Por.- Eduardo Martínez.
–El caso de 629 inmigrantes inició agria controversia entre Italia y Francia.
Matteo Salvini, nuevo ministro del Interior de Italia, cerró este domingo los puertos italianos para el buque humanitario de socorro Aquarius con una carga de 629 inmigrantes ilegales.
En sus cuentas de las redes sociales, Salvini adujo que Malta no aceptó a nadie, Francia regresa a los ilegales a las fronteras por donde entraron, y que España defiende sus fronteras con armas. “Desde hoy, Italia empezará a decir No al tráfico humano, No a los negocios de inmigración ilegal”, anunció Salvini.
La decisión de Salvini, que por sus promesas de campaña electoral de marzo no debió sorprender a los gobiernos europeos, evitó que desembarcaran en suelo italiano los ilegales del Acuarius para sumarse a los más de 600 mil que han llegado a Italia en los últimos 5 años.
En esta oportunidad, se encuentran en el Aquarius unos 123 menores no acompañados por sus padres, 7 embarazadas, y otros 11 niños.
En un primer momento, el gobierno italiano trató de disuadir al gobierno de la isla de Malta que aceptara el atraque del buque. Sin embargo los maltenses, de una manera muy flemática, declararon su solidaridad con Italia, para luego rechazar el pedido.
Estando la nave en medio de un limbo en el Mediterráneo, se conoció la decisión de Pedro Sánchez, nuevo jefe del gobierno español, quien ordenó la apertura del puerto de Valencia para la nave Aquarius.
Algunos alcaldes del sur de Italia enfrentaron la decisión de Salvini, declarando que estaban dispuestos a aceptar, por razones humanitarias, el atraque del Aquarius. Lo que no ocurrió, porque es el ministerio del Interior, el que tiene el control de los puertos al tráfico marítimo.
El episodio, que hubiera podido concluir con la orden del jefe del gobierno español, abrió una clara brecha en la Unión Europea (UE), entre los países donde gobierna la derecha, y aquellos de corte socialista. Para la periodista Carmen Valero, corresponsal en Berlín de El Mundo de España, se estaría creando “un eje contra la inmigración” entre Alemania, Austria e Italia.
Señala la periodista, que la propuesta anti-inmigración vino vía telefónica el martes de Salvini a su colega alemán Horst Seehofer, quien su vez lo propuso al canciller austríaco, Sebastian Kurz. “Es una propuesta de cooperación regional razonable (…) los migrantes llegan a Italia, cruzan Austria por el paso Brenner y siguen su marcha hasta Alemania”, señaló Kurz.
Por su parte Seehofer advirtió que “son los gobiernos los que deben decidir sobre la acogida de migrantes, no los traficantes de personas”.
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Desencuentro con Francia
El rechazo italiano al Aquarius generó opiniones encontradas en el seno de los gobiernos de la UE y fueron las declaraciones del gobierno francés, a través de un portavoz del partido del presidente galo, Emmanuel Macron, lo que ha encendido un acalorado intercambio de notas y declaraciones, entre ambos gobiernos.
El portavoz francés acusó al gobierno italiano de “cínico e irresponsable”, y calificó de “vomitiva” e “inaceptable la instrumentalización política” en la decisión de Salvini.
En respuesta, el martes, a través de una nota oficial, el gobierno italiano al rechazar las críticas de Francia, advirtió que no aceptaría “lecciones hipócritas de países que han preferido mirar para otro lado”.
Este miércoles, Salvini recordó que Francia fue el primer país en rechazar a más de10 mil inmigrantes provenientes de Italia, por lo que Italia está pagando la inestabilidad causada por los franceses en Libia.
En cuanto a España, el ministro del interior italiano agradeció la acogida de los inmigrantes que viajan en el Aquarius, pero no desestimó la oportunidad para recordar, que mientras Italia acoge 170 mil inmigrantes, España solo recibió 16 mil.
Adicionalmente, los voceros del gobierno italiano exigieron disculpas públicas al presidente de Francia, quien a su vez contestó que “no pido excusas a quien provoca”.
Como consecuencia del desencuentro, fue suspendido el viaje del premier italiano Giuseppe Conte a París, para una reunión que estaba prevista este viernes con el presidente Macron.