Foto: Cortesía de El Comercio

Panorama político: El voto sigue siendo la vía

 

Foto: Cortesía de El Comercio

Por Jaime Granda.

Colombia, Brasil y Estados Unidos han revalorizado el voto para enfrentar proyectos políticos nocivos.

El panorama político venezolano está atado al panorama económico, el cual luce peor que semanas atrás cuando arrancó la reconversión monetaria y el tan promocionado Programa de Recuperación Económica.

La hiperinflación se ha encargado de desinflar todos los globos de esperanza y promesas gubernamentales, incluyendo los “precios acordados” de alimentos y medicinas.

A casi tres meses de toda esa parafernalia y anuncios de que grandes economistas asesoraron al régimen, volvemos al comienzo de la crisis y los salarios mínimos son más que mínimos porque no alcanzan para cubrir la canasta básica de una familia. Mientras el salario mínimo se minimiza, los precios se maximizan.

La errada política del régimen de querer imponer precios a todo sin tomar en cuenta los gastos de producción, embalaje y distribución, han conducido a la desaparición de alimentos básicos como las proteínas y medicinas clave para enfermedades que la misma situación ha desatado en todo el territorio nacional.

Mientras la gran mayoría de venezolanos tienen que rastrear kilómetros de su entorno para conseguir algo que puedan adquirir con el poco dinero que reciben, los actores políticos siguen derrochando tiempo y dinero en actos que no mejoran ese panorama que amenaza con otra Navidad sin las “tradicionales” hallacas, el pernil, el pan de jamón y otras delicias que el pueblo degustaba en cada diciembre cuando los “malucos copeyanos y adecos” compartían el poder de manera democrática y con elecciones sin triquiñuelas ni costosas campañas que promovieran la abstención.

Hoy, en todos los estados están valorando el signo de progreso que significó la descentralización. Hoy, todos los trabajadores con deseos de ascender y mejorar sus niveles de vida entienden lo valioso que es la meritocracia.

El voto es la vía

Frente a todo ese panorama triste que amenaza con empañar otras Navidades a los venezolanos, es imprescindible reflexionar que la vía para cambiar eso es la vía electoral.

En lo que va de año hemos observado tres experiencias que revalorizan el voto como instrumento civilizado para escoger el mejor camino que todo pueblo debe transitar con avances hacia mejores niveles de existencia.

Viendo la movilización de electores en Brasil y en Estados Unidos para frenar a malos gobernantes, los venezolanos deben aprender que ese es el camino. Frente a una avalancha de votos opositores no hay dictadura que pueda maniobrar impunemente.

En esas tres experiencias se dieron muchas de las circunstancias que dominaron en Venezuela y condujeron a la abstención en los más recientes eventos electorales, lo que dejó libre la vía al régimen que la mayoría quiere sacar del poder.

Son muchas las investigaciones y estudios que están demostrando que detrás de la abstención en Venezuela hubo factores externos que desataron campañas en las redes sociales y por razones que algún día saldrán a la luz pública fueron avaladas por la dirigencia opositora.

Lo cierto es que los votos del pueblo derrumbaron el proyecto que esos factores externos montaron durante años en Colombia y ya suponían cristalizado con el candidato y el partido de la guerrilla, convertida por maromas políticas y complicidad del entonces presidente en un partido político, a pesar de haber dejado a atrás miles de muertos y haber montado la maquinaria de narcotráfico que se moviliza por todo el continente americano y parte de Europa.

Lo cierto es que el pueblo de Brasil sacó del poder a un grupo que parecía eternizarse en el mismo gracias a los apoyos externos y toda la promoción del Foro de Sao Paulo, mediante la asistencia a votar y mostrar que rechaza los abusos de esos dirigentes que se enriquecieron a costa del sufrimiento de las mayorías.

Esta semana, le tocó al pueblo norteamericano mostrar que con el voto se puede iniciar la recuperación de lo que por descuido se perdió en algún momento.

En Estados Unidos, como en Colombia y Brasil los factores eternos movieron las redes sociales para impedir que se impusiera la voluntad popular.

En Estados Unidos, los demócratas recuperaron el martes la

Cámara de Representantes, aunque los republicados, que llevaron a Donald Trump a la presidencia, mantuvieron el Senado.

De acuerdo con lo que trascendió a finales del martes, los demócratas obtendrán los 23 escaños necesarios para tener mayoría en la Cámara de Representantes y eso disminuye las posibilidades de abusos por parte de un presidente que está cambiando mucho de la tradicional democracia norteamericana, donde la economía produce lo necesario y el Estado cumple su papel de servir de intermediario entre empleadores y empleados. Una democracia donde el presidente no tiene necesidad de gastar tiempo y dinero en mostrarse como el único que piensa y ordena, como ocurre en países como Venezuela donde los ministros lucen como muchachos de mandado del jefe del Poder Ejecutivo, aunque sus credenciales los coloquen en mejor situación para manejar las áreas en las que les toca desenvolverse.