Luis Suárez celebra uno de los tres goles que marcó ante el Real Madrid en el último Clásico, el cual no disputó Messi por lesión. Foto Cortesía AFP.

Tras machacar al Madrid en el Clásico, el Barça mira su futuro sin Messi

Luis Suárez celebra uno de los tres goles que marcó ante el Real Madrid en el último Clásico, el cual no disputó Messi por lesión. Foto Cortesía AFP.

Por Roberto Mansilla Blanco, Corresponsal en España

Con el astro argentino lesionado, el Barça ha solventado su ausencia con dos contundentes victorias en Champions League (2-0 ante el Inter de Milán) y la Liga española (5-1 ante el Real Madrid), lo cual hace presagiar los preparativos de un futuro sin Messi.

Si bien es prematuro hablar de un Barça sin Messi, los últimos resultados en el cuadro catalán permiten intuir algunas pinceladas de lo que puede ser el futuro próximo del club sin su máxima estrella de la última década.

A sus 31 años, Messi sigue teniendo fuelle para cumplir su actual contrato con el Barça que expira el 30 de junio de 2021. El que con toda probabilidad será su último contrato con el Barça fue renovado en 2017. La cláusula de rescinsión de este contrato está valorada en 700 millones de euros, una cifra prácticamente inalcanzable para cualquier club a nivel mundial, salvo quizás para algún multimillonario de Qatar, China o Japón que le ofrezca a Messi un millonario retiro dorado.

El pasado 20 de octubre, Messi se lesionó en un brazo y el codo tras una caída en falso en el importante encuentro en el Camp Nou contra el Sevilla. Antes de ese encuentro, el Sevilla era líder de la Liga, un punto por encima del Barça. Al momento de la lesión de Messi, el Barça ganaba cómodamente 2-0, siendo el segundo gol obra del astro argentino.

La aparatosa lesión de Messi lo mantendrá tres semanas de baja en un contexto clave para las opciones del Barça esta temporada. El Barça finalmente aguantó bien la ausencia del argentino venciendo 4-2 a los sevillistas y recuperando el liderato en la Liga española.

Pero los encuentros posteriores iban a determinar si este Barça puede vivir sin Messi. Desde comienzos de 2017, el Barça no contaba con tantas semanas de ausencia de su astro por lesión.

Por lo tanto, venían tiempos complejos para los catalanes. El primer “match game” sin Messi vino en la Champions League el pasado 25 de octubre, también en el Camp Nou, contra el Inter de Milán. El Barça solventó con garantías el partido venciendo 2-0 a los italianos, con goles del brasileño Rafinha y del lateral Jordi Alba. Primer juego sin Messi, y liderato asegurado en su grupo de Champions: tres victorias, nueve puntos. El próximo cotejo será el 6 de noviembre en Milán.

El segundo reto sin Messi sería el “superclásico” del 28 de octubre contra el Real Madrid, también en el Camp Nou. Curiosidades del destino, era el primer Barça-Madrid sin Messi ni Cristiano Ronaldo (hoy en la Juventus de Turín) desde que ambos iniciaron su particular rivalidad en 2009, cuando el portugués recaló en el club merengue.

El resultado no dejó lugar a dudas. El Barça aplastó al Real Madrid 5-1 con tres tantos del atacante uruguayo Luis Suárez, quien se reivindicó ante su afición en un partido de esta envergadura. Los otros goles catalanes fueron del brasileño Coutinho y del chileno Arturo Vidal, recientemente envuelto en la polémica por sus opiniones en twitter mostrando su contrariedad por no ser titular en el equipo. Un 5-1 al Madrid…sin Messi jugando.

Esta victoria consolida al Barça en el liderato de la clasificación de la Liga española y ahonda una crisis en el Real Madrid que muy probablemente llevará a la destitución de su entrenador Julen Lopetegui. El cuadro merengue, actual campeón de la Champions, está actualmente en la novena posición de la clasificación de la Liga española, a siete puntos de líder catalán.

Lopetegui, el ex seleccionador de España cuya contratación por el Madrid estuvo envuelta en la polémica ya que fue anunciada en junio pasado, dos días antes del debut español en el Mundial 2018, ha tenido un paso fugaz por el cuadro merengue: apenas tres meses al frente del banquillo. Las cábalas anuncian al italiano Antonio Conte como su posible sustituto.

Un Barça post-Messi

El contexto actual merece una ponderación mesurada sobre lo que puede suceder en el Barça una vez no esté Messi. Las dos recientes y convincentes victorias ante el Inter y el Real Madrid demuestran que la gestión del entrenador azulgrana Ernesto Valverde ha sido sumamente acertada, especialmente a la hora de recomponer el equipo ante la súbita ausencia del astro argentino.

Para ello, Valverde ha apostado por la solidez del bloque existente aunado a las nuevas incorporaciones. Destacan así el brasileño Arthur Melo, fichado este verano del Gremio de Porto Alegre. A sus 22 años, su versatilidad, visión de juego, calidad y sacrificio le han hecho ganar el cariño y respeto de la exigente afición azulgrana. Muchos, incluso el propio Messi, lo han comparado con mitos del barcelonismo como Xavi e Iniesta.

También destaca la cada vez mayor confianza del también brasileño Coutinho (26 años) como director del juego azulgrana junto a Arthur. El regreso goleador del uruguayo Suárez ante el Madrid fortalece la base estructural del equipo sin Messi, conformada por los veteranos Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba e Iván Rakitic.

Por otro lado, la seguridad defensiva mostrada en estos partidos por el francés Clément Lenglet, sustituto inmediato de su paisano Samuel Umtiti en el centro de la defensa, le ha permitido ganarse el respeto de la afición. Igualmente, el regreso al club del también brasileño Rafinha ha sido una importante aportación por su sacrificio y calidad a cuentagotas.

Todo ello intuye que Valverde está confeccionando un equipo capacitado para sacar adelante los retos de esta temporada en caso de que Messi cayera lesionado. Ello permite deducir que el cuerpo técnico de Valverde e incluso la junta directiva del Barça trabajan en el cometido de reducir la  “Messidependencia” con que siempre se le ha criticado al cuadro catalán.

Ausente en el campo, Messi ha estado presente en la tribuna en estos dos últimos partidos ante el Inter y el Real Madrid para apoyar a su equipo. Ha disfrutado enormemente de los goles de su Barça y de los triunfos. Sabe que esta temporada es el capitán principal del cuadro, y que su peso e influencia es determinante, por no decir casi totalmente decisiva, en el desempeño del club.

Pero los recientes resultados también pueden hacer persuadir al astro argentino de que, a sus 31 años, y si bien tiene todavía “cuerda para rato”, el Barça debe ir trabajando con sensatez en una renovación calculada. Ante el Inter y principalmente ante el Real Madrid, el Barça de Valverde ha demostrado que la “Messidependencia” ya no es un síntoma inalterable para el cuadro catalán.