2019: El madurismo avanza con reformas económicas

 Por Alex Vallenilla.

El colapso general de la economía obligó al Ejecutivo llevar el dólar Dicom cerca de la tasa del dólar paralelo: Maduro comenzó una reforma. Estos son los esfuerzos y sus posibles avances o fracasos. Este artículo intenta definir el panorama venidero.

En medio de un ambiente de incertidumbre en que las expectativas por entes internacionales son que de Venezuela se seguirá yendo la población, duplicando la emigración actualmente registrada y con una hiperinflación que subiría a 10.000.000%, los venezolanos entran al 2019 con una crisis económica que no se corrige, aunque la administración Maduro da señales reformistas.

El sistema de cambio de divisas oficial Dicom, ha llevado la tasa a 638,18 bolívares por dólar, muy cerca del precio del dólar paralelo, que promedia entre los distintos operadores informales en 789 bolívares por dólar. Algunos operadores de Perú, lo ofrecían en 640 bolívares a venezolanos que realizan remesas.

El giro que ha dado Maduro en materia cambiaria, obedece a que la caída de producción petrolera y ahora la caída del precio del petróleo, han obligado al Ejecutivo a que las operaciones de las subastas del Dicom sean más sinceras. En cuanto a precio respecta, la previsión es que esa tasa sea igual a la del mercado libre.

El viraje obligado

El próximo año es sumamente incierto. La población se mantiene a la expectativa y en la calle todavía hay quienes dicen que “esto tiene que cambiar”, aferrados a una esperanza. Equilibradas la tasa oficial y la del mercado paralelo en el sistema legal, a través de los entes cambiarios, podría producirse una recuperación de la confianza y eso beneficiaría al bolívar en los próximos meses.

Aunque el paso que se ha dado, esta no es una solución definitiva, ya que la complejidad de la crisis es mucho mayor. En el viraje que de manera silenciosa ha emprendido el Ejecutivo, habrá definitivamente el aumento de la gasolina a tasa internacional, aunque se prevé que será en un proceso progresivo, para no generar impactos o reacción social contundente.

La administración Maduro está en emergencia. La caída de la producción petrolera ha golpeado los ingresos y las pérdidas son mil millonarias, a ello se suma un desplome del precio del petróleo, que podría llegar a 30 dólares por barril para luego del mes de febrero del año venidero. A esto debe sumarse la situación de impago de deuda, que ya acumula montos sobre los 9 mil millones de dólares.

El viraje que ha comenzado es empujado por los aliados del madurismo, China y Rusia, países que desarrollan una estrategia de dominio en Latinoamérica y específicamente en Venezuela, tras el objetivo de controlar las enormes riquezas naturales de este país, además del emporio de industrias estatales paralizadas, que podrían terminar privatizadas en manos de empresarios ligados al Kremlin y a Beijing.

Las deudas

Hasta ahora los acreedores norteamericanos con la deuda soberana y corporativa de Pdvsa no han podido accionar contra el impago de Maduro. Sin embargo, ya 25% de inversores se han reunido en Estados Unidos y preparan acciones legales, pero tendrán que lidiar con otras empresas que ya han tomado acciones, tales como Conoco Phillips y Crystallex, que reclaman pagos de Venezuela.

La sequía de divisas por falta de ingresos, se complica porque la poca producción petrolera que hay, se va en pagos a China, Rusia y lo poco que se logra vender a Estados Unidos, aunque la presión bajista del precio del petróleo, debido a la caída de precios de las materias primas en medio de las amenazas de una recesión global, le resta capacidad de maniobra al Ejecutivo.

De cerca de 1 millón de barriles, sólo entre China y Rusia deben recibir unos 700 mil barriles diarios, el resto se puede vender en el mercado norteamericano, lo que deja prácticamente sin ingresos a Pdvsa.

Lo anterior obliga a la administración Maduro a buscar recursos y es que sincerar la tasa oficial de cambio con la del mercado libre busca captar el ingreso de divisas que por la vía de las remesas llegan a Venezuela. El aumento del precio de la gasolina borraría pérdidas de unos 10 mil millones de dólares, que debe cubrir el Banco Central de Venezuela (BCV) con préstamos a Pdvsa.

La crisis

En materia productiva interna, los sectores primario, secundario y terciario están en su capacidad mínima y es que la falta de divisas para importar materias primas y productos terminados mantiene los anaqueles con sólo 25% de la producción interna. El giro cambiario podría ayudar a aumentar los inventarios el año que viene, pero con precios a la nueva tasa oficial, sobre todo en los sectores formales que se beneficiaban de divisas a precio subsidiado.

La mayoría de la población se sigue hundiendo en pobreza. Los ajustes que la administración Maduro ha comenzado, se producen en un país en que no existe confianza para invertir y menos en un ambiente incierto de ambigüedad informativa. Los sueldos siguen siendo extremadamente bajos: para el cierre de noviembre de este año, el salario mínimo caía a 4,19 dólares mensuales.

El colapso de la economía sigue su rumbo y los efectos son más rápidos que cualquier decisión que haya tomado el Ejecutivo, tal como ocurrió con el reciente plan de recuperación económica anunciado en agosto de este año y “devorado” de inmediato por la hiperinflación.

Hasta ahora la administración Maduro no ha podido detener la emisión de dinero con que sostiene el gasto público interno, siendo esto, junto con la excesiva escasez de bienes y servicios, las dos causas principales del alza agresiva de los precios, junto con la peor recesión que haya tenido este país, estimada en una caída del PIB de casi 40% según expertos.

@alexvallenilla

sem 1/ 2019