no participar de ninguna forma en el proceso, el CNE tomó la decisión de impedir que postuláramos candidatos a los consejos legislativos y a elecciones sucesivas, y está en la fase de estudiar y definir la cancelación de Acción Democrática como partido político. Ellos alegan que ya es la tercera vez que Acción Democrática no participa en unas elecciones convocadas por el CNE y en función de eso nos quieren clausurar.
-En caso de que existiera un nuevo proceso de convalidación, ¿Acción Democrática asistiría?
Hay que esperar a ver cuál es la decisión definitiva de ellos. Porque si es la cancelación de Acción Democrática como partido nosotros iremos a la instancia inmediatamente superior que es el Tribunal Supremo de Justicia. Ahora, si de nuevo nos mandan a un proceso de validación, también nosotros iríamos allí. Y de nuevo, desde ya le digo al CNE que Acción Democrática recogerá las firmas necesarias para validarse como organización política.
-Cada vez que el CNE convoca a una nueva jornada de revalidación, quedan partidos por fuera. ¿Acción Democrática no teme quedar ilegalizado?
Acción Democrática es un partido que, por su historia, tanto desde su nacimiento como cuando hemos sido Gobierno y oposición, siempre ha estado unido al pueblo venezolano, y eso nos introdujo en el sentimiento, en el cariño y en los tuétanos de la gente. No hay un partido político que tenga una historia más grande, más hermosa, más nacionalista que Acción Democrática. Nosotros si somos un partido revolucionario y lo demostramos en el trienio de Rómulo Betancourt, en el 45-48 cuando hicimos las grandes reformas en materia electoral, económica, política, cultural, educativa. La nacionalización de la industria del hierro, del petróleo y del aluminio es obra de Acción Democrática. El plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho para que jóvenes egresados de universidades venezolanas fueran a adquirir conocimientos a otras universidades de prestigio en el mundo, es obra de AD. El partido que creo los programas sociales sin estar ofendiendo la dignidad del ser humano, sin estar pidiendo carnet político, fuimos nosotros. El sistema de salud integral en todo el país, gratuito para todos los venezolanos, fuimos nosotros. Entonces, ¿cómo nos quita Maduro del sentimiento del pueblo venezolano? No puede.
-Hay una postura unánime dentro de la oposición de no convalidar las elecciones y por ende de no participar, pero ¿qué sigue? Fraudulentas o no, ¿cuál es la ruta a partir del próximo 21 de mayo?
Nosotros estamos pidiendo, tenemos esperanza de que esas elecciones, por miles de motivos y miles de razones, pudieran posponerse y hacer unas elecciones con ciertas garantías, donde la oposición pueda participar. Acción Democrática ha dicho que si esas elecciones se posponen y hay garantías de condiciones, nosotros vamos a participar y vamos a hablar con los demás factores de poder de la oposición para que participemos, pero esa es nuestra posición hasta hora.