Diputada Adriana Pichardo: “Mi único miedo es continuar en dictadura”

 

 

 

Por Alfredo Conde.

 

Adriana Pichardo, diputada a la Asamblea Nacional por el estado Aragua y del Parlamento del Mercosur, contó a Zeta cómo en forma ilegal la Dgcim allanó su casa y afirmó que esto la impulsa más a trabajar para contribuir a documentar, caso a caso, las torturas, las represiones, la persecución, la violación de los DD. HH. tanto de civiles como de militares, en Venezuela.

 

Adriana Pichardo, diputada a la Asamblea Nacional por el estado Aragua y del Parlamento del Mercosur, fue noticia en días pasados cuando su residencia, sin orden judicial alguna, fue allanada por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), lo cual generó gran preocupación en los sectores democráticos del país. La parlamentaria, frente a ello, dijo que se equivoca el régimen de Nicolás Maduro, pues estas acciones de persecución y hostigamiento “no van a cambiar mi convicción y mucho menos van a hacer que yo deje de hacer el trabajo de la defensa de los derechos humanos”.

 

-Todo el mundo se enteró y fue noticia de mucha preocupación para los demócratas venezolanos lo que ocurrió con tu familia: el allanamiento donde vives con tu señora madre. ¿Cómo fue ese episodio para que la gente esté clara de lo que ocurrió?

-El pasado lunes 15 de octubre, aproximadamente a las 10:00 de la mañana, allanó mi residencia un comando de seis funcionarios fuertemente armados, que al principio se identificaron ante mi madre como miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), pero luego tanto vecinos como el propio vigilante aclaró que se trataba de la Dgcim, por la patrulla y por sus mismos uniformes.

-Ellos, bajo amenazas al vigilante de mi edificio, le escribieron en un papel lo que tenía que decirle a mi mamá para que bajara. Cuando mi mamá bajó pues ellos la abordaron violentamente, todos con armas largas, incluso había funcionarios que se habían desplegado por los jardines del edificio y le dijeron “señora vamos a subir a revisar el apartamento por las buenas o por las malas”, porque mi mamá igual que el vigilante le solicitaron lo de ley, una orden de allanamiento la cual no tenían.

-Subieron a mi casa –continúa la parlamentaria-, mi mamá les pidió que le dejaran ver la orden y les dijo que llamaría a unos vecinos, cosa que ellos finalmente permitieron. Luego, además de actos violentos y de querer entrar sin ningún testigo, mis familiares lograron comunicarse con dos vecinos que inmediatamente llegaron allí, pero no los dejaron entrar con ellos. Los de la Dgcim entraron apuntando hacia adentro de la casa convencidos de que en mi casa estaría el primer teniente Ricardo Antich, quien había sido liberado el jueves anterior y que fue acusado por el supuesto “golpe azul” en el año 2014, luego de pasar cuatro años detenido. Ellos lo buscaron incesantemente en mi casa, debajo de las camas, abrieron los closets, en los baños, algo yo creo que bastante ridículo, frente a una señora de 74 años a quien atosigaban a preguntas sobre mí, sobre el señor Ricardo Antich a quien repito no conozco personalmente, jamás lo he visto en mi vida. Sin embargo, tengo cuatro años acompañando a su familia y siendo la voz, entre muchas otras, de la denuncia de todo lo que ha ocurrido en el caso de ellos y de más de 400 presos políticos.

 

-¿Esa persecución se inicia en ese momento o con anterioridad ya habías vivido capítulos semejantes? ¿A qué crees tú que obedece? –Esto obedece, sin ninguna duda, a mi trabajo en defensa de los Derechos Humanos, pero particularmente en ser la voz de los presos políticos durante los últimos cuatro años. Desde el año 2014, luego de que Leopoldo López fuese arbitrariamente detenido, él a través de una carta me solicita formalmente como miembro de la Dirección Nacional de Voluntad Popular que me dedique y coordine el Comité de Liberación de Voluntad Popular. Desde ese preciso momento, estoy hablando más o menos desde marzo de 2014, he dedicado mi vida entera, las 24 horas, 7 días a la semana, a la atención y acompañamiento de todo el tema de los presos políticos. Tan así que soy miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento del Mercosur y durante estos dos años y medio de gestión en ese Parlamento y aquí haciendo vida en la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional, me he dedicado a documentar caso a caso, las torturas, las represiones, la persecución, la violación de los DD. HH. tanto de civiles como de militares. En principio fue necesario, vista la persecución atroz que se llevó a cabo de mi partido, Voluntad Popular, del que llegué a atender a 120 detenidos simultáneamente, incluyendo nuestro Coordinador Nacional. Tenemos más de 20 personas en el exilio, dirigentes de alto nivel, cuadros medios y cuadros bajos en el exilio, perseguidos, etc.

 

–Digamos –apunta Pichardo-, esto es un trabajo que yo realizo todo el día, me ocupa mucho tiempo, lo hago con la mayor dedicación del mundo, amor, convicción y el mensaje es claro: mi único miedo es continuar en dictadura… Hechos como los ocurridos en mi casa no van a cambiar mi convicción y mucho menos van a hacer que yo deje de hacer el trabajo de la defensa de los derechos humanos.

 

-Igualmente –prosigue Adriana Pichardo-, formó parte de la Unidad Interparlamentaria. Estuve en Ginebra hace un año y medio, presenté todos los informes que tenía. Llevé a cabo el caso de la investigación de Oscar Pérez, atendí a todos los familiares de la masacre de Oscar Pérez, es decir, ellos, si quieren vincularme en algún hecho extraño e irregular, simplemente es porque yo mantengo relación con las más de 400 familias de presos políticos y de otros cientos de personas que han sido perseguidas, torturadas y que no son hechos públicos y notorios, pero que yo sí los conozco, yo los he registrado, yo los he atendido y lo voy a continuar haciendo.

 

-Ese es el trabajo al que me he dedicado y por el que me han perseguido en otras oportunidades que me han querido culpar de otras cosas, como lo que ellos llaman guarimbas, hechos violentos de calle, pero el mundo entero conoce mi perfil de activista de Derechos Humanos y lo seguiré haciendo porque además yo no me formé para eso, la circunstancia me hizo dedicarme a ello y lo hago con pasión, con convicción, y creo que el valor más importante que Venezuela tiene que recuperar, es sin duda la libertad.

Adriana Pichardo: “Venezuela hoy debe convertirse en un gran grupo y un gran equipo de pueblo venezolano de resistencia”.

EL PAPEL DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

 

-La comunidad internacional se ha sensibilizado bastante frente a la situación de los presos políticos, yo diría que no tanto el ciudadano venezolano, porque considera que eso es el riesgo que asume un político frente a un régimen como el que tiene Venezuela, ¿pero hasta qué punto los pasos que está dando la comunidad internacional son contundentes, no solamente para lograr la liberación de los presos políticos, sino en la lucha que tienen para restablecer el hilo constitucional?

-Yo siempre lo digo, los tiempos de los protocolos internacionales y los tiempos de la diplomacia son bastante lentos para la necesidad frente a lo que estamos viviendo. Creo que la comunidad internacional ha hecho todo lo que tiene que hacer. En lo que respecta al tema de las sanciones, hay que repetir que son personales, en ningún caso son contra el pueblo venezolano. Son al gobierno y personales a los miembros de este régimen que precisamente los sancionan, por ser violadores de Derechos Humanos, por cometer crímenes de lesa humanidad. La comunidad internacional ha hecho todo en los casos de los presos políticos, sin duda alguna ha sido un gran apoyo, ha evitado con sus pronunciamientos y con su preocupación que situaciones como las del concejal (Fernando) Albán, hubiesen ocurrido antes.

 

-Recordemos La Tumba, por ejemplo, que fuimos los primeros en denunciar, la existencia de La Tumba y de las condiciones que para ese momento en el 2014 existían y precisamente con toda esa presión internacional, con todos esos pronunciamientos, con todo lo que son los protocolos y las leyes internacionales en materia de derechos humanos, logramos mejorar la situación en las que se encontraban las personas recluidas allí.

 

-Hemos logrado, evidentemente por influencia, por intervención de algunos gobiernos, que algunos presos políticos hayan logrado ser excarcelados. Lamentablemente los propios gobiernos extranjeros, los que han intervenido, no han logrado dejar de lado algo tan inconstitucional como el destierro, pero han sido solidarios al momento de llevarse a esa víctima, a ese preso político desterrado, llevarlos a su país y tratarlos como un ciudadano más, con derechos, con respeto, con solidaridad y eso es algo que siempre en materia de derechos humanos, vamos a agradecer al gobierno español, particularmente, al gobierno de Perú. Hoy son cuatro los desterrados en Venezuela, algo que expresamente la Constitución prohíbe y eso debemos dejarlo claro porque esto es una de las cosas que más nunca debe repetirse en nuestro país y que debe quedar claro. Igual como más nunca debe perseguirse a nadie por pensar distinto, más nunca debe encarcelarse a alguien por protestar y más nunca deben montárseles ollas y sembrar falsas pruebas a la gente inocente en su casa y violar la inmunidad parlamentaria de diputados de la Asamblea Nacional y diputados que representamos a Parlamentos Internacionales.

 

-Yo voy al Parlasur no como Adriana Pichardo, yo voy en representación del pueblo de Venezuela y quiero destacar la sensibilización que en la comunidad internacional es bien alta con relación al tema de la persecución de los presos políticos, pero al interno los venezolanos deben saber que hoy cuando tú y yo estamos conversando, hay 401 presos políticos todavía tras la rejas, de los cuales 195 son sociedad civil, 165 son militares, 10 son estudiantes, 12 son políticos, 14 son policías y 5 son menores de edad. Esto no es un tema exclusivo de los políticos. La sociedad tiene que entender que la persecución y la violación de los derechos humanos no son solo contra los políticos, es a todo un pueblo. Nos están violando los derechos humanos desde el momento que nos niegan la comida, la salud, los medicamentos y de allí en adelante, precisamente por protestar por nuestros derechos hoy, tenemos una larga lista de venezolanos que están injustamente tras las rejas de un régimen violador, absolutamente, de los derechos humanos.

 

-Eso que estás diciendo es muy importante sobre la actuación de la comunidad internacional. Por ejemplo, el caso de Frenando Albán podría ser incluido entre las pruebas que se están enviando a la Corte Penal Internacional. ¿Cómo marcha eso, cómo van esos pasos. Cómo lo ve usted?

-Se suman nuevos países hace unos días a la solicitud de investigación de este caso por parte de seis presidentes. Ahora, nosotros en la Comisión de Política Interior de la AN formamos parte del equipo colaborador, estamos levantando expedientes que actualizamos a diario con testimonios reales de familiares y de propias víctimas excarcelados, gente que está en el exilio.

 

-Hemos sido la bisagra de esos gobiernos con la realidad venezolana; hemos solicitado una vez más, como lo hice en la plenaria hace un par de semanas, la visita in situ de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. Creo que bien lo hemos dicho, he acompañado a los familiares, tres veces hemos ido al PNUD a solicitar sus visitas in situ. Creo que ya están dadas todas las condiciones y Bachelet debe tomar la palabra, incluso, el propio Nicolás Maduro le dijo que podía venir a Venezuela cuando quisiera. Es necesario que Michelle Bachelet haga presencia inmediata en Venezuela y constate con sus propios ojos lo que nosotros estamos viviendo y lo que hemos venido denunciando por años.

 

CASOS BADUEL Y CAGUARIPANO

 

-Quiero preguntar sobre dos casos puntuales. 1) el General Raúl Isaías Baduel, lo que le han hecho a la familia, verdaderamente no tiene nombre y 2) del capitán Juan Caguaripano, otro caso que también ha preocupado mucho a la colectividad. ¿Qué conocimientos tiene del estado de salud de ellos?

-Ambos, junto a una tercera persona, el primer teniente (Ej.) Yefferson García Dos Ramos, quien fue al que detuvieron junto a Caguaripano, son las únicas tres personas que hoy se encuentran detenidas en La Tumba. Solo por eso es algo gravísimo, porque todos sabemos lo que significa estar en un lugar como ese. A ellos les han aplicado lo que se llama tortura blanca y aislamiento, por más de 90 días sin que nadie sepa de ellos. En el caso del General Baduel, recordemos que ha sido un ensañamiento inmenso contra él y su familia. Su hijo estuvo cuatro años y medio preso, fue torturado en cárceles comunes de este país. Y el padre por segunda vez es llevado preso después de haber cumplido su primera condena injusta, pero la cumplió como dice la ley. Inmediatamente cuando salió no pasaron dos meses cuando nuevamente le montaron otro caso y lo vuelven a detener. En este último año y medio en que él ha estado detenido, ha pasado más de seis meses totalmente aislado sin visitas de abogados ni de familiares.

 

-El caso de Caguaripano –prosigue la diputada- es muy grave. Fue fuertemente torturado por lo que tuvo desprendimiento de uno de sus testículos. Caguaripano casi no tiene familia en Venezuela, por lo que es una persona bastante solitaria y su condición de salud cada vez es más grave, precisamente, porque además del aislamiento hacia su defensa y la única familiar que le queda en el país, no han permitido que se puedan ejercer las acciones legales para la revisión médica que Caguaripano necesita. A mí en lo particular me preocupa muchísimo, ellos dos y el tercer caso (García Dos Ramos) que no sé las condiciones en que se encuentra, pero entiendo que han sido más flexibles con él, sin embargo el ensañamiento contra estos militares es enorme y es la demostración más clara y pura de la violación de los derechos humanos y la aplicación de lo que se llama tortura blanca en Venezuela.

 

-Para concluir, ¿Qué pueden esperar los venezolanos? No solamente de esta situación de los presos políticos porque también los venezolanos estamos presos de alguna forma u otra. No solamente presos dentro del país, sino presos del hambre y de la miseria. ¿Qué palabras les podrías dar a esos venezolanos de a pie que leerán esta entrevista?

-Primero que nada, fuerza y resistencia. Venezuela hoy debe convertirse en un gran grupo y un gran equipo de pueblo venezolano de resistencia. Entender primero el compromiso que como ciudadanos tenemos todos con nuestro país. Creo que muchos están equivocados al pensar y expresarse que lo que está ocurriendo es un tema solo de los políticos. Aquí estamos pasando hambre los que hacemos política y los que no. La política es un oficio más como cualquier otro, como la medicina, el artista o como el músico. Hacemos esto por pasión. Nosotros no nos lucramos de esto; más de dos años y medio que no cobramos ni siquiera en la Asamblea Nacional, es decir, esto se hace netamente por pasión, así que el mensaje al pueblo venezolano es unidad, no solo unidad política, unidad total de acción, de convicción y de objetivo. 

-Nosotros como políticos lo que nos corresponde es conducir y sin duda alguna lo vamos a hacer. En los próximos días estaremos planteándole al país una nueva ruta pero necesitamos que todos se sumen. Aquí no vale ser espectador por la televisión o ser guerrero de un teclado como muchos los llaman. Esto es una guerra de todos, es un trabajo de todos, una lucha de todos, tenemos que convertirnos en defensores de la ley, de los derechos humanos, de nuestra democracia. La democracia no la van a lograr ni la van a consolidar tres o cuatro o 112 diputados, eso no es verdad. Esto es de todos porque este es nuestro oficio. A veces creo que nos deshumanizan y los ataques son muy duros e injustos en algunos casos, porque no conocen lo que nosotros vivimos y que somos tan venezolanos como cualquier otro, tan venezolano es al que tienen tras las rejas injustamente.

Aquí el llamado es a la reconstrucción en unidad, a la reconstrucción de todo un pueblo –afirma Adriana Pichardo-, de nuestra democracia pero juntos y organizados. Dejemos de pensar que la responsabilidad es de otro, la responsabilidad es de todos, porque ellos que sí son pocos y no son mayoría, están unidos y no se atacan entre ellos. Ustedes nunca ven al pueblo chavista atacando a sus dirigentes, por el contrario… Entonces hagamos votos de unidad, de unión, vamos a llenarnos de fe, de convicción, de que solo juntos los que quedamos, que son tan respetables como los que se han ido, podemos lograrlo. Nosotros somos los llamados a hacer que regresen todos nuestros familiares que hoy están fuera, yo tengo toda mi familia fuera, esto no es una historia distinta para mí. Nosotros somos los llamados a que todos vengan porque nosotros vamos a luchar, aquí no somos gente de violencia, no tenemos armas, pero sí vamos a salir a las calles organizadamente a levantar la voz sin miedo. Mi llamado definitivo y para concluir es a vencer el miedo. El único miedo que nosotros debemos tener en Venezuela es continuar en una dictadura.

Twitter: @Alconde