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El mito de las sanciones a PDVSA

*** «El alza de los precios del petróleo encubrió la falta de gerencia en PDVSA. Mientras el precio del petróleo aumentaba, la corrupción encontraba tierra abonada para corroer las bases morales del país», considera el autor.

Por J. GERSON REVANALES 

Mucho se cuestionan las sanciones de Trump, pero lo que no se dice es que estas son posteriores a la caída de los precios del petróleo y la debacle de PDVSA como consecuencia de la mala gerencia, su politización y corrupción a partir de la venta spot en el mercado internacional.

El boom petrolero y el incremento de los precios del petróleo a principios de la década fueron la fuente energética de la corrupción en Venezuela, comenzando con el ya olvidado “Plan Bolívar 2000” y terminando al final con un ex presidente de la industria fugado, dos a la orden de la justicia, uno de ellos fallecido y cinco ejecutivos de CITGO presos; sin embargo, muchos alegan la inoperatividad de la industria solo a sanciones de Tump y no a la corrupción. 

Las sanciones impuestas por Obama (Orden Ejecutiva 13692 del 08 de marzo del 2015) fueron dirigidas específicamente a personeros del régimen o del gobierno sin ningún efecto sobre la economía, finanzas o industria petrolera. Su razón se encontraba en que Venezuela constituía “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos” al mantener una política sistemática y generalizada de violación de los DD.HH.

La Orden Obama emitida durante su segundo término, está sustentada en cinco Actos ejecutivos: el primero de ellos en el Code, 9 1926; y el ultimo, la ley del 2014 “The Venezuela Defense of Human Rights and Civil Society Act of 2014”, no dejando duda de su legalidad. Años después, el 25 de agosto del 2017, el presidente Trump impuso nuevas sanciones al régimen de Maduro, pero en esta oportunidad de tipo financiero a PDVSA, las cuales sin dudad ha tenido al final, sus efectos sobre la principal fuente de recursos, pero también generadora de la corrupción.

El punto está en que las sanciones impuestas por la administración Trump no son las responsables de la debacle de la industria petrolera, como pretende hacer creer el régimen. En mi artículo de fecha 05DIC21 El Mito de las Sanciones el cual suscito algunas opiniones en contrario, no se puede ni debe pasar por alto que todos los presidentes de la industria han tenido un desempeño negativo en cuanto a los niveles de producción entre el año 2000 y NOV 2017, sin que hubieran tenido que enfrentar sanciones financieras, puesto que las mismas fueron impuestas por Trump el 25AGT17.

En consecuencia, no es cuestión de opiniones ni simpatías. El desempeño de PDVSA, de su gerencia, demuestran lo falaz de los argumentos oficiales. De ahí que la evaluación de la industria debe ser menos economicista y más transversal e integral, al tomar en cuenta otras variables en la gestión como los niveles de corrupción interna y externa, el momento y tiempo (2000-2017) en que fueron tomadas, las sanciones impuestas, la misión asignada. Sin olvidar la visión geopolítica a mediano plazo al hacer de los acuerdos energéticos no una herramienta de cooperación si no un arma de extorsión política en el seno de la OEA. Sería forzoso explicar por qué sin sanciones la producción cayó anualmente entre 2000 y 2017. Las empresas de servicio y mantenimiento cerraron, los taladros dejaron de ser operativos y los accidentes laborales fueron dignos de un premio Guinness. Sin embargo, ninguno de estos males salieron a luz pública debido al incremento de los precios del petróleo que saltaron en el año 2000 de 26,7 $/B a 109,45 $/B en el 2012, con un mal mayor la corrupción. 

La prensa registra descarados robos como el Plan Bolívar con $114,3 MM, hasta el año 2017, cuando se suscribieron contratos irregulares por $4.8 MM desde la oficina de Inteligencia de Mercadeo y Política Petrolera, una filial de PDVSA con sede en Viena, dirigida desde afuera por su presidente Rafael Ramírez.

Las sanciones de Trump efectivamente tienen sus efectos. Pero lo más seguro si la bonanza petrolera continuara mayor será la corrupción, el saqueo y robo al país.

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