Por J. Gerson Revanales
***Esta semana la Asamblea Nacional hizo presencia en la isla de Anacoco en defensa de su integridad, a conciencia de que el gobierno brilla por su ausencia
Esta semana, la “Comisión Mixta de la Asamblea Nacional para la Defensa de la soberanía venezolana sobre el territorio Esequibo y la Fachada Atlántica”, en un acto de soberanía nacional se trasladó a la isla de Anacoco, la última frontera en el Esequivo, territorio que nos fue despojado inicialmente por el pillaje inglés a los pocos años de fundada la república en 1810 y luego por un laudo arbitral, el Laudo Arbitral de París en 1899, que fue un laudo arbitrario, nulo e irrito orquestado por las potencias de la época: Inglaterra, EE.UU y Rusia.
La Comisión, bajo la presidencia del Diputado Williams Dávila, integrada por los diputados Sergio Vergara (vicepresidente de la Comisión de Defensa) y Francisco Sucre (presidente de la Comisión Permanente de Política Exterior), asumieron el reto de hacer presencia en la isla de Anacoco ante la ausencia y abandono del gobierno, el cual debería dar todo por ser útil al país.
Desde la Comisión se está consciente de que la responsabilidad de la defensa del Esequivo es de Maduro como Comandante en Jefe de las FF.AA y presidente obrero como gusta que le llamen -aunque de obrero tiene lo que tiene este ciudadano de sacerdote. Sin embargo, el desinterés del gobierno ha hecho que la Asamblea Nacional asuma la defensa del Esequibo. Para ello se impuso una agenda de trabajo que contribuya a la solución de este conflicto, bajo los términos de una solución práctica y satisfactoria como se comprometieron los firmantes del Acuerdo de Ginebra, como son las gestiones ante el representante del Secretario General de la ONU, en Caracas y la búsqueda de la mediación del Vaticano. Sin embargo, el gobierno de Guyana se negó por tener ya lista su vil acción ante la CIJ; la exhortación publica al gobierno de Guyana de regresar al Art. 33 de la Carta de la ONU, pero también tomando posiciones firmes como el rechazo a la última declaración de jefes de Estado del CARICOM; sin dejar de lado la conciliación en la búsqueda de una solución no traumática.
La última de esas gestiones fue el viaje, esta semana, a la isla de Anacoco, en las condiciones más adversas, difíciles y riesgosas que se puede imaginar el lector, porque la guerrilla retuvo (en dos oportunidades) a “Grupos Generadores de Violencia” como eufemísticamente lo calificó en su momento el exministro Izarra.
La defensa del Esequibo no depende de slogans cuando se grita “el sol nace en el Esequibo; se logra haciendo presencia como lo hizo la Asamblea Nacional, ejerciendo el control necesario para que ese inframundo del negocio del oro esté bajo jurisdicción del Estado y no de los pranes; impidiendo que grupos irregulares controlen la libre circulación dentro del territorio nacional en las narices de las Fuerzas Armadas.
Señor Maduro, cuando el Libertador proclamó que quien abandona todo por ser útil a su país no pierde nada; hoy el pueblo le dice también que quien abandona sus deberes con la patria se gana la condena y el desprecio de sus ciudadanos.