Transición
Diosdado Cabello, presidente de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. Foto Cortesía.

Diosdado Cabello, piedra de tranca para la transición venezolana

Transición
Diosdado Cabello, presidente de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. Foto Cortesía.

Por Francisco Poleo

Diosdado Cabello, presidente de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, sería el responsable de que no se estén produciendo nuevas liberaciones de presos políticos del régimen de Nicolás Maduro, según el ex candidato presidencial Javier Bertucci.

“Después del cambio de presidente de la ANC no tuvimos otra invitación a dialogar sobre la posibilidad de liberar presos políticos”, aseguró Bertucci este jueves 22 de noviembre en rueda de prensa.

Cabello es el jefe del ala más radical del régimen venezolano, esa compuesta, sobre todo, por militares señalados por la estadounidense DEA (Drug Enforcement Administration) de estar involucrados en narcotráfico. De hecho, para los norteamericanos son conocidos como el Cartel de Los Soles. El poder del presidente de la fraudulenta ANC solo es superado en Venezuela por el de Nicolás Maduro, con quien ha mantenido una soterrada rivalidad desde que ambos se disputaban la sucesión de Hugo Chávez. Maduro triunfó sobre Cabello porque así se lo impuso Cuba a Chávez.

La desconfianza estaba basada, sobre todo, en que el capitán Cabello mantuvo estrechas relaciones con Estados Unidos a comienzos del chavismo.

La disputa entre los dos hombres más poderosos del régimen vivió una tregua tras la muerte de Chávez y la asunción al poder de Maduro. La supervivencia política tanto de Cabello como del actual ocupante del palacio presidencial estaba en juego, así que aparcaron sus diferencias. Sin embargo, a medida que el cerco internacional ha avanzado sobre un régimen cuyas arcas son famélicas, ha vuelto el pleito.

Maduro busca una salida a la crisis que sea pactada. Una transición negociada. Para esa tarea ha comisionado al gobernador Rafael Lacava, una de las pocas figuras de su régimen que no está sancionado con Estados Unidos y que puede mantener contactos oficiales con autoridades oficiales de los norteamericanos. Este grupo civil busca una negociación que les garantice un salvoconducto. A cambio ofrecen realizar elecciones generales. La oposición no ha aceptado hasta que no se les garantice que habrá un proceso limpio de fraudes.

El Nuevo País informó que, aprovechando el contexto de la Asamblea General de la ONU, Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de España, informó formalmente a su par estadounidense, Mike Pompeo, que Maduro proponía unas elecciones generales. La reunión entre Borrell y Pompeo sirvió para convencer a la Casa Blanca de darle una oportunidad a esta vía, una vez que la salida militar no consiguió apoyos regionales.

Esta salida vía elecciones generales no les gusta a los militares del ala radical. Sobre ellos penden cargos difícil de pasar por alto para la comunidad internacional como narcotráfico, violación de Derechos Humanos y hasta nexos con el terrorismo. Al no tener garantizado para ellos el salvoconducto, bloquea la fórmula de Maduro. Sin ir muy lejos, mientras el presidente de facto estaba reunido en el Palacio de Miraflores con el senador Bob Corker, presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso de Estados Unidos, en el Sebin controlado por el general Gustavo González López lanzaban desde un piso 10 al concejal opositor Fernando Albán.

Zeta publicó en ese momento un informe alertando que el asesinato de Albán fue un mensaje interno entre factores del régimen.

Días después, el Sebin de González López, ficha muy cercana a Cabello, interceptó una caravana presidencial que transitaba por una de las principales vías de Caracas. El enfrentamiento entre el Sebin y la Casa Militar llegó a que se desenfundaran las armas. Maduro aprovechó la oportunidad para destituir a González López, quien huyó por unos días hasta que fue apresado por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) que depende del general Vladimir Padrino López, el ministro de la Defensa que comanda la tercera facción del régimen: la de los militares nacionalistas.

Padrino López tiene especiales relaciones con el Kremlin.

La decisión de bloquear la liberación de los presos políticos obedece, entonces, a que los militares cuyo representante político es Cabello no se sienten seguros con una salida pactada. Para ellos, es resistir o resistir.

Este jueves, Lacava, entrevistado en Globovisión por Vladimir Villegas, se refirió por primera vez a su rol en una salida negociada a la crisis.