Es asunto de vida o muerte salir del gobierno de Nicolás Maduro para evitar que sigan muriendo personas de hambre y enfermedades

Por José Curiel

Es asunto de vida o muerte salir del gobierno de Nicolás Maduro para evitar que sigan muriendo personas de hambre y enfermedades.

Flota en el ambiente un cambio democrático. La opinión nacional e internacional rechaza el intento de realizar unas elecciones fraudulentas para consagrar a Maduro como presidente durante los próximos 6 años y más allá, al estilo de los Castro.

79 países, y la gran mayoría del país, rechazan la farsa del 20 de mayo. Este régimen no puede seguir porque ha destruido al país y ha hundido a los venezolanos en la más espantosa miseria. Según informaciones de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional la inflación, al final del año 2017, terminó en 2616 %. Es la más alta del mundo.

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) señalan que esta llegará a la cifra astronómica de 14.000% al final del 2018. Hoy, según el Cenda, una familia necesita gastar 75 millones de bolívares para comprar la cesta alimentaria de un mes, o sea, 192 salarios básicos. El régimen inhumano de Nicolás Maduro no cambia su fracasada política económica y no acepta la ayuda humanitaria. Es un asunto de vida o muerte. O se cambia al gobierno ahora o morirán decenas de miles de personas de hambre y de enfermedades. Morirán familias de civiles y militares de hambre y enfermedades. Solo una cúpula podrida pretenderá sobrevivir. ¿Qué hacer?

El próximo gobierno democrático deberá tomar medidas de extrema urgencia, entre otras:

         1- Aceptar la ayuda humanitaria de inmediato que han ofrecido diversos gobiernos e instituciones internacionales.

         2- Dejar de imprimir dinero inorgánico, o sea, dinero sin respaldo, que es como tratar de apagar el fuego con gasolina, incrementando la inflación.

         3- Implementación de una política económica que promueva la producción nacional agrícola, manufacturera, de construcción, turística, petrolera y minera, generándose la creación de bienes y servicios así como la multiplicación de miles de empleos productivos. O sea, aumentando el poder adquisitivo de la población y combatiendo la escasez de productos reduciendo la pobreza. O sea, todo lo contrario a la política comunista de este régimen.

         4- Privatizar las 2.000 empresas que ha expropiado este régimen que ahora están paralizadas

         5- Repatriación de los capitales corruptos de más de 300.000 millones de dólares para contribuir a la reconstrucción de Venezuela.

Estas y otras importantes recomendaciones las hizo el economista Francisco Chirinos en el acto de presentación del programa “El día después…”, realizado el 28 de febrero en el Colegio de Ingenieros de Caracas.

Estamos en las vísperas…!