Por.- Alex Vallenilla/ @alexvallenilla
Las dos primeras versiones del petro resultaron en un fracaso informático y un diseño que no despertó la confianza de los inversores. Ahora van por una tercera versión.
Con una tercera versión de la criptomoneda petro, la administración Maduro persiste en implementar el mecanismo novedoso que intentará convertir en medio de pagos en Venezuela, además de buscar una vía para burlar las sanciones de Estados Unidos, si logra llevar el activo digital a los mercados internacionales y su intercambio en divisas extranjeras. Los dos primeros intentos resultaron en un fracaso, el madurismo insiste por tercera vez con este tema.
A principios de año Maduro anunciaba el lanzamiento del petro en una venta primaria. Al realizar una gira por países árabes en que ofrecía el activo, no pudo encontrar ningún interés por el proyecto: su diseño centralizado, basado en la red ERC20, no le agradó a ningún inversionista, menos de parte de alguien, quien viene utilizando al Banco Central de Venezuela (BCV) como la caja chica para financiar gran parte del gasto público con emisión de dinero con distintos mecanismos. Los potenciales compradores de la criptomoneda no confiaron en la propuesta, puesto que el petro era una bifurcación de la cadena de bloques que emplea el estándar técnico ERC20 y el Estado se quedaba con 60% de las fichas, lo que le garantizaba la gobernabilidad de la misma y al mismo tiempo la capacidad de decidir si emitía más tokens, o lo que es igual a emitir más dinero como lo hacen con el BCV.
Para quienes utilizan las criptpmonedas, una de las reglas que permite confiar en cualquier proyecto es su descentralización y que el mismo no esté controlado 51% por alguien, puesto que la naturaleza con que surge este tipo de activos digitales es la de precisamente democratizar el uso del dinero sin que exista una autoridad que establezca políticas tal como lo hacen los bancos centrales, al menos así es en el protocolo que sustenta la primera y la más popular, el bitcoin.
El fracaso de esta propuesta, que no llegó a lograr sino unos anuncios escuetos de intenciones de compra de petro, continuó con otro paso y es que por razones de fallas en la programación y el diseño del activo que ofrece Maduro, se tuvo que diseñar uno nuevo en la red NEM, con 100 millones de tokens también. Esto tampoco tuvo acogida, no se lograron establecer las casas de intercambio extranjeras que servirían para la compra y venta en los mercados globales y la razón es que el gobierno de Estados Unidos emitió sanciones a quienes comercien con el petro. Un grupo de rusos que había asistido a distintas reuniones con Maduro, anunciaron la puesta en funcionamiento de casas de cambio, las cuales fueron nombradas por el mandatario en su momento, pero esto tampoco ocurrió y en las redes o foros en que muchos compradores y vendedores de esta comunidad realizaron denuncias de fraude, incluso agencias calificadoras de ICOs, determinaron que el petro, tal como estaba planteado era una estafa o “scam”.
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En vista de lo anterior, Maduro produce un cambio en la Superintendencia de Criptoactivos y sale Carlos Vargas. Luego de meses de silencio con el tema, ha vuelto ahora con nuevos anuncios y en el sitio web oficial se puede leer un nuevo libro blanco, ahora el tercer petro que se propone utiliza la red X11. Se trata de una mezcla de los modos de grupos de trabajo (PoW) y los grupos de participación (PoS). Es esta la tercera criptomoneda que diseñan, luego de que las dos primeras ni siquiera pudieron ser puestas en funcionamiento.
Esa modalidad la utilizan criptomonedas como dashcoin o la venezolana arepacoin, esta última sí se cotiza en mercados internacionales en divisa extranjera. Esta nueva versión busca utilizar los mecanismos de pagos instantáneos y bajas comisiones como lo hacen las dos mencionadas, pero de nuevo viene el error que cometieron al principio y es que con el petro nuevo, el gobierno se reservará 51% de la propiedad de las criptomonedas aunque intenten disfrazar el asunto con la implementación del sistema de nodos maestros que proponen según el nuevo algoritmo que utilizan.
En los modelos de PoS el proceso de minería se ha simplificado, ya que no se necesitan equipos de alta potencia para minar las criptomonedas, sino que se puede establecer nodos maestros que consisten en la compra de una cantidad determinada de activos digitales, los cuales serán mantenidos inmóviles en carteras que funcionarán como nodos completos, conectadas las 24 horas del día y vinculadas a una dirección IP, – esto puede hacerse en servidores dedicados o alquilados para tal fin.
Una persona que disponga de un nodo maestro, según la cantidad de monedas que tenga es un delegado en la gobernanza de la criptomoneda, además según la proporción de fichas de que disponga en uno o varios nodos, tendrá más capacidad de decisión sobre el activo principal y ganará comisiones con la verificación y aprobación de operaciones de terceros. Esta modalidad permite que a pesar de que se utilice el proceso PoS, la criptomoneda funcione de manera descentralizada, sin embargo, según lo que reza el libro blanco del nuevo petro, la Superintendencia de Criptoactivos, se reserva 51% de las fichas para estos nodos, lo que nuevamente deja bajo control total del gobierno el proyecto y esto no generará confianza en inversores.
Hay empresas que están desarrollando casas de cambio para el petro en el mercado internacional, sin embargo las sanciones de EE.UU. siguen pesando sobre la misma.