Por Eduardo Martínez – Corresponsal en Italia
La cacareada “Maniobra” de la coalición de gobierno en Italia chocó de frente, este martes 22 de octubre, con la Comisión Europea.
Luego que el organismo colegiado revisara el proyecto del plan presupuestario presentado por Italia para 2019, enviado por el Premier Giuseppe Conte, la UE dio a conocer que encontró en el mismo un incumplimiento “particularmente grave” y una “desviación particularmente grave”. La recomendación fiscal fue dirigida a Italia por el Consejo el pasado 13 de julio de 2018, y la cual fue respaldada -por unanimidad- por el Consejo Europeo el 28 junio.
En virtud del incumplimiento, y tomando en consideración las normas pertinentes, la Comisión dictaminó solicitar a Italia la presentación de “un proyecto revisado” del plan presupuestario en un plazo de tres semanas. La Comisión observó que “el plan no está en línea con los compromisos presentados por Italia en su Programa de Estabilidad de abril de 2018”. Es la primera vez que la Comisión solicita la presentación de un proyecto revisado de plan presupuestario a un país integrante de la Unión Europea (UE).
No se hizo esperar el replique del gobierno italiano. El Premier Giuseppe Conte y el ministro de economía Giovanni Trias, fueron mesurados y cautos en sus declaraciones. No así Matteo Salvini y Luigi Di Maio, jefes de la coalición parlamentaria de gobierno.
Recomendaciones de la UE
Entre los argumentos esgrimidos por la Comisión, se encuentra el relativo a la trayectoria fiscal. El pasado julio, el Consejo había recomendado “que Italia hiciera una mejora estructural del 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2019”. Lo que el plan ignora, al “prever un deterioro estructural que asciende al 0,8% del mismo en 2019”.También considera la Comisión que la proyección de la expansión fiscal, acoplada con el riesgo asociado con el “riesgo a la baja” del crecimiento del PIB, ponen el peligro la reducción de la “todavía enorme” relación deuda/PIB. Los estados miembros han acordado que esta debe bajar alrededor del 60% del PIB. Se considera que una gran deuda es la mayor vulnerabilidad para la economía.
En este sentido, en el 2017 la relación deuda/PIB fue del 131,2% en el año 2017. La segunda más grande de la UE, y equivalente a una carga promedio de €37,000 por habitante. Además, absorbe solo en pago de intereses un 3,8% del PIB (65,5 mil millones de euros). Una cantidad que la UE recordó que es el mismo porcentaje del PIB que Italia dedica a la educación.
El otro punto de desencuentro UE-Italia es el Plan de Presupuesto no está alineado con el Programa de Estabilidad que el gobierno italiano presentó en abril de este año. En el mismo, los italianos apuntaban a un déficit del 0,8%. En el Presupuesto rechazado por la Unión Europea, el déficit se incrementaría hasta el 2,4%, “tres veces más alto”.
Reacciones UE
La UE presentó sus objeciones en una carta enviada al gobierno italiano, la cual fue dada a conocer en rueda de prensa en Estrasburgo por Valdis Dombrovskis, Vicepresidente para el Euro y el Diálogo Social, también a cargo de la Unión de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercado de Capitales; y por Pierre Moscovici, Comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas.
Dombrovskis señaló que “La deuda de Italia se encuentra entre las más altas de Europa, y los contribuyentes italianos gastan aproximadamente la misma cantidad que en educación. En este espíritu, no vemos otra alternativa que la de solicitar al gobierno italiano que revise su proyecto de plan presupuestario para 2019, y esperamos un diálogo abierto y constructivo en las próximas semanas”.
En tanto el Comisario Moscovici, advirtió que esta posición adoptada por la Comisión “no debería sorprender a nadie, ya que el proyecto de presupuesto del Gobierno italiano representa una desviación clara e intencional de los compromisos asumidos por Italia. el pasado mes de julio”.
Reacciones en Italia
En declaraciones inmediatas de Salvini y Di Maio, en las cuales dejaron ver que el gobierno no retrocederá, pareciera que el gobierno italiano no se tomaría las tres semanas fijadas por la UE.
Matteo Salvini, de visita en Bucarest, preguntó desafiante “¿Qué puede pasar? ¿Un procedimiento de infracción? Francia los ha coleccionado por años y no ha pasado nada, están sin algunas consecuencias. Por tanto, no se abre alguna negociación”, para luego advertir que la UE puede enviar 12 cartas, y no pasaría nada.
Por su parte Di Maio, en la misma línea de su socio de gobierno, pidió “respeto en la confrontación del pueblo y el gobierno que los representa”.
En un lenguaje más tranquilizador, el Premier Conte aseguró que ellos “todos están por el diálogo, también Di Maio y Salvini”.
El presidente Sergio Mattarella, quien se toma sus responsabilidades constitucionales con asombrosa velocidad, señaló que “la lógica del equilibrio del presupuesto no es aquella de un rigor abstracto (…) es una visión más lejana sobre el desarrollo, su equidad y su sostenibilidad (…) evitando que el desorden de los entes públicos y de las finanzas públicas, produzcan contragolpes pasando sobre todo por los grupos más débiles, por la familia que ahorra pensando en sus hijos, por las empresas que crean trabajo”.
En los mercados financieros fue inmediata la reacción al desencuentro de Italia con la UE. El spread , que indica la confianza o desconfianza en Italia, subió a 313 puntos, en tanto en la Bolsa de Milán perdía 0,86% al cierre.
Para el Premier Conte, de mantenerse alta esta cuota spread, afectaría a la banca, la que considera el más “débil” de la economía italiana.
En tres semanas, o antes de eso, se conocerá cómo hará el gobierno italiano para enfrentar a la UE. Los expertos de las finanzas deberán trasnocharse –probablemente- para cumplir con aquella máxima de la literatura italiana: “cambiar todo, para que todo siga igual”. Eso es lo que llamamos en el trópico: maquillaje.