La Casa de América en Madrid, ha sido el escenario donde este viernes los expresidentes Ernesto Samper (Colombia) y Rodríguez Zapatero (España), se dieron cita junto a catedráticos, analistas y pensadores iberoamericanos, para inaugurar en España la Cátedra Cartagena, un espacio para la integración de la región.
En este sentido, hemos conversado en exclusiva con el expresidente colombiano Ernesto Samper, para conocer más sobre esta iniciativa y, por supuesto, sobre su postura frente a la crisis humanitaria que atraviesa el pueblo de Venezuela.
El primer punto que siempre surge al hablar de Venezuela es el «diálogo», ante el cual Samper ha explicado que cuando tuvo «la oportunidad de estar en la Secretaría de UNASUR, nosotros (Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos) lanzamos una propuesta de diálogo político. En ese momento, el mayor afán era que se preservaran los espacios democráticos, yo creo que esa prioridad ha cambiado en este momento y el mayor afán debe ser la estabilización social de Venezuela. En ese sentido se elaboró un documento que todavía tiene validez para estabilizar la economía, para garantizar sus posibilidades de crecimiento y yo creo que la primera prioridad, en ese diálogo, es la estabilización social»
Pero al ser cuestionado sobre la falta de confianza y de compromiso para poder hablar de diálogo en el país, Samper ha aclarado: «Esas fueron las principales dificultades que tuvimos cuando tratamos de avanzar en el diálogo y es que no hay una representatividad estable de las partes y si no hay una confianza entre ellas y si cada una no reconoce a la otra como contraparte, como dos orillas distintas pero de una misma mesa, va a ser muy difícil llegar a unas conclusiones como las que necesitamos llegar para que Venezuela pueda salir de la situación en que se encuentra», expresó.
Por otra parte, con respecto a la reacción que ha tenido el actual presidente colombiano, Iván Duque, con el tema venezolano, Samper ha dicho: «por supuesto que comparto la preocupación del gobierno y del presidente por este flujo de migrantes que está llegando de una manera -digamos- precipitada a Colombia, aunque algunos de estos migrantes eran personas que ya se habían ido de Colombia y ahora están regresando, entonces claro que para el país no es fácil sortear una situación con un flujo tan importante, pero precisamente creo que la manera de detener ese flujo no es estableciendo una contradicción con Venezuela, sino creando las bases para una política de estabilización social en Venezuela, para que la gente no tenga que salir, esa es la mejor manera de contener los flujos», aseguró.
«Se escuchan tambores de guerra en la frontera»
El exmandatario ha manifestado su preocupación con respecto a la posibilidad de que surgiera algún tipo de conflicto bélico entre ambos países. «Me preocupa que de lado y lado de Colombia y Venezuela se han comenzado a escuchar ruidos de tambores que -de alguna manera- tendríamos que conjurar porque lo peor que le podría pasar a los dos países es que se aventuraran en una experiencia guerrerista que no le dejaría sino más sufrimiento a la población de lado y lado de la frontera. Creo en la buena fe del presidente Duque, él ha dicho que no es belicista, pero no es suficiente”, estimó el expresidente Samper. “Tenemos que desarmar los espíritus”, afirmó.
Con respecto a la Cátedra Cartagena que hoy inauguraban en la Casa de América, Samper explicó: «Es un proyecto de encuentro entre las dos regiones, auspiciado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Cámara de Comercio de Cartagena. La idea es construir una agenda sobre los temas que más le interesan a España y a América Latina, empezando por la preservación de la condición de paz de la región, la aplicación de los DDHH, la construcción de Ciudadanía, la competitividad; es un esfuerzo por equilibrar la agenda latinoamericana, ahora que estamos viviendo momentos de desintegración y amenazas provenientes del norte, reforzar este espacio interoceánico es uno de los principales objetivos de la cátedra».
En este sentido, aclaró que para sortear los problemas de la región, eran necesario llevar a cabo «tres iniciativas, en cuanto al tema económico, tenemos que salir del modelo estractivista en el que vivimos de lo que le sacamos al suelo por debajo o por encima, tenemos que agregarle valor a las cosas y eso no se consigue sino con una política de una re-industrialización de la región. Vivimos demasiado dependientes de los ciclos de los productos básicos. En el tema social, creo que el mayor desafío de la región es que esos 180 millones de pobres que logramos sacar de la pobreza los últimos 10 años, por culpa de esa crisis económica que está viviendo la región no retrocedan en ser beneficiarios de esas políticas de lucha contra la pobreza. Y en el tema político, estamos trabajando en un proyecto muy interesante que se trata de construir ciudadanía y eso consiste en facilitar la movilidad de las personas en la región y la movilidad que más nos interesa es la educativa, es decir, que un estudiante que está cursando sus estudios en Colombia, los pueda terminar en Argentina, que un profesional que aprendió a construir puentes en Bolivia, pueda aplicar su tecnología en el Perú, en fin, queremos que haya una movilidad educativa porque creemos que eso es lo que va a permitir darle contenido a esa integración», aseguró.
Pero le hemos preguntado al exmandatario qué es lo que ha impedido esa integración, a lo que nos ha contestado que, básicamente, «la crisis económica llevó a una crisis política, y eso a una crisis de la integración. La región va para un lado y para el otro, pero parece ser que no hay una voluntad política de los países, no de hacer acuerdos de libre comercio, porque eso no es la integración, sino precisamente de hacer proyectos de integración, como proyectos de infraestructura, proyectos comunes de defensa o proyectos relacionados con agendas sociales», finalizó.