*** En Venezuela, el país donde más sobornos hizo Odebrecht y no hay ningún imputado, el Tribunal Supremo suspende las audiencias del caso «hasta nuevo aviso».
Por Ángela Betancourt
El Tribunal Supremo de Justicia anunció, sin muchas explicaciones, la suspensión «hasta nuevo aviso» de las audiencias de las tres demandas contra Venezuela. Este país es, según datos del ex presidente de la constructora brasileña Marcelo Odebrecht, la segunda nación que más sobornos recibió del gigante empresarial. Dichas audiencias estaban pautadas del 10 al 17 de marzo. Las coimas apuntan tanto a funcionarios gubernamentales como a líderes opositores.
Obras como el puente Mercosur, que uniría los estados Guárico (centro) y Bolívar (sur); un segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, en Zulia (noroeste); y un sistema ferroviario para unir Caracas con las vecinas La Guaira y Guatire, quedaron inconclusas. Sólo están visibles los gigantescos pilares de concreto de unos proyectos abandonados y firmados durante el gobierno de Hugo Chávez.
El escándalo de Odebrecht involucró a presidentes y ex presidentes, políticos y funcionarios de 12 países de Latinoamérica quienes recibieron cientos de millones de dólares en sobornos a cambio de contratos públicos en el continente. En Venezuela, ningún funcionario ha sido imputado.
El expresidente brasileño Lula llegó a ser condenado por el caso Odebrecht, aunque su pena fue anulada. El ex vicepresidente de Ecuador Jorge Glas y el ex ministro de Obras de República Dominicana Víctor Díaz Rúa también fueron sentenciados a prisión, así como el ex mandatario peruano Ollanta Humala enfrenta un juicio. Sin embargo, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, descartó abrir un expediente contra Maduro, acusado por su predecesora en el Ministerio Público.
Tras surgir el escándalo en el año 2016, el gobierno venezolano suspendió sus contratos con Odebrecht allanando sus instalaciones. En esa oportunidad, Nicolás Maduro dijo que los trabajos fueron «abandonados por Odebrecht de manera ilegal». Sin embargo la constructora, que cambió su nombre a Novonor, niega tal aseveración y pide que se le permita terminar las obras.
Según la ONG Transparencia Venezuela, se produjo una cesación de los pagos de las valuaciones en 2016, en un momento de una profunda crisis, lo que «imposibilitó la obra» añadiendo que solo se terminaron nueve de 33 obras contratadas y que el Estado venezolano había pagado al conglomerado más de 13.000 millones de dólares por 18 de ellas. Sin embargo la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz dijo, ya fuera del cargo, que ese monto ascendía efectivamente a 30.000 millones de dólares.
Durante un acto hace seis meses, Maduro dijo que «Odebrecht le echaba tierrita en los ojos a uno, como que son los únicos que pueden construir un elevado, una torre, eso lo podemos hacer nosotros». Por su parte el ministro de Transporte, Hipólito Abreu, añadió que todas las obras estaban «sin planos, sin diseños», por lo que se inició un trabajo de «ingeniería» y «reingeniería» para completarlas ahora.
Mientras las demandas de Odebrecht se suspendieron, sigue en marcha un juicio del Metro de Caracas contra Odebrecht por el incumplimiento de un proyecto de 2.400 viviendas que tampoco fueron construidas, con 76 millones de dólares de inversión, según indican sentencias del TSJ.
Foto destacada cortesía Reuters.