La Asamblea Nacional Española (ANE) es una asociación que ha nacido en Cataluña para «combatir los nacionalismos y populismos» que amenazan la convivencia democrática a ambos lados del Atlántico. Para conocer más sobre esta asociación, hemos conversado en exclusiva con su presidente, el empresario Miguel Martínez, que también era «conseller en cap» de la Tabàrnia que presidía Albert Boadella.
La ANE ha hecho su presentación oficial el pasado domingo 11 de noviembre, cuando se conmemoraba el centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial, a su juicio provocada por los «nacionalpopulismos», y los asistentes hicieron un minuto de silencio en recuerdo a los millones de muertos que hubo en aquel conflicto bélico.
Revista Zeta: ¿Qué es la ANE y cuál es su objetivo?
Miguel Martínez: El objetivo es combatir contra los nacionalismos y los populismos; creemos que ya en el siglo XXI son dos conceptos muy pasados, desfasados, y que lo único que causan es destrucción por allá por donde pasan. Es una organización orgullosamente española y europea. Pero nuestra idea no solo se extiende a Europa sino a nuestros pueblos hermanos del resto de Iberoamérica, con los cuales hemos tenido un pasado común, en los cuales tenemos que fijarnos para no dejar que dictaduras comunistas como la que tiene ahora mismo Venezuela, por ejemplo, sigan existiendo, mientras el pueblo está pagando las consecuencias de tan mala gestión.
R.Z.: Es una asamblea ¿hay participación ciudadana?
M:M.: La Asamblea Nacional Española nace con el sentido de aglutinar de manera transversal a todos aquellos ciudadanos que quieran tener participación directa de la democracia española. Actualmente, España es uno de los países con menos herramientas de participación ciudadana. Por ejemplo, en países como Suiza o como Austria, se puede hacer una reforma constitucional con iniciativas de calado, aquí ni siquiera se puede hacer eso; se puede hacer un derecho de petición colectiva pero no se pueden pedir reformas constitucionales. Siempre tienes que proponer a grupos políticos que lo lleven adelante; es prácticamente imposible hacer una reforma constitucional si no hay voluntad política. La idea es que haya más participación ciudadana en las resoluciones de la política española: Creemos que España tiene que tener una gran asociación que pueda presionar en un momento dado a los políticos para que cumplan y den herramientas para que los ciudadanos puedan participar, por ejemplo, a través de un referéndum.
Tenemos la intención de liquidar el estado de las autonomías
R.Z.: Un referéndum requeriría una reforma de la Constitución ¿Esto tiene intenciones de llegar hasta allí?
M.M: Nosotros tenemos la intención de liquidar el estado de las autonomías, que para nosotros se ha convertido en un estado obsoleto, en un chiringuito para amigos y clientelismo, y creemos que España necesita una reforma profunda. El estado de la autonomía no se puede mantener, no porque lo diga yo, sino porque lo dice la propia Comisión Europea; no se puede llegar a ese sistema de endeudamiento que tienen estas autonomías ni se pueden mantener toda esa administración que realmente es un monstruo que lo único que hace es crear más burocracia para que los ciudadanos no podamos tener libertad de ciudadanía y de mercancías, es decir, demasiada legislación es menos libertad para el ciudadano, y eso es lo que está pasando.
R.Z.: ¿El funcionamiento de esta Asamblea Nacional Española sería más o menos como un parlamento?
M.M.: Nosotros tenemos una asociación en la que hay una junta directiva, en la que estamos presentes la secretaria, Paula Fiestras; el vicepresidente que es Pau Guix y un servidor, que soy el presidente. Entonces a partir de ahí estableceremos las bases: la Asamblea General será la soberana, y después tenemos una captación de miembros colaboradores y miembros simpatizantes, cada uno con una aportación simbólica anual entre 50 y 20 euros, y luego las donaciones que nos quieran dar. Entonces aquí lo que se pretende hacer es una serie de delegaciones territoriales a nivel provincial en España y delegaciones internacionales a nivel de los otros países porque queremos internacionalizar que en España no solo hay regiones que se quieren independizar sino que hay una serie de ciudadanos españoles, incluídos nosotros que somos catalanes, que lo que queremos es fortalecer nuestra nación y mirar hacia Europa.
R.Z.: ¿La ANE piensa tener alguna vinculación con partidos políticos?
M.M.: Nosotros no tenemos ningún acuerdo con ningún partido político, nosotros somos transversales 100%; aquí hay personas de sensibilidad más cercana a la izquierda, otros más cercanas a la derecha, otros más cercana al centro. Sí, claro que nos gustaría tener las mayores relaciones con los partidos parlamentarios e incluso con algún extra parlamentario, pero obviamente no venimos aquí para hacerle la pelota a los políticos, venimos aquí para hacer cuestiones de cambio; la mejor forma de demostrar que podemos hacer un cambio, es siendo una organización fuerte que tenga muchos miembros y que demuestre su potencia a través de ello.
Si los independentistas siguen tirando de la cuerda ahora van a tener en frente a la ANE
R.Z.: ¿Esto viene a ser la realidad de lo que en su momento pudo haber sido Tabarnia?
M.M.: Bueno, decirte que en Tabarnia nunca hemos ido en serio nosotros, siempre ha sido algo que teníamos muy claro, nosotros no queríamos partir Cataluña en dos; simplemente lo único que queríamos demostrar con una sátira, era que el derecho a decidir se puede extender desde cualquier parte, entonces a partir de ahí Tabarnia y la Asamblea Nacional Española no tienen absolutamente nada que ver, es decir, es un proyecto totalmente serio para llevar a la realidad política. Tabarnia era una sátira que no iba a pasar de ahí, es decir, no iba a pasar de ese momento. Tu imagínate, si los independentistas siguen tirando de la cuerda ahora van a tener en frente a la Asamblea Nacional Española y con la amenaza real, ya no de parodia. Con la amenaza real de que si ellos quieren seguir para adelante nosotros presionaremos para que haya un referéndum para eliminar las autonomías; si eliminan las autonomías cerramos la Generalitat de Cataluña, por lo tanto ya no hay problema, es decir, en eso se basa. Es una cuestión muy seria en la que queremos incidir, que ya se ha acabado la broma y que ahora toca pasar a la acción.
Nosotros vamos a trabajar para que los venezolanos recuperen lo que no tienen ahora
Martínez ha hecho especial referencia a Venezuela, asegurando que la lucha por los derechos humanos, la libertad y la democracia no tiene límites y que «lo que pasa en Venezuela tiene que acabar ya».
R.Z.: Recientemente Errejón dio unas declaraciones con respecto a Venezuela desde Chile que ya ha desmentido la FAO, asegurando que «en Venezuela se come tres veces al día»
M.M.: Le voy a responder a Errejón: mi interés no es que los venezolanos coman tres veces al día, mi interés es que los venezolanos tengan libertad, y cuando tienes libertad puedes comer tres, cuatro, cinco, una, que lo decidan ellos. La cuestión es tener un régimen de libertad, la cuestión es que se respeten los DDHH, y en Venezuela no pasa ni lo que ha dicho Errejón, ni se respeta la libertad, ni se respetan los DDHH; y la Asamblea Nacional Española lo que quiere y que quede bien claro al chavismo, a Maduro a todos aquellos que no quieren dejar a los venezolanos en libertad, que nosotros vamos a trabajar para que los venezolanos recuperen lo que no tienen ahora. La libertad de las personas no es opinable. Hay libertad o no hay libertad, y en Venezuela no la hay.
R.Z.: ¿Cómo desde la Asamblea Nacional Española se plantean esta lucha y esta defensa por los DDHH y las libertades en Venezuela?
M.M.: Nosotros queremos hacer un fuerte vínculo con los venezolanos aquí en España, para ayudarlos a resolver sus inquietudes y para que Maduro quede más desacreditado de lo que ya se desacredita solo, y por lo tanto lo que buscamos son alianzas y puentes entre venezolanos, que unamos fuerzas para hacer una campaña para acabar con esto, no podemos consentir que una crisis humanitaria como la de Venezuela pase de puntillas. No se trata de hacer una lista de intereses, se trata de que hay personas que lo están pasando mal, hay personas que no pueden acceder a servicios básicos, y cuando digo esto en Venezuela me refiero también en Cuba, que lleva 60 años bajo el yugo del comunismo, o a Nicaragua, que está en una situación terrible también y es que mañana puede pasar en España. A mí me parece indecente lo que está pasando en Venezuela, y más indecente me parece que haya un partido aquí que lo proteja y que haya un Gobierno al que le de igual la relación con los países que no respeten los derechos de los ciudadanos, y con esos países hay que romper relaciones.