Por Julio Borges
La caída en la producción de petróleo y la falta de recursos por las sanciones internacionales que le han impuesto al régimen han llevado a Nicolás Maduro a pagar bienes y servicios con el oro sustraído del Arco Minero.
Nicolás Maduro ordenó extraer el oro que está en el Arco Minero para enviarlo a Turquía. Esta acción así como el hecho de que el Gobierno continúe el envío gratuito de petróleo a Cuba, son inaceptables en medio de la difícil crisis que atraviesa Venezuela.
Maduro fue a Turquía haciendo quién sabe qué con la riqueza de los venezolanos. Está sacando el oro del Arco Minero y llevándolo a ese país sin ningún tipo de control. El viaje de Maduro está vinculado a la corrupción y no traerá ningún beneficio para los venezolanos; al contrario, está hipotecando y entregando el futuro del país. Indignaba ver cómo mandaba un barco full de petróleo regalado a los cubanos, mientras los venezolanos mueren de hambre y por falta de medicinas.
Este viaje de Maduro es una salida desesperada para sustituir los ingresos petroleros, rematando el oro que tenemos en el Arco Minero. El Gobierno está buscando por todos los medios ponerle un parche a la falta de recursos que padece por las sanciones internacionales y por la caída de la producción de petróleo, generada por la destrucción de PDVSA.
La desinversión y la corrupción del Gobierno dentro de Petróleos de Venezuela acabaron con su producción y ahora no tienen dinero. La única forma que encontraron para intentar reemplazar los recursos provenientes de la renta petrolera fue con el oro y por eso Maduro está en Turquía, para negociar sin control alguno las minas del Arco Minero a cambio de algunos bienes y servicios. Algunas personas que han llevado los Clap a Venezuela han recibido como pago lingotes de oro.
El viaje de Maduro no es político, sino todo lo contrario. Es una decisión contraproducente para el país y para los venezolanos, porque todos los días se llevan oro de nuestras minas. Recordemos que el ingreso más importante de Venezuela es el petróleo y actualmente se produce poco menos de un millón y medio de barriles. El gobierno destruyó y endeudó nuestra principal fuente de ingreso. El mes pasado la caída petrolera fue de 32 %».
La hiperinflación, la crisis militar, la caída de la industria petrolera y el caos de los servicios públicos, demuestran que Venezuela está en un proceso de ingobernabilidad muy clara, que nos llevará a un desenlace muy pronto. A Maduro solo le queda el apoyo cubano. Todo lo demás está fracturado y por eso tengo la convicción de que tendremos un desenlace democrático.
Una vez que se produzca el cambio político en Venezuela, la comunidad internacional y las inversiones extranjeras permitirán recuperar la economía del país en muy poco tiempo. Pronto tendremos una Venezuela próspera, libre y de justicia social.
Pido a los venezolanos tener más fuerza que nunca, pues estamos en los últimos capítulos de esta pesadilla cubana que ha destrozado a sus ciudadanos y al país.
El cambio se producirá cuando haya la presión suficiente para terminar de fracturar el bloque de poder de Maduro. Y frente a eso, la principal tarea que tenemos como oposición es reagruparnos unitariamente dentro y fuera de Venezuela para dar la confianza de que estamos preparados para gobernar una vez que se produzca una transición.
Se realizará una reunión a corto plazo, que involucre a todos los sectores políticos, conjuntamente con el Frente Amplio, para armar un solo plan para recuperar el país.