Por Eduardo Martínez – Corresponsal en Italia
La situación económica de Italia, si bien los indicadores económicos no están ocultos, su percepción siempre reviste cierta sorpresa para los analistas.
El italiano promedio es muy conservador en cuanto a su agenda personal –en el sentido de que siempre esta agenda está planificada igual año tras año- pero las caídas o disparos de los indicadores no modifica sustancialmente los períodos vacacionales, ni sus patrones de consumo.
La economía no crece como el resto de Europa, la inflación es menor, las exportaciones crecen, tienen un surplus en el balance del comercio exterior, pero a la vez el italiano empieza a perder confianza en la economía de Italia.
El Instituto Nacional de Estadísticas de Italia -Istad- publicó esta semana los índices de “Confianza de los consumidores y de las empresas” para el 28 de agosto.
Para el Istad, las mediciones proyectan “un empeoramiento del clima de confianza de los consumidores al mes en curso con respecto al mes anterior (del 116,2 al 115,2)”. Asimismo, en el índice compuesto del clima de confianza de las empresas, “con una caída del 105,3 al 103,8”.
Según los estudios, el descenso del índice de confianza de los consumidores se debe principalmente al deterioro del componente económico. Mientras que la personal aumenta por segundo mes consecutivo.
En lo que respecta a las empresas, el clima de confianza registra un caída negativa más acentuada en los sectores manufacturero y de los servicios, mientras paradójicamente –en contra tendencia- aumenta la confianza en el comercio al detal.
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Precios al consumidor
El índice nacional de los precios al consumo (NIC) se elevó en julio 2018 en un +0,3% respecto al mes de junio, y +1,5% con respecto al año anterior. Mostrando en este último caso un pequeña aceleración de los precios, sobre la base anual, que en junio fue de +1,3%.
Esta aceleración se debe principalmente al aumento de los precios de los bienes energéticos, en una medida menor de los aumentos de los servicios recreativos y culturales –característicos de la época vacacional del verano- compensados por la diminución de precios de los bienes alimenticios no elaborados.
El aumento de precios en Italia (+1,5%) es inferior a la media europea. Para julio del 2018, el ente estadístico Eurostat estimó en 2,1% la tasa de inflación anual con respecto al 2017.
Exportaciones
Aumentan exportaciones italianas a pesar que la producción de bienes y servicios (+1,1) crece a la mitad del promedio de crecimiento de la zona euro (+2,2%).
Las estimaciones del Istad para junio ubicaron un crecimiento coyuntural de +4,6% de las exportaciones italianas. Siendo de +0,3% el crecimiento de las importaciones.
El sostenido crecimiento de las exportaciones es debido principalmente a las ventas a los mercados extra comunitarios (+8%), debidas fundamentalmente a los medios de navegación marítima. En tanto las exportaciones a los países de la Unión Europea crecieron en un +2,1%.
En el segundo trimestre del 2018, las importaciones aumentaron en +2,5% con respecto al trimestre anterior.
Mientras se redujeron las exportaciones de vehículos en -3,1%, los otros medios de transportes crecieron en +47%; los productos metálicos en +10,2%; los artículos farmacéuticos, químicos-medicinales y botánicos +15,4%; y los productos petroleros refinados +20,1%.
Los principales destinos de las exportaciones italianas que más crecieron son: Suiza +55,1%, Estados Unidos +18,8%, Francia +10,3%, Alemania +4,1% y Países Bajos +20,8%.
El aumento de las exportaciones italianas representa un surplus de cerca de 500 millones de euros, lo que cierra el primer semestre en +5..071 millones de euros.