Partiendo de que el acuerdo entre Ciudadanos y Partido Popular para investir a Cristina Cifuentes presidenta de la Comunidad de Madrid en 2015, incluye la dimisión por cualquier engaño en el CV. El acuerdo, específicamente, dice: «separación de cualquier cargo público que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica». El máster de Cifuentes tiene en vilo la gobernabilidad de la capital española.
El pasado martes 17 de abril, Cifuentes ha renunciado… al máster. Declaró haber enviado una carta al rector de la universidad renunciando al polémico máster y pidiendo disculpas «a cualquiera que haya podido sentirse agraviado», reiterando que no cometió ninguna irregularidad y que solo hizo lo que le pidió la Universidad.
Tras esta decisión, el líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado, ha asegurado en exclusiva para la revista Zeta que «más que una carta de renuncia es una carta de confesión. ¿Por qué renuncia al máster si hizo todo con total legalidad? Esto no cambia para nada nuestra posición», de esta manera se ratifica en su postura de exigir la dimisión de Cifuentes como Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Aguado ha recordado que «la cuenta atrás sigue adelante hacia la moción. Plazo hasta final de mes. Hay que poner un candidato alternativo» a que presida Madrid porque Cifuentes no ha sido clara. «Esto no es más que otra huida hacia adelante, ya hizo lo mismo con el Canal Isabel II, cuando le llega el agua al cuello, reacciona. Esto demuestra que hubo un claro trato de favor. Un responsable de un banco no ingresa 1 M de € sin que el que lo recibe lo sepa. La única beneficiaria de esta trama es Cifuentes. La investigación judicial tendrá cosas que decir», expresó el líder naranja.
Cronología del «Mastergate«
Comienza la polémica por el Máster en Derecho Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos. El pasado 21 de marzo saltó a la opinión pública un tema que todavía hoy, casi un mes después, sigue titulando todos los diarios impresos, programas de tertulias en radio y televisión, así como los diarios digitales y las redes sociales. «Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas«, rezaba el titular del diario español que sacó a la luz la exclusiva que ha dado de qué hablar en los pasillos de los ministerios, las sedes de los partidos, las asambleas y congresos, La Moncloa, la Puerta del Sol y el bar de Manolo. Las primeras reacciones de los implicados fueron bastante básicas: La universidad asegura que se trata de un error administrativo y Cifuentes niega todas las acusaciones.
Ciudadanos va con cuidado
Ante esta situación, el partido aliado de Cifuentes en la Comunidad de Madrid, Ciudadanos, se muestra cauteloso y pide una investigación. Ignacio Aguado, el portavoz del partido naranja, exige una investigación. Todavía no acusa a Cifuentes.
Y comienza la comunicación de crisis: Ese mismo día, quizá uno de los más largos de su carrera, el equipo de Cifuentes muestra las notas del máster de la presidenta de Madrid, donde se evidencia que ella aprobó todas las materias, inlcuído el TFM.
Sigue siendo 21 de marzo, 23:00 Hrs. Cifuentes lanza un video por twitter asegurando que todo es falso, que el diario que sacó la información y la periodista que firma la entrega, están mintiendo y que, por tanto, ella no va a dimitir.
Al día siguiente (por fin) un grupo de estudiantes presenta una denuncia en la Fiscalía Provincial de Madrid pidiendo que se abra una investigación. Posteriormente, la Universidad anuncia el inicio de una investigación interna para aclarar los hechos. Unos días más tarde, el 26 de marzo, Cifuentes anuncia que presentará una querella contra el director del medio y la periodista que firma la noticia, por difamación. Pero un par de días después, el mismo diario publica otra información: Cifuentes se habría matriculado tres meses después de haber comenzado el máster.
El 4 de abril estalla otra bomba: Las firmas son falsas. El documento que acredita que la presidenta de la Comunidad de Madrid aprobó el TFM el año en el que se matriculó habría sido fabricado horas después de que estallara el escándalo. A lo que la Comunidad de Madrid respondió que los documentos que aportó la presidenta Cristina Cifuentes para acreditar el cumplimiento de los requisitos de su máster, llegaron al Gobierno regional y fueron reenviados a la prensa tal como llegaron desde la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Pleno Extraordinario
El 4 de abril, Cifuentes asiste a la Asamblea de Madrid para «defender su honor» y responder a las preguntas de la oposición. Durante la sesión parlamentaria, admitió que no asistió a clase ni se presentó a exámenes porque así lo acordó con la dirección del máster, a lo que todos los grupos parlamentarios respondieron pidiendo su dimisión, excepto PP y Ciudadanos.
El 5 de abril, la Universidad dice apreciar indicios de un delito de falsedad documental y traslada la investigación a la Fiscalía, ante lo cual el PSOE de Madrid a través de su presidente, Ángel Gabilondo, presenta una moción de censura contra Cifuentes, Podemos se suma a la iniciativa y exhortan a Ciudadanos a unirse.
Luego vinieron días de subidas y bajadas, pero el tema seguía allí. El director del máster asegura que el rector le pidió reconstruir el acta del TFM de Cifuentes, el rector lo niega, Cifuentes insiste en su inocencia y es abrazada por su partido en la Convención nacional celebrada en Sevilla, el rector del a universidad niega las acusaciones en su contra, en fin, una suerte de «papa caliente» entre todos los implicados, a ver quién se quema.
El 9 de abril, Ciudadanos retira su apoyo a Cifuentes, a través de las declaraciones del líder del partido naranja en Madrid, Ignacio Aguado, quien acaba pidiendo la dimisión de la presidenta. Posteriormente, el 10 de abril, Laura Nuño, una de las profesoras cuya firma fue falsificada, dimitió por «falta de confianza absoluta», ya que, asegura, nunca dio clase en ese master ni dio su permiso para poner su firma en esa acta. El 13 de abril el rector de la universidad suspende de forma cautelar al director del máster, Enrique Álvarez Conde y abre un expediente disciplinario a Amalia Calonge, funcionaria que habría cambiado las notas de Cifuentes.
Luego de esto, la renuncia. Ya veremos qué dice la fiscalía, qué dicen los partidos, qué dicen los madrileños y qué dicen los españoles.