“Eres Liberal y no lo sabes” es el nombre del más reciente libro publicado por la eurodiputada Beatriz Becerra y que ha sido presentado el pasado miércoles 19 de septiembre en la sede del Parlamento Europeo de Madrid, junto a Cayetana Álvarez de Toledo y John Müller. Para conocer más a fondo el mensaje y la intensión de este texto, hemos conversado en exclusiva con su autora.
El salón de actos de la sede española de la Eurocámara estaba repleto de personas que aplaudían orgullosas a la vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y está integrada en el Grupo de Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), quien desde su escaño en Bruselas o Estrasburgo a estado defendiendo -los últimos cuatro años- a los más vulnerables no solo de Europa, sino también del mundo entero. Y desde ese mismo escaño ha sido enfática en su lucha por la Libertad y la Democracia en cualquier rincón del mundo.
“Este libro es un manifiesto europeísta a favor de la democracia liberal y en contra del nacional-populismo, pero sobre todo es un testimonio, un relato de mi experiencia real en lo que se refiere al descubrimiento de que yo era liberal y no lo sabía y ese descubrimiento se basa en que en los cuatro años que llevo como eurodiputada, he descubierto que las respuestas a los grandes retos de nuestro tiempo están en los planteamientos de la democracia liberal y del liberalismo desde el punto de vista amplio, inclusivo, integrador”, ha expresado la parlamentaria del Grupo Liberal en la Eurocámara.
Desde este punto de vista, hemos preguntado a Beatriz Becerra cuál es el mensaje que deja el libro de cara a la relación de Europa con el resto del mundo. “El principal mensaje es que no podemos dar por descontados los logros que hemos conseguido y está en nuestras manos defender la igualdad y la libertad, que son los ejes que sustentan el liberalismo y son los que nos dan a los seres humanos -que estamos bajo la única constitución global que hay que es la Declaración Universal de los DDHH- nos da la herramienta principal para convivir con nuestras diferencias y con la voluntad de hacer un mundo mejor. Es un manifiesto que tiene que servir como una herramienta para el progreso, pero sobre todo, dado el momento que estamos viviendo, creo que es una extraordinaria llamada de atención para el primer gran reto que vamos a afrontar, que son las elecciones europeas de 2019”, afirmó.
El reto ideológico del nuevo orden global
Hoy en día, ya entrado el siglo XXI, seguimos pensando en las ideologías, como lo hacíamos hace décadas, e incluso hace un siglo. Beatriz Becerra nos ha explicado cómo y por qué este libro desmonta esa concepción. “El liberalismo no es una ideología, es una actitud ante la vida, es una manera de ser y de estar en el mundo y de convivir con los diferentes. Yo creo que las ideologías que se han sujetado en diversas etiquetas a lo largo del tiempo, están vacías de contenido, están obsoletas y ese liberalismo al que yo apelo, puede venir re-definido por atributos más específicos, es decir, para mí el liberalismo integrador, inclusivo, moderno que defiendo puede ser tanto por lo que trabaja un conservador moderado, como un social-demócrata, como un demócrata cristiano, como un progresista radical, porque lo que yo defiendo es que dado el tiempo en el que vivimos y los tiempos a los que nos enfrentamos, el liberalismo como actitud optimista, porque es consciente de todo lo que hemos conseguido, pero también humilde porque somos conscientes de las limitaciones del ser humano, lo que nos da es una manera de estar y de trabajar por un objetivo, es decir, el pragmatismo con principios, que es lo que yo defiendo desde la Unión Europea”, ha enfatizado.
Y en este sentido, la eurodiputada ha finalizado: “No hay nada que nos diferencie que esté por encima de lo que nos une. Y la voluntad que debemos tener de convivir con las diferencias y con esa voluntad de progresar, es lo que nos debe hacer rechazar de plano a a todos aquellos que nos ofrecen soluciones fáciles a problemas complicados, porque esas soluciones, primero, son falsas y, segundo, son completamente irrealizables y estoy hablando de los que, en un mundo global, apelan a los muros, al nacionalismo más rancio y utilizan el populismo como una manera de someter a los individuos”.
“Sin los principios liberales el mundo no gozaría hoy de la prosperidad que disfruta”
Durante la presentación del libro, el primer ponente, John Müller, ha asegurado que “ser liberal es mirar al mundo a través de unos principios, en vez de una ideología a través de la cual mirar al mundo. Esta manera amistosa, amena y -hasta cierto punto- ingenua que emplea Beatriz para narrarnos su aventura intelectual y política con el liberalismo, es enormemente seductora, pero esto no significa que sea menos rigurosa”, y muestra de ello es que no solo hay elogios hacia el liberalismo en el libro, según explica Müller, sino que también hay una mirada reflexiva que permite destacar que el liberalismo ha permanecido de espaldas ante cuestiones como la desigualdad de género, la sexualidad, el amor al terruño, el medio ambiente y la igualdad de oportunidades”, pero también deja muy claro que “sin los principios liberales el mundo no gozaría hoy de la prosperidad que disfruta”, aseguró Müller.
«El optimismo es un antídoto ante el populismo»
Por su parte, la segunda invitada a tomar la palabra durante esta presentación, fue Cayetana Álvarez de Toledo, quien aseguró que “este libro nos devuelve la confianza en la política (…) nos recuerda lo que debe ser un político, que al final es una persona que se dedica a la acción después de la reflexión” y ha hecho énfasis en el optimismo que transmiten las palabras de Beatriz Becerra plasmadas en estas líneas. “El optimismo es una obligación ante la vida y también es una posición muy inteligente (…) y también el optimismo es un antídoto ante el populismo, el optimismo racional, el optimismo de los datos, de la ciencia, de la inteligencia, de la racionalidad y allí es donde se enmarca este libro de manera muy clara”, expresó.
Álvarez de Toledo, durante su intervención, también habló de la importancia de continuar librando “la batalla entre la democracia liberal y los enemigos de la democracia, que son los populistas y nacionalistas. Y la gran aventura de nuestro tiempo es intentar sumar fuerzas ante los grandes principios liberales y eso lo tenemos que hacer dentro de España, por supuesto, a nivel Europeo, que es exactamente donde se sitúa Beatriz, y también tenemos que poder colaborar con gente del otro lado del atlántico, como es el caso de nuestros amigos venezolanos”.
Y con respecto al tema venezolano, Álvarez de Toledo insistió en dos temas: en apoyar las recientes declaraciones del Secretario General de la OEA, Luis Almagro y en repudiar el papel del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en la crisis venezolana. Con respecto a lo primero, expresó: “Lo que este hombre dijo tiene un enorme sentido común y apela a replantearnos seriamente cuáles son nuestras responsabilidades como demócratas, porque esto no tiene fronteras”. Y con respecto a Zapatero, “él (…) dijo que la crisis de los refugiados es consecuencia de las sanciones impuestas a los jerarcas del régimen. Eso es una abyección sin límites, es una ofensa profunda a la gente que está saliendo de ese país, muerta de hambre, dejando atrás sus vidas, a veces sus familias y es una ofensa profunda a la inteligencia de cualquier persona que conozca mínimamente este asunto”, finalizó.
«La política es transitoria, pero a mí sí me gustaría seguir»
Su lucha por la igualdad, su defensa por la dignidad humana y su empeño por mejorar la calidad de las democracias modernas le han caracterizado a lo largo de estos cuatro años en el Parlamento Europeo. Y ahora, a escasos 8 meses de las elecciones europeas de mayo de 2019, presenta este nuevo libro como abreboca de lo que puede continuar siendo si resulta nuevamente electa. Porque presentarse, se va a presentar y así lo ha dejado entrever en el último minuto de la presentación de su libro, cuando le han preguntado directamente por esta cuestión y ha respondido así: “La política es transitoria, pero a mí sí me gustaría seguir no en política, sino en el parlamento europeo que es donde he estado los últimos cuatro años”