Por Alex Vallenilla / @alexvallenilla
-La crisis venezolana se expande alrededor del mundo y lo hace con la subida del precio petrolero, árabes, rusos y norteamericanos coinciden en que no suba de 80 dólares
Tras la pérdida de producción petrolera en Venezuela, en medio de un proceso de colapso de la industria de hidrocarburos en este país, la gasolina y el petróleo han estado subiendo en el mundo, debido a que la OPEP ha dejado de enviar al mercado internacional más de un millón de barriles diarios que ha perdido Pdvsa, con lo que el cartel cumple sus cuotas de reducción para impulsar los precios al alza.
Arabia Saudita capitaliza las pérdidas de Venezuela, luego que ha estado dispuesto no sólo a cubrir los mercados que este país está abandonando sino también los de Irán con las nuevas sanciones norteamericanas por las diferencias con el pacto nuclear. Existe también un consenso de parte de Rusia en materia de precios, país que coincide con los norteamericanos de que el precio del crudo no puede dejarse subir sobre los 80 dólares para no producir distorsiones en el mercado mundial. Los árabes también han subido el precio del petróleo en los últimos tiempos para atender la demanda de Asia, las entregas de julio tienen un valor de 20 centavos de dólar adicionales, con un precio que ya se ubica en 73,92 dólares, el más alto desde finales de 2016 cuando comenzó el plan de la OPEP.
La caída de producción de Venezuela se ha convertido en un factor perturbador con efectos globales, no sólo ha impactado al país con la peor crisis económica nunca vivida por los venezolanos, con una hiperinflación que apunta a 30.000%, además con una ola de escasez de bienes y servicios y el colapso general de los servicios públicos, así como la paulatina paralización del gobierno en distintos sectores, sobre todo en los de educación, salud e infraestructura, sino también con efectos fuera de sus fronteras, como es la emigración masiva de venezolanos hacia países latinos tales como Colombia, Brasil, Perú, Chile, Argentina, Panamá, entre otros.
Venezuela sacude las regiones
El “Efecto Venezuela”, se ha hecho sentir en la reciente huelga de camioneros de Brasil, que mantuvo en vilo a ese país por unos 10 días, luego que los conductores se paralizaran en protesta por el alza de los precios del diesel provocado por la subida del precio del petróleo, lo que produjo la renuncia del presidente de Petrobras y pérdidas mil millonarias en los sectores conexos, como la pérdida de más de 64 millones de aves del sector avícola, pérdidas en el comercio formal y el comercio electrónico.
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Durante varias semanas en Nicaragua se han desarrollado fuertes protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, luego que intentara implementar cambios en el sistema de pensiones por la falta de recursos, Nicaragua es un país que recibía asistencia de Venezuela en materia energética, además el sector agrícola vendía a Pdvsa alimentos a través de Pdval con importantes exportaciones de café, caraota y carnes que ahora deben vender a menores precios en el mercado internacional, también recibió plantas eléctricas pagadas con el presupuesto venezolano. Luego que el gobierno de Nicolás Maduro ha entrado en crisis, el flujo de dinero ha cesado a ese país, lo que lo ha sacudido en las últimas semanas. De continuar la crisis política en Nicaragua y los enfrentamientos en las calles, su situación económica seguirá empeorando.
Cuba sufre los embates de la crisis venezolana, al dejar de percibir la cantidad de petróleo que anteriormente recibía por el programa Petrocaribe, actualmente se estima que de 100 mil barriles diarios, sólo recibe 55 mil barriles diarios, sin embargo la situación luce mucho peor para los cubanos en pocas semanas, ya que la compañía Conoco Phillips ha solicitado un embargo de activos venezolanos y esto impide la salida de buques petroleros hacia aguas internacionales, por lo que la semana pasada el gobierno venezolano debió realizar compras en el extranjero de petróleo por unos 400 millones de dólares para enviar a la isla, a pesar que el oficialismo dice que no pueden mover pagos y/o recursos debido a las sanciones norteamericanas.
Los países del Caricom han ido cambiando lentamente su postura hacia Venezuela, demostrado en la reciente reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA), en que la votación a favor del gobierno venezolano en tiempos anteriores era masiva, debido a que las islas de las Antillas, colonias de países europeos, reciben ayudas en materia energética, siendo cada isla de estas un voto en la OEA. La reciente reunión sólo dio cuatro votos a favor del madurismo y es que la caída de producción petrolera ha mermado la venta de petróleo en condiciones especiales con el programa Petrocaribe.
El gobierno de Estados Unidos viene tomando en cuenta la actual situación y desde que Barack Obama era presidente se venía preparando el terreno para ello, en ese entonces se acordó que Jamaica recibiría ayuda para llevar adelante un nuevo programa energético para el Caribe, de la mano de los Estados Unidos, la llegada de Donald Trump a la presidencia ha mantenido esta visión, aunque en materia energética se cuenta con la producción petrolera de México para dar cobertura a la caída de la producción venezolana y no permitir que el Caribe colapse, aunque en México se realizarán elecciones próximamente y se tendría que revisar la nueva situación.
En Colombia los efectos de la crisis también hacen su parte. No sólo el paso de venezolanos por la diáspora que existe, sino el intercambio en la frontera. La crisis de producción de hidrocarburos comienza a generar estragos en esa estructura que ha existido en el comercio ilegal de gasolina, razón por la cual los colombianos demandan bolívares en efectivo para pagar los cargamentos de combustible. Se ha estimado que 38% del oriente colombiano se surte con la gasolina venezolana, los taxistas del vecino país ejecutan sendas ganancias cuando utilizan combustible contrabandeado, al menos unas 150 mil familias entre ambos países a lo largo de toda la frontera se benefician de este negocio ilegal que suma entre unos 5 mil millones de dólares en todo un año, según las estimaciones de los expertos. El colapso de las refinerías venezolanas y la merma de importación de solventes para fabricar gasolina en Venezuela ha hecho que se reduzca gravemente los inventarios de gasolina, lo que tarde o temprano generará situaciones traumáticas en esa región, debido al colapso que sufriría toda esa “industria”, además según informes de inteligencia norteamericanos, buena parte de la gasolina que se trafica a Colombia sirve para los productores de cocaína en la región del Catatumbo del vecino país, lo que les perite abaratar costos.
La crisis venezolana ha salido de sus fronteras y sus efectos en los precios de los hidrocarburos están generando turbulencias económicas y políticas en otras regiones tan lejanas como Asia.