Por Carlos Canache Mata
***La dictadura cercena una vez más la libertad de prensa e información al córtale el suministro de papel a otro emblemático diario de circulación en todo el país: «El Nacional».
Harberle cortado el acceso al papel y otros insumos (monopolizados por la corporación estatal) al diario «El Nacional», impidiendo así la circulación de su versión impresa desde el pasado sábado 15 de este mes, fue la mejor manera que encontró la dictadura de Nicolás Maduro y su camarilla civil-militar para conmemorar los 70 años de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la medianoche del 10 de diciembre de 1948 por la ONU en el Palacio Chaillot, París, en lo alto de la colina del Trocadero, la misma desde donde pocos años antes,durante la ocupación, Adolfo Hitler había contemplado la bella capital francesa. Es ése el cobro infame que se le hace a un periódico emblemático de la prensa nacional y continental, por su digna y firme posición crítica frente al régimen que tiraniza a Venezuela. No satisfecha con esa sola fechoría, todos sabemos que, desde hace meses, la pandilla opresora que opera desde Miraflores ha bloqueado la plataforma digital del gran diario que el 3 de agosto de 1943, hace 75 años, comenzó a orientar e informar al país bajo la conducción de los destacados demócratas y poetas Antonio Arráiz y Miguel Otero Silva.
Esa histórica Declaración de la ONU reza en su artículo 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Como la Declaración recogía principios generales y no tenía valor jurídico obligatorio, se aprobaron Pactos de carácter vinculante que, al ser ratificados por los Estados, se incorporan al ordenamiento legal interno (en el caso de Venezuela, lo dispone el artículo 23 de la Constitución). Se firmó, por eso, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que expresamente consagra el “derecho a la libertad expresión” en su artículo 19, numeral 2. Y la propia Constitución Nacional vigente establece en su artículo 57 que “toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura”. No está de más recordar que, por su parte, la Revolución Francesa, en el artículo 2 de su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, había aprobado antes, en 1789, que “la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión”, eran derechos naturales e imprescriptibles. Volviendo más atrás aún, se puede precisar que la noción de los derechos del hombre es anterior a la Ilustración si no se olvida que en ciertas ciudades-estados griegas los ciudadanos gozaban de derechos como la isogoria, o libertad de palabra, y la isonomia, o igualdad ante la ley, y que, en el siguiente período helenístico, los filósofos estoicos formularon la doctrina de los derechos naturales del hombre de todos los tiempos “en virtud del simple hecho de ser humano y racional”.
Para la dictadura, ¡qué importan los valores jurídicos y la historia! Desde el año 2013, cuando Maduro inició la usurpación del solio presidencial, han dejado de circular, al incluir «El Nacional», según el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) 66 medios impresos, una disminución aproximada del 68% de los que existían.
Pero, como dijo Miguel Henrique Otero, su presidente editor, «“El Nacional» es un guerrero y seguirá dando la batalla”», y, en muy poco tiempo, va a publicar en papel o en su portal web, el titular “Venezuela regresa a la democracia”.