Por.- Alfredo Michelena
-Un chofer destapa gigantesco escándalo.
Así como explotó el famoso Lava Jato en Brasil, en Argentina acaba de explotar un escándalo de corrupción que involucra a muchos empresarios y gente del gobierno de los Kirchner, del cual sólo se conoce todavía la punta del iceberg. El nuevo caso ha sido llamado “los cuadernos de la corrupción”.
Los Kirchner
Los esposos Néstor y Cristina Kirchner gobernaron a Argentina desde el 2003 hasta 2015. Cuando la familia Kirchner llegó al poder, declaró poseer bienes por $7 millones y dejó el poder con $64 millones, según informaron ante la Oficina Anticorrupción. Y para 2016 ya eran $77 millones. Al presentar la primera declaración jurada como Presidente, Cristina declaró bienes por $17,8 millones y doce meses después su fortuna alcanzaba los $46.millones (de pesos), un 158% más.
Actualmente Cristina Kirchner ya está enfrentando tres juicios. Está el caso del “dólar futuro”, donde se le acusó de haber causado la pérdida de $77 millardos al Banco Central. También varias de sus empresas han sido investigadas, entre ellas su empresa Hotesur, por lavado de dinero, tanto que en 2016 se le quitó el control de esa empresa.. Recientemente, fiscales federales terminaron una investigación en otra empresa de la familia, la inmobiliaria «Los Sauces», y pidieron al juez procesar a la Sra. Kirchner por asociación ilícita y lavado de dinero. Los fiscales señalan que ella y sus hijos recibieron comisiones por la concesión de contratos de obras públicas y por otorgar licencias de juego y/o áreas de la industria petrolera, en un esquema que duró «más de doce años». Y finalmente se le investiga por haber encubierto a ciudadanos iraníes responsables de la voladura de la mutual judía AMIA de Buenos Aires en 1994, donde murieron 85 personas.
El entorno
Pero no se trata sólo de la presidenta, también el vicepresidente y varios ministros de los períodos de los Kirchner han sido señalados, enjuiciados y/o condenados. El año siguiente a la salida de la Sra. Kirchner del poder, el Observatorio de la Corrupción de ese país señalaba que habían cerca de 500 causas de corrupción y 60 se habían abierto contra el kirchnerismo.
Recientemente fue condenado por corrupción a cinco años y 10 meses de cárcel Amado Boudou, exministro de Economía entre 2009 y 2011 y vicepresidente durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. El año pasado fue hecho preso el ministro más poderoso de los gobiernos de los Kirchner, muy conocido en Venezuela, se trata de Julio De Vido. Fue desaforado del Congreso para enfrentar cinco juicios federales. Entre ellos, uno por la defraudación de casi $280 millones en las minas de carbón Río Turbio y otro por sobreprecios en la compra de gas licuado al exterior.
También están presos el ex Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por sobreprecios en la compra de trenes chatarra a España y Portugal en 2005; el ex segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación, quien intentaba esconder en un monasterio casi US$9 millones; el empresario Lázaro Báez, vinculado a los Kirchner; Víctor Manzanares contador de la familia; y Claudio Minicelli, cuñado del exministro Julio De Vido, entre otros.
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El chofer acucioso
Pero el escándalo que ahora acaba de reventar es el del chofer que fue anotando todos los traslados de coimas entre empresarios y funcionarios de alto rango del gobierno de los Kirchner durante una década.
Óscar Centeno, un exmilitar, quien fue chofer de un alto funcionario en el Ministerio de Planeación, fue llevando meticulosamente un registro de pagos ilegales y sus destinatarios. Además, la persona para quien conducía también tiene una historia peculiar. Se trata de Roberto Baratta, quien de taxista llegó a ser el segundo hombre del mencionado ministerio y pupilo de Jorge De Vido. Este taxista se consiguió a Nestor Kirchner en un bar y le pidió trabajo y éste se lo envió a De Vito. Estuvo a cargo del tema de energía, en especial de la petrolera estatal Enarsa, la cual ha sido socia de PDVSA, y de la empresa mayorista eléctrica, Cammesa, que importaba combustible de Venezuela; en estas compras, según varias fuentes, hubo manejos dolosos. En todo caso “por su despacho pasó gran parte de la relación con Venezuela y toda la importación de combustibles”, nos dice Diego Cabot del diario La Nación. Baratta intentó llegar a acuerdos con la justicia, pero la causa ya estaba muy adelantada. Y ahora está preso.
La bitácora que llevó Centeno ha permitido al juez de la causa practicar al menos una decena de detenciones, entre empresarios y exfuncionarios y ejecutar cerca de medio centenar de allanamientos. Varios exfuncionarios han sido llamados a declarar, entre ellos la expresidente, pero también Oscar Parrilli y Julio De Vido. En el caso de la expresidente, el Congreso debe aprobar el desafuero, lo que en la ocasión anterior no fue aceptado.
El cuerpo del delito, por así decirlo, son ocho cuadernos donde el ex chofer anotaba detalladamente las correrías de su jefe en el trasiego de dinero mal habido. En esas ocho libretas se detallan nombres y cifras de las coimas que inicialmente se estiman en US$160 millones, aunque podrían pasar de US$200 millones porque existen entregas sin montos registrados.
Entre los destinos más reiterados, está la dirección de Uruguay 1306, donde se ubica el departamento de Néstor y Cristina Kirchner en Recoleta. Allí, según la bitácora de Centeno, se habrían entregado unos US$60 millones. entre 2008 y 2011. Este esquema de sobornos, según consta en la acusación, habría sido «comandado por Néstor y Cristina Kirchner». En la Quinta de Olivos (palacio presidencial), Baratta se reunía con Kirchner «para recibir órdenes sobre la recaudación del día», según la fiscalía que lleva el caso.
Los implicados
En junio de 2015 escribía Centeno: «Comienzo a registrar los retiros de dinero (después de dos años) porque considero que es increíble todo el tiempo que no lo hice. Dejo aclarado que de manera interrumpible (sic) se viene haciendo con las empresas que logran las licitaciones por obras y pagos por servicios prestados al Ministerio de Planificación y que por intermedio del Licenciado Baratta y Nelson Lazarte vienen recaudando. Dejo aclarado también que algunos de los retiros de dinero los hace el licenciado por dependencia propia y el resto para el ministro Julio de Vido».
Para la Fiscalía argentina, son partícipes de una “asociación ilícita que se dedicó al pago y cobro de sobornos” entre varios empresarios y exfuncionarios”. Algunos de ellos serían: Carlos Wagner (Esuco), Gerardo Ferreyra y Jorge Neyra (Electroingeniería), Armando Loson (Albanesi SA), Carlos Mundin (BTU SA), Javier Sánchez Caballero (IECSA), Juan Carlos Goycochea (ex Isolux) y Francisco Valenti (Pescarmona). Ya alguno de estos empresarios se acogieron a la “ley del arrepentido”, aprobada por el Congreso en octubre de 2016 a fin de convertirse en “imputado colaborador”. Para lo cual confesaron que sí pagaron sobornos, por lo que una lista a mano sin más pruebas reales está generando efecto dominó que devela un mecanismo de corrupción que se generó alrededor de los Kirchner. Entre los exfuncionarios involucrados, están Roberto Baratta, Rafael Llorens, Walter Fagyas, Hugo Larraburu, Nelson Lazarte y el ex asesor de Planificación, Hernán Gómez , entre los cuales se espera también nuevos “imputados colaboradores”.
Estas acusaciones seguramente enterrarán al kirchnerismo bajo una nube de corrupción de la cual le será difícil levantarse. El desprestigio de los Kirchner ha sido tal, que ya en Ecuador hay peticiones para desmontar la estatua de Nestor Kirchner que fue erigida al frente de la sede de UNASUR.