Por.- RICHARD SANZ
El temblor incontenible en su cuerpo lo sorprendió en la calle. Se desploma sobre el pavimento en medio de convulsiones y al rato se desmaya.
Tras el episodio epiléptico, aún tendido en piso, es socorrido por un grupo de personas que ese mismo día protestaba por la crisis humanitaria que estremece a Venezuela. Moreno, canoso, con barba de varios días y una delgadez que demacraba su rostro, Alexis Idriogo, de 57 años de edad, contaba a los que lo ayudaban que no había comido porque no tenía dinero y que llevaba seis días sin recibir los medicamentos que evitan que convulsione: Carbamazepina de 200 miligramos (mg), Bromazepam 100 de mg y Fenobarbital 100 de mg.
Aún restableciéndose, el hombre relató que esos fármacos los había solicitado al 0800-salud-ya (0-800-72583-92), el pasado mes de noviembre y que a pesar de prometerle que se las enviarían, jamás se las entregaron.
El episodio, que nunca se leerá o verá en alguno de los múltiples medios de comunicación manejados por el régimen de Nicolás Maduro, ocurrió el pasado 04 de abril cerca del mediodía, frente a la Secretaría de Salud ubicada en la avenida San Martín de Caracas, a donde Alexis Idriogo iba a preguntar, récipes en mano, si tenían las medicinas que requiere con urgencia.
Se fue con las manos vacías.
Plan fracasado y excluyente
El 0800-salud-ya es un programa que lanzó el régimen de Maduro en febrero de 2016, con el objetivo de “proteger al pueblo de la guerra económica”, ante la escasez de medicinas que acaba con la vida de los venezolanos.
Luego que su implementación resultara un fracaso debido a las dificultades surgidas por la dificultad de comuncación para hacer la solicitud de los medicamentos y –en caso de lograrlo hacer el pedido-, ante el incumplimiento con la entrega de los mismos, Maduro decide en octubre del año pasado “relanzar” el 0800-salud-ya, pero con un componente que excluye a millones de venezolanos: solo los que tengan el “carnet de la patria”, podrán optar al beneficio prometido.
Asimismo, la propaganda oficial asegura que el objetivo del plan “será atender las necesidades en materia de salud de la población, para que las personas que necesiten medicinas puedan obtenerlas”.
No obstante, el “contacto con la realidad” dice otra cosa: Isabel sufre de diabetes y tras marcar 54 veces el número 0800-salud-ya el pasado mes de diciembre, hizo la solicitud del tratamiento que lleva cinco meses esperando que le cumplan. Ella tiene 75 años y en abril cobró una pensión de 549 mil bolívares, pero la caja de Amaryl –fármaco que regula los niveles de azúcar en la sangre-, “milagrosamente” reapareció en los anaqueles de una red de farmacias de Venezuela con un precio inaccesible para ella y para la mayoría de los venezolanos: casi dos millones de bolívares.
Como si de cumplir una penitencia “socialista” se tratara, Isabel acude al menos una vez por semana a una sede del Ministerio de Salud en Caracas, así como a dos Centros de Diagnóstico Integral (CDI), aledaños a su residencia, para ver si llega alguno de los tratamientos que requiere, pero la respuesta casi siempre es la misma: “Pase después abuela, que no han despachado nada”.
Su organismo resiente la crisis humanitaria que impacta al pueblo: su visión se nubla con más frecuencia, su circulación empeora y teme que el descontrol en sus niveles de azúcar termine afectando sus riñones, en un país donde las personas mueren por no contar con centros de diálisis operativos.
“Nos estamos muriendo”
La falta de respuestas del régimen chavista a través del 0-800-salud-ya se evidencia en las calles, donde las protestas de pacientes, en especial de los que padecen enfermedades crónicas, se registran casi a diario.
En una especie de “holocausto socialista”, los venezolanos con VIH, epilépticos, cáncer, mal de Parkinson o trasplantados parecen condenados a morir ante la negativa de un régimen de abrir las puertas a la ayuda humanitaria que ofrecen distintos países. No solo es el drama de no contar con la medicina, es la búsqueda del tratamiento que también agobia al que padece la enfermedad al igual que a su entorno familiar, así como la creciente frustración cuando en la mayoría de las veces es imposible disponer del fármaco ya sea porque escasea o por su alto costo.
“Nos estamos muriendo, señores, nos estamos muriendo de hambre, de desidia, de inseguridad, por medicamentos ¿hasta cuándo este gobierno nos hace pasar por esto? (…) no es posible, los de diálisis, los de parkinson, todos, todos necesitamos medicamentos, ayúdennos señores”.
Ese fue el clamor que reseñó la agencia EFE , gritado por Elisa Plaja, que entre lágrimas y gritos, clamó por ayuda durante una manifestación realizada el pasado 15 de abril ante la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Caracas, para exigir la apertura de un canal humanitario que permita el ingreso de medicinas para los enfermos crónicos.
¿Cuántos más tendrán que sufrir o morir ante la indolencia de un régimen que niega esta realidad que se padece en Venezuela? ¿Será que los venezolanos ya están próximos a resignarse ante esta situación?
Twitter: @rsanz777
Testimonios vía Twitter
Aunque el régimen de Maduro, a través de su aparato propagandístico habla de “salud potencia”, e incluso su vicepresidente Tareck El Aissami dijo recientemente que Venezuela contaba con un sistema de salud “vergatario”, la realidad se ve en las calles, en los hospitales y repercute a través de las redes sociales, donde los usuarios de Twitter ruegan a las autoridades que cumplan con la promesa de “atender al pueblo”, a través del 0-800-salud-ya:
- @Chavista_alegre / 2 may: saque el bendito carnet (obligao por mi familia) con la intensión de poder conseguir los remedios Para el corazón, la tensión y mi diabetes con el 0800SaludYa 😂 y soy tan salao que cuando lo hice quebraron el sistema, ya no funciona mas…
- @Hindu_Anderi / 30 abr: Francisco Mata, Urb Jorge Cor, calle Francisco Esteban Gomez, Nueva Eparta, Glucofage, janubia y alpran 0800saludya 7 veces ha llamado y nada tlf 04263846682.
- @dayumercal1 / 1 may: En Calabozo estado Guárico se están robando los medicamentos del 0800saludya (tratamientos permanentes), los entregan una sola vez y después uno llama y le dicen que sí los están recibiendo, que emita un reclamo o vaya al CDI y allí dicen que nunca los han enviado, que es mentira.