Discurso de Nicolás Maduro en la ONU, negando crisis humanitaria en venezuela. Foto: Cortesía.

Venezuela,” papa caliente” en la ONU

Por Alfredo Michelena.

Mientras en Venezuela entramos en un decaimiento en la lucha por el rescate de la democracia, la libertad personal y el libre mercado, en el ámbito internacional la búsqueda de una solución a la crisis venezolana sigue su irrefrenable camino.  La  LXXIII Asamblea General (AG) de  Naciones Unidas (NN.UU.) ha sido la perfecta circunstancia para que la crisis venezolana se discutiera en las salas y pasillos de la misma.

Hablan los presidentes latinoamericanos

 

En la sala de la Asamblea General  varios fueron los presidentes del continente que trataron el tema de Venezuela.

Vale la pena referirse a Lenin Moreno, presidente de Ecuador, quien citó a José Martí: “Cuando un pueblo emigra, sus gobernantes sobran”, e inmediatamente señaló:   “Sobran aquellos que se perpetúan en el poder y se vuelven gobiernos sombríos, siniestros, con mafias corruptas», al tiempo que   solicitó  a la comunidad internacional ayudar a los venezolanos «obligados al desarraigo».

El presidente argentino Mauricio Macri se dirigió directamente a Maduro: «Estamos preocupados por los Derechos Humanos en Venezuela. Llevaremos a la Corte Penal Internacional los crímenes de lesa humanidad de su dictadura. Queremos que reconozca la crisis humanitaria. Nosotros ya recibimos a 130 mil venezolanos».

Para Iván Duque de Colombia “Estamos viviendo la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región, por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades”. Y aseveró que “la libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores. El mundo debe actuar y unirse para que este éxodo trágico llegue a su fin y un pueblo pueda ver florecer la esperanza”.

Para el presidente brasileño Michel Temer,»la solución a la crisis solo vendrá cuando Venezuela reencuentre el camino del desarrollo».

Para el nuevo presidente de Paraguay, Mario Benítez, no se puede “ignorar que en nuestro continente persisten regímenes dictatoriales que roban la ilusión, la esperanza, los sueños y los derechos humanos de su propia población», y se solidarizó «con los pueblos de Venezuela y de Nicaragua frente a los abusos del poder».

Y finalmente, por primera vez el primer Ministro canadiense Justin Trudeau se refirió a Venezuela y a la defensa de los refugiados.

Trump  y Venezuela

 

En los escasos minutos que tiene un mandatario para dirigirse a ese auditorio,  el presidente norteamericano Donald Trump habló de la «tragedia humana» que se vive EN Venezuela, y  recalcó que los más de dos millones de venezolanos que han migrado han sido la consecuencia del régimen socialista auspiciado por los cubanos.   «No hace mucho, Venezuela era uno de los países más ricos de la tierra. Hoy el socialismo ha arruinado a esta nación rica en petróleo, y conducido a su pueblo a la abyecta pobreza», aseveró.

Trump colocó al centro de la tragedia la imposición del socialismo en Venezuela, que como en todas partes ha traído «sufrimiento, corrupción y decadencia. Todas las naciones del mundo deben resistirse al socialismo y la miseria que trae a todos. En ese espíritu, pedimos a las naciones reunidas aquí que se unan a nosotros en el llamado a la restauración de la democracia en Venezuela».

En este sentido reposicionó la crisis venezolana en un contexto ideológico-político y aunque no hizo referencia a eso, en un contexto geopolítico, aunque  solo nombró a la Cuba comunista. Trump también anunció que Cilia, los hermanos Rodríguez y Padrino López  habían sido incluidos en la lista de los sancionados por su administración.

Trump además trató el tema en otras reuniones. En especial la que sostuvo con Iván Duque, el nuevo presidente de Colombia.  A la salida de esa reunión se le preguntó si preveía una intervención militar en Venezuela y el estadounidense respondió que no hablaría de eso. “No voy a hacer como Obama que decía lo que iba a hacer y luego era diez veces más difícil hacerlo”, dijo.  Pero afirmó que Maduro pudiera ser derrocado fácilmente por su propio ejército. Y se burló de las acciones de los militares venezolanos en el supuesto atentado con un dron: “¿Vieron como se dispersaron cuando oyeron la bomba estallar sobre sus cabezas?”

Tropas a la frontera

El vicepresidente norteamericano Mike Pence también tuvo algo que decir en la reunión que  había convocado Duque con el apoyo de Perú y Canadá, con otros gobiernos y agencias del sistema de NN.UU. sobre el tema de la estampida migratoria venezolana.  Pence remarcó que “Esta crisis seguirá creciendo mientras el régimen de Maduro permanezca en el poder y continúe negando la democracia al pueblo venezolano, y continúe imponiendo la agenda socialista que ha empobrecido a esa nación. Es por eso que debemos cortar la corrupción en el corazón de esta crisis, y debemos hacer todo lo que podamos para seguir aislando al régimen de Maduro”.

Pence también se refirió al envío de tropas venezolanas a la frontera con Colombia. Ellas comenzaron a llegar el 22 de septiembre. Y según el comandante Estratégico Operacional, almirante en jefe Remigio Ceballos, son para realizar “un reconocimiento general de toda el área (…) luchar contra el delito transfronterizo, contra los grupos estructurados de delincuencia organizada, paramilitares y también lucha contra el narcotráfico y contrabando de extracción».

Esto ha sido visto como un acto de intimidación a lo que  Pence reaccionó advirtiendo que “el régimen de Maduro haría bien en no poner a prueba la determinación del presidente Donald Trump”. Y aseguró, al igual que  el embajador estadounidense en Colombia, que “puede contar con nosotros”. En todo caso, el embajador duda  “de la capacidad de los militares venezolanos de montar algún tipo de amenaza contra Colombia”.

La Corte Penal Internacional

Seis países, Canadá, Chile, Colombia, Argentina, Perú y Paraguay en un acto inédito,  firmaron una carta dirigida a la Corte Penal Internacional para que se “investigue por delitos de Lesa Humanidad, que se habrían cometido en Venezuela desde el 12 de febrero 2014 a fin de determinar si se ha de acusar de la comisión de tales crímenes a una, o a varias personas determinadas”.  Y señala que  esto se hace conforme al artículo 14, numeral 1, del Estatuto de Roma que dice:

Todo Estado Parte podrá remitir al Fiscal una situación en que parezca haberse cometido uno o varios crímenes de la competencia de la Corte y pedir al Fiscal que investigue”. 

A este fin referenciaron el “Informe de la Secretaría General de la OEA y del panel de expertos independientes sobre la  posible comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela” y  el Informe de la Oficina del Alto Comisionado de NN.UU. para los DD.HH.  Violaciones de los DD.HH. en la República Bolivariana de Venezuela: “Una espiral que no parece tener fin”.

Es inédito no porque un Estado haya pedido la acción de la Corte, sino porque cinco Estados han acusado a otro de Crímenes de Lesa Humanidad.

Anteriormente, algunos Estados habían pedido a la Corte que interviniera en su propio país, como son los casos de Uganda (2004), la República Democrática del Congo (2004),  la República Centroafricana (2005) y Mali (2012). A sus 20 años de fundada, la Corte conoce actualmente de 26 casos, y la Fiscalía maneja 10 exámenes preliminares (de la región Colombia y Venezuela), más 11 investigaciones.

Lo que viene en la CPI

La Fiscal de la Corte Penal Internacional ya había iniciado una investigación preliminar del caso Venezuela el 8 de febrero de este año, con base a las denuncias de  la Fiscal General en exilio, Luisa Ortega Díaz. Por lo que hay que preguntarse ¿En  qué cambia  el caso con esta nueva denuncia.? 

En todo caso la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, tendrá que decidir sobre:  La competencia,  admisibilidad  e interés de la justicia. Sobre lo primero hay que mostrar que los crímenes se cometieron  “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil”  y con “conocimiento de dicho ataque” (art 7).

La misiva enviada a la Corte resalta esto varias veces, entre ellas señala que “las acciones generales o sistemáticas se inscribirían en la existencia de planes de seguridad (Plan Zamora) diseñados por el Gobierno  y el involucramiento no solo del Estado sino de organizaciones y personas afines al Gobierno que actúan de manera coordinada como parte de una política de Estado coordinada contra la oposición”.

En relación a la admisibilidad,  se puede argumentar la debilidad y parcialidad del sistema judicial en Venezuela. En cuanto a la gravedad es importante el número de casos. Solo en el caso de Mali hubo menos de 200 muertos, en los demás, como nos recuerda Mariano de Alba, pasaron de los 1.000 asesinados.

Y aunque el número de asesinados en las manifestaciones políticas no alcanzan esa cifra no, como nos comunicó Chris Hernández-Roy, factor clave en la redacción del informe de la OEA, los muertos son miles pues no son solo esos, también hay que incluir otros vinculados a ejecuciones extrajudiciales.

El informe de la OEA  habla de 8.292 ejecuciones extrajudiciales y 12.000 casos de detenciones arbitrarias desde 2014. Sobre el interés de la justicia hay un concepto más general que no parece ser aplicable en este caso.

Si la fiscal de la Corte conviene que hay suficientes indicios, deberá remitir solicitud de autorización a la Sala de Cuestiones Preliminares, que será quien, finalmente, decida si acuerda o no el inicio de la instrucción de los hechos. Solo entonces se iniciaría la investigación formal y comenzarían las diligencias correspondientes.

 

Lo novedoso

En todo caso el uso del artículo 14 por estos seis países, de partida amplía el ámbito temporal de las investigaciones al incluir los hechos desde 2014 y le da al caso la posibilidad de que  la Sala de Cuestiones Preliminares pueda revisar de oficio una eventual decisión de la Fiscalía de no proceder a una investigación según nos dice le profesor venezolano Mariano de Alba.

Se ha hablado que esta acción recortaría los tiempos y es cierto que cuando son los Estados los que han presentado los casos, el tiempo ha sido más corto que cuando lo hace la Fiscal por cuenta propia. El asunto es que no estamos en ninguno de esos dos casos, pues hasta ahora se trata de Estados que han pedido la acción de la Corte en su jurisdicción.

Según argumentan Francisco J Quintana de la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires y Rodrigo Diamanti del Ash Center, de la Kennedy School de Harvard, “con una remisión iniciada por países miembros del tribunal, Bensouda podría iniciar la investigación formal sin la necesidad de esta autorización judicial (de la Sala de Cuestiones Preliminares), acelerando el proceso”.

Pero en últimas es decisión de ella pasar a esa siguiente etapa. En todo caso esta acción ha mandado:

“Un mensaje ineludible de la urgencia de la intervención de la CPI en Venezuela y también le demostraría al órgano que cuenta con un apoyo regional sólido para hacerlo”.

Maduro en un tusero 

En la tarde del día 26 de septiembre surgió la información que Maduro se reuniría con Trump y la verdad es que toda la tarde fueron afirmaciones y desmentidos. La noticia la originó Radio Caracol  pero rebotó por todas partes. Incluso la Casa Blanca desmintió la especie, pero no de manera contundente, solo dijo “no está planteada una reunión con el presidente”.

Mientras tanto para contribuir a la confusión  se repetían las palabras de Trump. “Estoy dispuesto a reunirme con cualquiera en cualquier momento que pueda (para) salvar vidas, ayudar a la gente».  Para muchos este habría sido el acicate que le habría permitido superar el miedo a que lo mataran, razón que había dado para no ir originalmente a la ONU y para que tomara el avión con su mujer y se reuniera con los 50 miembros de su delegación en Nueva York.

En un semivacío auditorio, Maduro hizo lo de siempre: Negó la crisis migratoria, acusó a los EE. UU. de los problemas de Venezuela y de impulsar un golpe de Estado. Lo único novedoso fue que pidió se instalara una comisión en NN.UU. para investigar el suceso del dron y afirmó estar “dispuesto a estrechar la mano del presidente de EE. UU. y sentarme a dialogar”.

Maduro no se atrevió a asistir a la rueda de prensa que habían convocado. Prefirió ir a juntarse en Harlem con el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien había organizado un acto denominado “Cuba habla por sí misma,” en una iglesia de la localidad.

Al final del día Maduro se quedó con los crespos hechos pues no hubo tal reunión. Lo que  sí quedó claro es que las acciones de la comunidad internacional siguen adelante y que se incrementarán, que la opción militar sigue sobre la mesa y que  cada vez hay más órganos y organismos del las NN.UU. involucradas en la crisis de Venezuela.

Mientras tanto, en Ginebra…

Mientras todos los ojos estaban en la Asamblea General, del otro lado del  Atlántico, en Ginebra, en el Consejo de Derechos Humanos de NN.UU. se aprobaba por primera vez una resolución, por  23 votos a favor, 7 en contra y 17 abstenciones, que insta al Gobierno venezolano a aceptar ayuda humanitaria internacional, a fin de paliar la escasez de alimentos y medicinas que afecta a la población.