*La salida electoral, con condiciones adversas o no, ha sido la alternativa de la gran mayoría de los venezolanos. La decisión de la MUD de no asistir a las elecciones, proyectó a Henri Falcón como la alternativa electoral entre los no-chavistas y las encuestas confirman que él puntea en la intención de voto. Lo cual no quiere decir que gane en estas elecciones.
Se ha formado una gran algarabía porque la mayoría de las encuestas dan ganador a Henri Falcón, a pesar de haber sido segregado de la MUD. Pero, ¿será eso posible?
El cambio en la oposición
La encuesta de DatinCorp fechada el 9 de abril muestra un panorama que ya se había anunciado en términos de la candidatura de Henri Falcón, pero también indaga algunos otros temas de interés nacional.
Los venezolanos que se identifican como chavistas son el 23% de la población, lo que no muestra ninguna variación significativa en el tiempo. En abril de 2016, la encuestadora medía esa identificación en 22%. En cambio los que se identifican con la oposición sí han variado. En ese abril pasado eran el 48%, mientras ahora son apenas el 30% de la población entrevistada. En realidad en las mediciones de julio pasado, cuando se hizo esa recordada consulta popular que movilizó a unos 7,6 millones de venezolanos para rechazar la convocatoria a la Asamblea Constituyente Comunal, los opositores alcanzaban el 44%. Desde entonces ha ido bajando su adhesión hasta el nivel actual. Cerca del 40% de los venezolanos se define como “no-alineados”, según la encuestadora. Esto muestra la poca capacidad de la oposición para construir una fuerza de cambio con base en el descontento, producto de la crisis que vive el país y que reportan todas las encuestas.
Crisis y salidas
Como el asunto de la emigración masiva está sobre el tapete, DatinCorp indagó sobre el tema. El 60% de los venezolanos si tuviera la oportunidad se iría de Venezuela, nos dice la encuesta, solo los chavistas en un 70% dicen que no lo harían, frente a tres cuartos entre los opositores que sí lo harían y dos tercios de los “ni-ni”.
Frente a la situación crítica de Venezuela, sólo un 21% dice que le daría otra oportunidad a Maduro, proporción que bajó del 28% recogido en la encuesta de febrero. En la última encuesta, casi tres cuartos de los venezolanos quieren que Maduro se vaya cuanto antes.
Entre los opositores y no-alineados, se indagó cuál opción les parece más apropiada para la salida de Maduro y solo un 20% prefiere “no ir a elecciones, sino expulsar al gobierno por la fuerza”. El 74% que opta por la vía electoral está compuesto por un 23% que votaría si cambian las condiciones y un 51% que considera que la salida es una votación masiva aún con las condiciones actuales. En proporción similar opinan opositores y no-alineados.
Votar o no votar
Los chavistas son los más decididos a votar, alcanzan el 98%, luego están los opositores con 60% y con 46% los no-alineados. En toda la población la intención de voto llega al 73%, lo que es un avance de 12 puntos frente a la anterior medición de febrero. Sin embargo, cuando se pregunta a la muestra extrayendo a los chavistas, si comparte la idea de que “De nada sirve votar si igualmente el gobierno va a ganar las elecciones haciendo trampas y fraude” y el 56% opina que sí, frente a un 34% que no lo comparte. Los “de acuerdo” llegan a un 61% entre los opositores y 52% entre los no-alineados.
A esa desesperanza se opone que el 51% del grupo no-chavista opina que “Si votamos todos, Maduro no gana así haga todas las trampas que quiera. Somos demasiados”, alcanzando el 55% entre los opositores y 49% entre los no-alineados. Es decir, la mitad de los no-chavistas, y en especial los no-alineados, no tienen confianza en que la MUD, como organización opositora, tenga la fuerza para movilizar a esa mayoría. Sin duda las dos pasadas derrotas electorales, la falta de unidad interna y la campaña anti-MUD contribuyeron con esto.
Falcón adelante
Al preguntárseles por quién votarían si las elecciones fueran el próximo domingo, Henri Falcón saca una ventaja de 12 puntos frente a Maduro, quien solo recibe el apoyo del 22% del total y del 88% de los chavistas. Por Falcón votaría el 63% de los opositores y 32% de los no-alineados.
Entre los que están realmente decididos a votar, la diferencia Maduro-Falcón se achica a 8 puntos, pues Maduro sube al 32% y Falcón al 40%. El chavismo es un grupo compacto que va a votar sin dudas por su candidato (91%). El pastor Javier Bertucci en esta medición alcanza los 11 puntos porcentuales. En un escenario polarizado, sin Bertucci, Falcón obtiene 20 puntos de ventaja sobre un Maduro que retrocede al 22%.
En el foro Perspectivas: “El embargo viene, ¿cómo sobrevivir?”, que se realizó recientemente, la empresa Ecoanalítica donde participaron Saúl Cabrera por Consultores 21, Félix Seijas por Delphos y Luis Vicente León, de Datanálisis, también concluyen que Falcón como candidato opositor le ganaría a Maduro.
Pero “Maduro gana”
Sin embargo, no es suficiente tener los votos, hay que movilizarlos y cuidarlos. Además hay que supervisar y monitorear el sistema automatizado de votación a un nivel técnico muy elevado y competente. Y para esos asuntos hay que tener una maquinaria que Falcón y los tres partidos que lo apoyan, COPEI, MAS y Avanzada Progresista, no la tienen en suficiencia. Solo baste ver que Primero Justicia perdió el estado Miranda justamente por esas faltas.
Además habría que entusiasmar a la población desesperanzada, para que esa intención de voto se transforme en votos y esos votos se defiendan mesa a mesa, y eso no lo logró la MUD en las pasadas elecciones con un panorama de intención de voto similar y una maquinaria mucho más desarrollada. Eso sin hablar de las presiones casi de sobrevivencia que se ejercen con las menguantes bolsas o cajas CLAP, los bonos millonarios a los de los Carnet de la Patria y otras trapacerías recientes del régimen.