Rafael Poleo: Rusia y Cuba se divorcian

Una fuente autorizada del gobierno ruso anunció que Moscú ha decidido dejar sin efecto los más importantes de sus acuerdos económicos con Cuba, los cuales son base de la supervivencia del régimen castrista.

La fuente explicó que Cuba ha venido recibiendo recursos para crear empresas en asociación con Rusia, sin que esos proyectos avancen ni el gobierno cubano explique las razones de su estancamiento. Esta decisión es  un paso indicativo de que, como hemos venido sosteniendo en nuestros comentarios, Rusia no apoyará a los gobiernos de Cuba y Venezuela ante la ofensiva final de Estados Unidos para forzar al gobierno de Maduro a realizar unas elecciones generales limpias.

En Estados Unidos, fuentes de los partidos Republicano y Demócrata han insistido en que la conducta de ese país sobre en el Caso Venezuela es una posición de Estado, independiente de quién esté gobernando. Las sanciones dirigidas a forzar de manera personal a los dirigentes del régimen madurista para que restablezcan  el sistema democrático mediante unas elecciones  rigurosamente correctas, comenzaron con el gobierno demócrata de Obama y continuaron su escalada en el gobierno republicano de Trump. Las designaciones de funcionarios relacionados con el problema anunciadas por el presidente electo Joseph Biden, demócrata, están todas en la línea de los «halcones» que han expresado su posición dura frente a la dictadura venezolana.

La dictadura venezolana parece estar consciente de esta situación. Operaciones como las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre pasado, cuya validez ha sido generalmente cuestionada, se interpretan como intentos de la dictadura para mejorar su posición ante una inminente ofensiva final de Estados Unidos con apoyo de Europa. Inmediatamente después de realizada esa operación, Maduro hizo saber su disposición a negociar una salida política, utilizando para ello el escenario noruego. Significativamente, tres días después, Rusia hace saber que se desliga del destino que pueda caber a la pareja cubano-venezolana. Todo esto indica cambios importantes en el cuadro político del Caribe.