Por.- Alex Vallenilla / @alexvallenilla
-La hiperinflación ligada al bolívar ha destruido el medio de pago oficial de Venezuela, por lo que los venezolanos utilizan moneas extranjeras y bienes como “monedas”
El fallo de la moneda venezolana se produce en todo el país, luego que la cantidad de billetes que circulan suman apenas un monto de 19 billones de bolívares, una suma gigantesca pero que se queda en la nada al compararse con el resto de la liquidez monetaria, que es de manera electrónica y está cerca de los 1.700 billones. La cantidad de dinero físico que circula en Venezuela es apenas 0,01% de todo el circulante nacional, de allí que los bancos venezolanos están imposibilitados en entregar pagos en dinero efectivo en la mayoría de las agencias, esta situación continúa en vías de hacerse peor.
El gobierno ha anunciado que realizaría una reconversión monetaria, que ya fue pospuesta una vez, y de la que la banca aun no tiene toda la información ni la dotación de las especies de billetes y es que la hiperinflación ya ha convertido los billetes que saldrían bajo el signo “bolívar soberano” (BsS), en sustitución del “bolívar fuerte” (BsF), en obsoletos debido a que su valor nominal en divisas, queda por debajo de su valor real cuando se fabrican, la fecha en que entraría en funcionamiento es el próximo 4 de agosto.
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En las regiones del interior en que el Estado ha perdido foco, se produce una sustitución de monedas, en Guayana las operaciones de intercambio se hacen cada vez más con oro, los ciudadanos compran y venden bienes de todo tipo y el pago es con gramos del metal precioso, en occidente las operaciones se hacen con dólares, pesos colombianos y el contrabando de gasolina hacia Colombia, mientras en las regiones costeras, los pescadores ofrecen el producto de su faena a cambio de víveres.
La población ha buscado con esos mecanismos sustituir la moneda venezolana, la cual es regalada en cantidades por la administración Maduro a través de bonos electrónicos, con el llamado “carné de la patria”, con el que cada vez se le otorga a quienes tienen dicho artefacto una cantidad de dinero que ya suma 10 millones de bolívares por cada pago, y para lo que el mismo gobierno no tiene recursos sino que emplea la capacidad de emitir dinero, del Banco Central de Venezuela (BCV), ente controlado políticamente por el Ejecutivo a través de un decreto de emergencia que le quitó la posibilidad de que la Asamblea Nacional (AN) regulara y supervisara la gestión del banco.
La nuevas “monedas” venezolanas dependen de la región, el oro, el dólar y el peso colombiano, la gasolina y el pescado sustituyen de esta manera las operaciones con bolívares en muchas poblaciones.