Por Leopoldo Puchi
La nueva Constitución que estaría redactando la ANC preocupa a mandatarios de la región, porque aadoptaría un sistema similar al de Cuba.
Según informan algunos medios, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, habría expresado su preocupación, durante su reciente visita a Miami porque la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela estaría redactando una nueva Constitución que se haría pública después de las elecciones presidenciales del 20 de mayo. Según Santos, la nueva Constitución adoptaría un sistema de gobierno semejante al vigente en Cuba.
Sorprende, por supuesto, que Santos se haya mostrado alarmado al dar a conocer la información que le suministraron “los servicios de inteligencia”, puesto que Colombia mantiene muy buenas relaciones con Cuba, precisamente el país que está estructurado bajo la forma de organización y funcionamiento del “sistema cubano”. De modo que si se tratase de una posible adopción por Venezuela de ese sistema, no se tendría que esperar que las relaciones desmejoren.
Como se sabe, las buenas o malas relaciones entre los países no dependen de los sistemas políticos. Gobiernos de monarquías dictatoriales tienen excelentes relaciones con gobiernos de sistemas parlamentarios; democracias de segundo grado con democracias de primer grado; gobiernos comunistas con democracias liberales; Estados religiosos con Estados laicos; gobiernos eficientes con gobiernos ineficientes o corruptos.
¿Por qué tal variedad de buenas relaciones entre Estados con sistemas diferentes o entre gobiernos con mejores o peores desempeños? Porque la política exterior de los Estados se guía por intereses y en función de ellos se hace diplomacia, se establecen tratados y alianzas, se convive pacíficamente y también se hace la guerra. De modo que habría que explorar cuál interés específico lleva a Santos a denunciar la posible adopción por Venezuela del sistema político de la isla caribeña.
Durante décadas, Venezuela y Colombia mantuvieron buenas relaciones, a pesar del muy mal desempeño económico de los gobiernos colombianos, escaso funcionamiento democrático, corrupción, violación de los derechos humanos, narcotráfico e inmigración de millones de colombianos que eran desplazados por causas humanitarias. ¿La razón? Tal vez, a los gobiernos venezolanos les interesaba la paz, que se combatiera la guerrilla y que se contuvieran las ambiciones fronterizas del país hermano. Por eso la ayuda y la tolerancia que siempre se le brindó.
Ahora bien, si no es el tipo de modelo político o la emigración o la ineficiencia del gobierno una causal razonable para explicar las tensiones entre Colombia y Venezuela ¿Cuál puede ser la explicación? Seguramente pudiera estar en dos intereses de Bogotá: de un lado, el aislamiento de Venezuela, que pudiera favorecer la expansión hacia territorios en disputa; del otro, el cumplimiento de una misión geopolítica que le permitiría manejar fondos de reconstrucción, que posteriormente pagaría Venezuela. Sobre esto, ya se adelantan conversaciones en el Fondo Monetario Internacional. El amor y el interés se fueron al campo un día…