ramos allup

Divide y vencerás

Por.- JAIME GRANDA

 *El gobierno y sus asesores manipulan muy bien a políticos y trabajadores. La MUD insiste en no votar en elecciones del 20 de mayo, mientras algunos de sus dirigentes se pasan al bando de votantes.

Frente a millones de venezolanos que sufren la destrucción de los servicios públicos básicos, un gobierno altamente rechazado muestra imágenes de trabajadores apoyándolo en su día internacional.

Eso ocurre aunque miles de trabajadores están abandonando empresas como las básicas de Guayana, las petroleras y las de servicios públicos como Corpoelec, CANTV, hidrológicas y toda la administración pública.

Voceros laborales han explicado durante muchas protestas, incluso el mismo primero de mayo, que los supuestos trabajadores que respaldan al régimen son militantes del partido de gobierno con los que fueron infladas todas las nóminas del Estado.

La misión de esos militantes no es velar por el buen desempeño de las instituciones, sino estar presente en cada acto político a cambio de salarios, bonos y cajas de alimentación.

A esos militantes no les importa el deterioro de los servicios públicos porque están convencidos que es una manera de castigar a quienes se oponen a la “revolución bonita”, y son los “traidores a la patria”.

Algunos empleados públicos demuelen esas imágenes al denunciar que son obligados a marchar en cada acto político del candidato a la reelección.

Servando Carbone, coordinador de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público (Fentrasep), aseguró que la actual  es la “gestión más nefasta” de un presidente que dice ser obrero y precisó: “Las prestaciones sociales eran el ahorro del trabajador. Uno sabía que tenía eso allí y que lo podía utilizar, en algún momento, para diferentes gastos. Hace años ese dinero alcanzaba para costear algo. Ahora, si son 60 días que se depositan trimestralmente y el empleado gana salario mínimo, cuando llegue a diciembre lo que tiene ahorrado no va a servirle para nada por la hiperinflación que tenemos”.

Las estrategias de manipulación de la opinión pública para dar la impresión de que el gobierno cuenta con gran apoyo popular confunden a muchos opinadores, dentro y fuera de Venezuela.

Los divididos

Parte de la oposición no quiere asumir que la división no ayuda a la tarea de superar la crisis humanitaria que sufre Venezuela.

Ante la inocultable y creciente debilidad del plan de convencer a las mayorías opositoras de que no deben ir a votar porque eso convalida al régimen y el rompimiento de dirigentes y diputados con ese plan, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ofreció una conferencia de prensa el jueves.

En la misma, el expresidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, destacó el consenso de no participar en los comicios del 20 de mayo, pero admitió que no se puede garantizar que “de todos los militantes de un partido, alguno no diga que quiere votar”.

El comunicado emitido ese día por la MUD plantea: “tomando en cuenta que de acuerdo a la Constitución el próximo Presidente de la República que sea electo tomará posesión de su cargo el 10 de enero de 2019, la realización de una elección en el mes de mayo de este año, es una precipitación con fines ventajistas; por lo que está claro que lo que le conviene al interés nacional, es la realización de una verdadera elección presidencial en el primer o segundo domingo del mes de diciembre de este año tal y como lo han exigido la Unión Europea, el Grupo de Lima y otras instituciones internacionales, rodeadas de suficientes garantías que aseguren unas elecciones libres acatadas por todos, que es la solución de fondo a la actual crisis política; de allí que la suspensión de lo pautado para el 20 de mayo es lo que le conviene al interés nacional, y es lo que debe hacer el gobierno para restablecer las  reglas democráticas que deben aplicarse en unas elecciones realmente libres”.

Luego plantea que si el gobierno no modifica el cronograma electoral, la mayoría de opositores no debe participar en ese fraude electoral y deben dejar desoladas las calles del país, dejarlos solos, como la manera de expresar nuestro rechazo al régimen de Maduro y al fraude electoral del 20 de mayo.

El diputado a la AN por Un Nuevo Tiempo (UNT) Enrique Márquez anunció el miércoles su decisión de apoyar la candidatura de Henri Falcón, que considera que cuenta con el apoyo de la mayoría de ciudadanos y explicó que es “un candidato de la coyuntura, que puede tener todos los defectos que mucha gente le ve, pero es el que está allí”.

Agregó: “yo en lo particular he perdido mucho la esperanza de que a nivel de la Mesa de la Unidad Democrática, pueda haber un debate enriquecedor, percibo mucho sectarismo, mucho personalismo, que ha impedido, inclusive, muchas decisiones favorables para el país”.

El diputado Márquez reiteró  el jueves su posición y enfatizó que «si se sigue el camino de la abstención, no vamos a poder cambiar al país» y explicó que decidió apoyar el camino del sufragio, luego de leer al líder opositor Henrique Capriles, llamando a la oposición a que reflexione sobre las decisiones que está tomando.

Por cierto que Rafael Simón Jiménez, otro decepcionado del chavismo, escribió el domingo pasado: “Quienes estamos decididos a derrotar electoralmente a un gobierno repudiado por más del 80 por ciento del país, y quienes se empeñan en abstenerse sin ofrecer ruta o salida distinta a resignarse a seis años más de destrucción de nuestra martirizada Venezuela, tenemos que entender que por encima de nuestras diferencias que serán dirimidas el 20 de Mayo, tenemos un adversario común que es Maduro y su destructivo régimen, y un idéntico objetivo, que es impulsar, una transición democrática para la reconstrucción económica, social, moral e institucional de nuestra patria. Cada vez que un opositor pierde tiempo atacando con alevosía y saña a Falcón, proponiéndoselo o sin proponérselo le está sirviendo a los intereses políticos y electorales del régimen.

“Cada vez que en las redes sociales, soy destinatario de mensajes que proviniendo del campo opositor buscan calumniar y agraviar a Falcón, yo simplemente contesto a los rabiosos  compañeros, especialistas en disparar hacia los lados y olvidar que el único y verdadero adversario está al frente: ¿“Y PARA NICOLAS MADURO Y SU GOBIERNO QUE  ESTA DESTRUYENDO A VENEZUELA, NO TIENES NADA?”.  Generalmente un hálito de rubor pareciera detener al menos por corto tiempo, esta infame campaña que en el fondo le lanza un salvavidas a un régimen que naufraga”.

Esta semana vimos en varios medios la opinión del profesor  emérito de la Universidad de Oldenburgo, Alemania, Fernando Mires, quien, entre otras ideas, explica: “La dictadura demostró tener un conocimiento exacto de la MUD. Sabía que no tenía candidato y que -dadas las rivalidades entre los partidos del G4- iba a ser difícil que lo tuviera, por lo menos a corto plazo. Ese fue sin duda el primer error que llevaría a la MUD a cometer el segundo, el más grande de su historia: no levantar candidatura frente a un gobierno que había alcanzado sus puntos más bajos de aprobación. La no-existencia de condiciones electorales mínimas, en lugar de convertirse en una consigna de participación, se convertiría así en un llamado a la apatía, a la resignación, a la nada. La única candidatura de la MUD es hoy la señora abstención lo que para una asociación electoral -la MUD es eso- significa una (auto) condena a muerte”.