Por Rafael Bayed
¿Alguien me puede decir por quién votar si no tenemos Estado de Derecho y el CNE viola los procedimientos y procesos?
Hace unos meses en el montaje de zarzuela mala, mal llamada ANC, a petición de Maduro, se convoca a elecciones presidenciales adelantadas, sin cumplir con el ordenamiento jurídico vigente. Claro, cuando no hay Estado de Derecho quien tenga un ápice de poder hace lo que en ganas le venga, y el régimen tiene todos los poderes secuestrados, y al legislativo doblegado e irrespetado.
Inmediatamente, las servidoras del régimen, todas comunistas confesas, ordenaron las elecciones presidenciales para complacer al regente y sus lacayos, un altibajo en la fecha, pero lograron estar de acuerdo para el 20 de mayo.
Establecieron el cronograma que les dio la gana y como les dio la gana, con todos los vicios de un proceso electoral impuesto por una dictadura, para seguir legitimando el régimen castromadurista.
Arrancaron las inscripciones y estos son los candidatos que quieren que los demócratas voten por ellos.
Nicolás Maduro: sin oficio, ni profesión, flojo y sin preparación, arrocero, sindicalero impuesto, oscuro personaje que fue de la mano de Chávez, escalando posiciones hasta llegar a ser el hombre de más confianza de los Castro. Sociópata, falso, contradictorio; engaña y chantajea por placer; irritable y agresivo; mentiroso y defraudador; sin remordimiento de sus acciones. Todo es culpa de los demás, y lo peor, corrupto descarado. El empresario brasilero Euzenando Azevedo dijo que le había entregado 35 millones de dólares a Maduro, y hasta la fecha nadie dice nada. La impunidad es generalizada y la complicidad indeterminable.
Desde el año 2000 hasta nuestros días pocos pueden decir «no forniqué».
Henri Falcón: sargento técnico. Inició su carrera con Chávez. Es responsable de muchas atrocidades. En la etapa del comienzo de la imposición castrocomunista de Chávez. Exalcalde de Barquisimeto y exgobernador del estado Lara. Para nadie es un secreto su cercanía con varios jerarcas del régimen.
Reinaldo Quijada: ingeniero en electrónica. Fue el primer candidato en inscribirse en la contienda. Se presenta como un «defensor del proceso revolucionario”. Es hijo de Manuel Quijada y es responsable de la anarquización del poder judicial.
Luis Ratti: es empresario y pastor evangélico del estado Aragua. Promete «un camino diferente» al del chavismo y al de la oposición que han dominado la política venezolana desde 1999. Pese a presentarse como independiente, es conocido que Ratti apoyó a Chávez y posteriormente a Maduro hasta 2016.
Javier Bertucci: no formalizó personalmente su candidatura ante el CNE, sino que lo hicieron representantes del grupo de electores «Esperanza por el Cambio». Bertucci estuvo involucrado hace unos años en asuntos poco ortodoxos en su secta. Luego apareció ligado al escándalo de los «Panamá Papers» en 2016, pero siempre ha defendido su inocencia.
¿Alguien me puede decir por quién votar si no tenemos Estado de Derecho, cuando los cuerpos de seguridad están confundidos con los grupos de delincuentes llamados colectivos, cuando el CNE viola los procedimientos y procesos, cuando nadie tiene concepto de lo que es función de Estado o función Pública?
No hay una sola propuesta, de nadie, sobre el restablecimiento de las instituciones democráticas, todos con ofertas demagogas y populistas.