Es de todos sabido que las encuestadoras tienen sus intereses y según esos intereses, publican sus números. Recientemente hemos visto cómo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado una encuesta el pasado 02 de agosto -la primera desde que Sánchez es Presidente- en la que el PSOE roza el 30% de la intención de voto, dejando atrás al resto de partidos.
El barómetro del CIS da a los socialistas una amplia ventaja, convirtiéndose así en la primera fuerza política, casi ocho puntos más que en la anterior encuesta, prácticamente 10 puntos por encima del PP y Ciudadanos y casi 15 puntos por encima de Podemos.
Este fenómeno de subir en las encuestas cuando recién se llega al Gobierno, es llamado por los politólogos el «Efecto luna de miel». Pero la Vicesecretaria General del PSOE, Adriana Lastra, ha atribuido estos resultados al trabajo de su partido. “El CIS constata la buena valoración de un Gobierno que ha sido recibido con mucha ilusión (…) Desde el primer minuto hemos trabajado con ahínco y tomado decisiones que mejoran la vida de los ciudadanos. Es un ‘efecto PSOE’ y un ‘efecto trabajo’” y agradeció «a los 200.000 militantes socialistas su esfuerzo en estos nueve años que hemos tardado en volver a ser los primeros en las encuestas”.
Lastra también ha recordado que desde 2009 el PSOE no aparecía primero en las estimaciones de voto del CIS. “Han pasado nueve años y tras mucho sacrificio y trabajo conseguimos volver a ser la primera fuerza política” destacó.
Para finalizar su intervención en la sede de su partido, Lastra afirmó que desde el PSOE y el Gobierno “seguiremos trabajando“ y “estamos seguros de que vamos a ser primera fuerza política y a obtener mejor resultado aun cuando se celebren las elecciones”.
La otra cara de la moneda
Sin embargo, hay otra encuestadora que da unos resultados un tanto diferentes: GAD3, desde donde aseguran que aunque el PSOE sí que está de primero (con 27,9%), el PP muestra una mejoría luego de la elección de Pablo Casado como su nuevo presidente.
La encuesta se realizó una vez celebrado el XIX Congreso Nacional extraordinario del PP del pasado 20 y 21 de julio, en el que Casado resultó ganador, dejando atrás la «Era Rajoy» y ofreciendo un liderazgo renovado, que busca rescatar los principios y valores que llevaron al Partido Popular a la mayoría absoluta en 2011.
Por otro lado está Ciudadanos, cada vez más alejado de ese primer lugar que ostentó meses antes de la Moción de Censura que sacó a Rajoy de La Moncloa, cosa que no le vino nada bien a la tolda naranja dirigida por Rivera y que en junio, ya tenía un 21,1% de estimación de voto, 4,5 puntos por debajo del PP. Y ahora, en la última encuesta de GAD3, cae al 19,6%, 6,6 puntos menos que el partido de Casado. Ciudadanos sumaría 66 diputados.
En cuarto lugar de esta encuesta está Unidos Podemos, incluidas sus marcas territoriales, con un 15,1%, y 40 diputados. Nada que ver con el 21,1% que consiguió en las urnas hace dos años, con 71 escaños. Desde las elecciones, la evolución del partido de Pablo Iglesias ha sido descendente, pero en este último mes se ha aprovechado del primer desgaste de Sánchez en el poder, y gana dos puntos desde junio, 40 diputados frente a los 34 que habría logrado el mes pasado.
En definitiva, la crisis política que atraviesa España se ve reflejada en las encuestas, aunque en algunas beneficie a unos y en otra a otros. Lo cierto es que queda mucho por hacer y que los próximos dos años que quedan hasta las elecciones generales será de muchos altibajos, incluidas las autonómicas y municipales de 2019, que serán un claro pulso de los partidos y la sociedad.